viernes, 9 de septiembre de 2011

3.- DOCTRINA DEL ISLAM (*)

Corán
El Corán
Los tres primeros califas, Abú Berk, Omar y Osmán fueron elegidos casi por unanimidad. Pero cuando Osmán fue asesinado subió al trono Alí, un pariente de la víctima y el gobernador de Siria, Muawiyah se negó a reconocerlo.
Acusándolo de estar apoyado por los asesinos de su antecesor. Ambos bandos llegaron a las armas y, lo que empezó siendo una discrepancia política, se convirtió en discrepancia religiosa y dividió a los musulmanes en sunnitas y chiitas.
La doctrina predicada por Mahoma fue recogida en el Corán, libro sagrado de los musulmanes, y en la Sunna o Tradición islámica. Él no escribió nada, se limitó a predicar una doctrina cuyo principio básico es la sumisión plena a la voluntad de Alá, el Dios único.


Pilares de la doctrina del Corán:

1º.- La profesión de fe, resumida en: “No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta”.Es el “juramento” que se repite al convocar para la oración. Es la fórmula religiosa por excelencia del Islán, la que usan para reconocerse o confesarse musulmán.

2º. - La oración, prescrita cinco veces al día: A la salida del sol, al mediodía, a la tarde, a la puesta del sol y a la noche.

3º.- El ayuno del mes de Ramadán, desde la salida del sol hasta su ocaso, no pudiendo llevarse nada a la boca, alimentos, agua, fumar etc.

4º.- La peregrinación a La Meca, al santuario de la Caaba, al menos una vez en la vida.

5º.- La limosna ritual, fijado aproximadamente en un 2´5 % de la renta anual de cada persona. Se aconseja, especialmente, la limosna durante el mes de Ramadán.

6º.- La Jihad o guerra santa. “Combatid a vuestros enemigos en la guerra encendida por la defensa de la religión. Combatid hasta que el culto se haya restablecido. Si morís u os matan combatiendo en la senda de Alá, os espera su misericordia, que es mejor que las riquezas mundanas que atesoráis. No digáis que los que han caído luchando bajo los estandartes de la ley, han muerto; al contrario, viven aunque vosotros no los sentís”. Son citas del Corán.

El paraíso:
Mahoma promete a los creyentes como recompensa futura el goce infinito del paraíso.
“Estarán en posesión del paraíso y gozarán eternamente. Vivirán en los jardines donde corren los arroyos, Cuando coman las frutas que allí crecen se dirán: he aquí las frutas de que nos nutríamos en la tierra; pero de las frutas terrestres sólo tendrán la apariencia. Y encontrarán allí las mujeres purificadas, las jóvenes huríes”.
El infierno:
“Los que han tratado de embustes los signos del cielo y los han despreciado, no entrará, en el paraíso, el infierno será su lecho, y nunca podrán salir de él”.

La Sunna y los Hadiths
Además del Corán, algunos musulmanes, llamados sunnitas, poseen en la Sunna, “costumbre o tradición”, una segunda fuente de la fe y de la ley. No todos están de acuerdo en su valor e interpretación, lo que ha dado lugar a distintas tendencias religiosas.
La Sunna vino a completar y a explicar el Corán después de la muerte de Mahoma. Los testimonios de su vida, las prácticas religiosas de “los compañeros del profeta” y su recuerdo ayudaron a precisar la reglamentación de la fe islámica, durante los cuarenta primeros años de la hégira, a través del comentario vivo.
A su vez, los comentarios y narraciones, tendentes a precisar y valorar la Sunna, pasaron de boca en boca y en el siglo II de la hégira dieron lugar a los llamados Hadiths, en los que se refieren hechos atribuidos al profeta y a sus compañeros, se recogen sentencias de Mahoma y se precisan aspectos íntimos de su vida, qué comía, cómo vestía, etc.

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