domingo, 31 de diciembre de 2023

02. LA FAMILIA Y SUS CIRCUNSTANCIAS

03. SIGUIENDO LAS HUELLAS

04. LLAMANDO A TU PUERTA

05. DEL CALVARIO AL SAGRARIO

06. EL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO

07. SEXUALIDAD Y SACERDOCIO

08. UCRANIA Y RUSIA

09. LA SITUACIÓN EN ORIENTE MEDIO

10. LOS CUATRO EVANGELISTAS

11. MARÍA, LA MADRE DEL SEÑOR

12. SAN DAMIÁN DE MOLOKAI

13. SANTA TERESA DE CALCUTA

14. SAN MAXIMILIANO KOLBE

15. MARTIN LUTHER KING

16. GANDHI, SU VIDA E IDEAS

17. DE LAS TINIEBLAS A LA LUZ

18. OCÚPATE Y DESPREOCÚPATE

19 LA PAZ INTERIOR

20. CON OTROS OJOS

lunes, 5 de diciembre de 2022

35.- VALORES Y CREENCIAS

 

VALORES

Y

CREENCIAS







Autor: Jerónimo Jiménez Sánchez


ÍNDICE

C1º: VALORESY CREENCIAS 9

C1º. 1.-¿Qué son los valores? 9

C1º. 2.-¿Qué son las creencias? 10

C1º. 3.- Antivalores 10

C1º. 4.- Nacimiento y desarrollo de las creencias y los valores 10

C1º.4. 1.- La jerarquización de los valores 10

C.4.2.-La escala de valores 11

C2º: LA FAMILIA EDUCA CON SUS VALORES 13

C2º.1.- La mejor herencia 13

C2º.2.- Los valores se aprenden 13

C2º.3.- La familia educa en valores para ser personas 14

C3º: VALORES PERSONALES 15

C3º.0.- ¿Se puede vivir sin valores? 15

C3º.1.- La alegría 16

C3º.2.- El autocontrol 17

C3º.2.1..- El autocontrol se adquiere 17

C3º.3.- La autoestima 18

C3º.1.- Definición 18

C3º.2.- Importancia de la autoestima 19

C3º.3.- Autoestima alta o baja 19

C3º.4.- La coherencia 20

C3º.4.1.-¿Qué es la coherencia? 20

C3º.4.2.- En el ámbito privado 21

C3º.4.3.-En el ámbito social, 21

C3º.4.4.- En el ámbito religioso 21

C3º.4.5.- Beneficios de ser coherentes 21

C3º.4.6.- Perjuicios de la incoherencia 22

C3º.4.7.- Aprendiendo a ser coherentes 22

C3º.5.- La pertenencia 23

C3º.6.- La responsabilidad 23

C3º.6.1.- Beneficios de ser responsables 24

C3º.6.2.- Responsabilidad y culpabilidad 24

C4º: VALORES FAMILIARES 25

C4º.1.- El amor 25

C4º.1.1.- Gratuidad del amor: 25

C4º.1.2.- La gratuidad respecto a los hijos 26

C4º.1.3.- La gratuidad respecto al cónyuge 26

C4º.2.- El diálogo 26

C4º.3.- La seguridad 27

C4º.4.- El sentido crítico 28

C4º.4.1.- ¿Qué es el sentido crítico? 28

C4º.4.2.- Importancia del sentido crítico 28

C4º.4.3.- Desarrollo del sentido crítico 29

C4º.4.4.- ¿Cómo enseñar a adquirir el sentido crítico? 29

C4º.5.- Ser frente a tener 29

C4º.6.- La solidaridad 30

C5º: VALORES CÍVICOS 31

C5º.0.- Fundamento de los valores cívicos 31

C5º.1.- La convivencia 31

C5º.2.- La igualdad 31

C5º.2.1.- Fundamento de la igualdad 31

C5º.2.2.- La igualdad entre mujeres y hombres 32

C5º.2.2.1.- El principio de igualdad 32

C5º.2.2.2.-La discriminación 32

C5º.2.2.3.-La discriminación positiva 33

C5º.2.2.4.- Iigualdad e identidad de sexos. 33

C5º.2.3.- Igualdad de derecho 33

C5º.2.3.1.- En el ámbito laboral: 34

C5º.2.3.2.- En la vida familiar 34

C5º.2.4.- Igualdad de hecho 35

C5º.3.- La libertad 35

C5º.3.1.- Conquista de la verdadera libertad interior 35

C5º.3.2.- Libertad exterior 36

C5º.3.2.1.- Primer nivel: “Poder moverse ”. 36

C5º.3.2.2.- Segundo nivel: “Que el objetivo sea posible ”. 36

C5º.3.2.3.- Tercer nivel : “El logro de la libertad interior” 36

C5º.3.3.- No serás totalmente libre 37

C5º.4.- El respeto 37

C5º.4.1.- El respeto se aprende, se gana y puede perderse 38

C5º.5.- La solidaridad 38

C5º.5.1.- Solidaridad es compartir: 39

C5º.6.- La tolerancia 39

C5º.6.1.- Tolerancia individual 39

C5º.6.1.1.- No es compartir ni claudicar . 40

C5º.6.2.- Educar para la tolerancia 40

C5º.6.3.- La tolerancia social 40

C5º.6.3.1.-La tolerancia entre la Religión y el Estado 41

C5º.7.- La intolerancia 41

C5º.8.- Las formas del amor 42

C5º.8.1.- Amor a sí mismo: 42

C5º.8.2.- Amor incondicional (ἀγάπη agápē): 42

C5º.8.3.- Amor familiar (στοργή, storgē): 43

C5º.8.4.- Amor de amistad: 43

C5º.8.5.- Amor romántico: 44

C5º.8.6.- Amor confluente: 44

C5º.8.7.- Amor erótico (ἔρως érōs): 44

C5º.8.8.- Amor platónico: 45

C5º.8.9.- Los símbolos del amor 45

C5º.8.9.1.- La figura de Cupido 45

C5º.8.9.2.- El corazón 45

C6º: COINCIDENCIAS Y DIFERENCIAS EN LAS RELIGIONES 46

C.1.- Existencia de diversas religiones 46

C6º.1.1. Importancia del factor religioso 46

C6º.1.2. Las religiones según su lugar de origen 46

C6º.1.2.1.- Nacidas en Oriente Medio y Próximo: 46

C6º.1.3.- Las religiones según su visión trascendente 47

C6º.1.3.1.- Religiones cósmicas: 47

C6º.1.3.2.- Religiones vivenciales: 47

C6º.1.3.3.- Religiones teístas: 48

C6º.2.- Coincidencias entre las religiones 48

C6º.3.- Tolerancia de las religiones entre sí 48

C6º.3.1.- El cristianismo: 48

C6º.3.2.- El Islam. 49

C6º.3.3.- El judaísmo: 50

C6º.3.4.- El hinduísmo: 50

C6º.3.5.- El budismo: 51

C6º.4.- Las religiones en la actualidad 51

C7º: VALORES RELIGIOSOS 52

C.I.- El amor cristiano 52

C7º.1.1.- Antiguo Testamento (AT) 53

C7º.1.1.1.- Dios escogió a sus amigos y confidentes. 53

C7º.1.1.2.- El mndamiento del amor 54

C7º.1.2.- Nuevo Testamento (NT) 56

C7º.1.2.1.- El amor de Dios a todos los seres humanos. 56

C7º.1.2.2.- El amor de los seres humanos a Dios: 57

C7º.1.2.3.- El amor de los seres humanos entre sí 59

C.2. La fe cristiana.- 59

C.2.1.- La fe es un don de Dios y un acto humano 60

C7º.2.2.- La fe se nutre del conocimiento del designio de Dios. 61

C.2.3.- El fundamento de la fe 61

C.2.4.- La coherencia entre la fe y la vida 62

C.2.5.- Los cristianos testigos de la fe 62

C.3.- La esperanza cristiana 63

C7º.- Esperanzas terrenales 63

C.3.2.- La esperanza en el A.T. 63

C.3.2.1.-Yavé-rey 63

C.3.2.2.- Los reyes de Israel gobiernan en nombre de Yavé 64

C.3.2.3.- El Mesías, el Ungido, el Hijo de David. 65

C.3.2.4.- Las consecuencias del exilio no se hicieron esperar 66

C.3.2.5.- La esperanza de Israel 66

C.4.- La esperanza en el N.T. 67

C.4.1.- ¿Quién es Jesús? 67

C.4.2.- Fases del Reino de Dios 68

C.4.2.1.- Primera fase: Presentación del Reino 68

C.4.2.2.- Segunda fase: La aceptacióndel Reino 69

C.4.2.3.- Tercera fase: El testimonio 70

C.4.2.4.- Cuarta fase: La plenitud del Reino 71

C.5.- Visión bíblica de la justicia 72

C.5.1.- La justicia de Dios en el Antiguo Testamento 73

C.5.1.2.- La justicia exigida a los hombres 77

C7º.5.1..3.-La Alianza del Sinaí 77

C.5.1.4- La justicia como sabiduría y bondad 77

C.5.2.--La justicia en el Nuevo Testamento 78

CI5.2.1. Sobre el tributo al César y el salario 78

C.5.2.2.- Los fariseos 79

C.5.2.3.-El Día del Señor en el NT 80

C8º: El perdón como valor psicológico y humano 81

C8º.1.-¿Qué es el perdón? 82

C8º.1.1.-Etapas del proceso de perdonar 82

C8º.1.2.-Beneficios del perdón 84

C8º.2.- ¿Qué no es perdón?: 84

C8º.3.- ETAPAS DEL PROCESO DE PEDIR PERDÓN 84

C8º.4.- Importancia de perdonarse a sí mismo 86

C8º.6.1.-¿Qué es perdonarse a sí mismo? 86

C8º.6.2.- La dificultad de perdonarse a sí mismo. 86

C8º.6.3.- ¿Cómo me perdono a mí mismo? 86

C10º: EL PERDÓN COMO VALOR CRISTIANO 87

C10º.1.- EL PERDÓN EN EL AT 88

C10º.1.1.- El perdón de Dios a los hombres 88

C10º.1.2.- ¿Qué exige el AT para obtener el perdón divino? 88

C10º.1.3.- El perdón de los hombres entre sí 89

C10º.1.3.1- El derecho de venganza 89

C10º.1.3.2.-“El vengador de la sangre” 89

C10º.1.3.3.- La ley del Talión 90

C10º.1.3.4.- Prohibición de la venganza 90

C10º.1.3.5.- Yavé es contemplado como göel de Israel 90

C10º.1.3.6.-El Día de Yavé 91

C10º.2.- El perdón en el N.T. 92

C10º.2.1.-Jesús pecfecciona el AT 92

C10º.2.2.- Perdonar siempre 92

C10º.2.3.-Primero, perdonar; después, orar. 92

C10º.3.- El perdón como valor religioso 93

C10º.3.1.- El Judaísmo. 93

C10º.3.2.- El Islam. 93

C10º.3.3.- El Budismo 93

C11º: LA PAZ COMO VALOR HUMANO 94

C11º1.- ¿Qué es la paz como valor? 94

C11º.2.- La paz inter e intra nacional 94

C11º.4.-Educar en la cultura de la paz 95

C11º.5.-Construir la cultura de la paz 96

C12º: LA PAZ COMO VALOR RELIGIOSO 97

C12º.1.- ¿Las religiones son violentas por naturaleza? 97

C12º.2.- Tolerancia frente a fanatismo 97

C12º.2.1.- Los tres supuestos del fanático islámico: 99

C12º.3.- Necesidad de reflexión 99

C12º.4.- Necesidad de diálogo interreligioso 100

C13º:LA PAZ EN LA BIBLIA 100

C13º.1.- En el AT 100

C13º.2.- En el NT 102

C13º.3.- Saludos de paz 103

C13º.4.-¿Cómo es la paz de Cristo? 103

C13º.5.-El mundo renovado por Cristo. 104

C14º: LA PAZ INTERIOR 105

C14º.1.- Paz con uno mismo 106

C14º.1.1.-¿Cómo hacer las paces con uno mismo? 106

C14º.1.1.1.- Acepta tu pasado, sea el que sea. 106

C14º.1.1.2.- Vive el presentee 107

C14º.1.1.3.- Aprovecha el tiempo (carpe diem) 107

C14º.1.1.4.-No te compares con nadie. 108

C14º.1.1.5.- Distingue lo que depende de tí y lo que no 108

C14º.2.- Paz con los demás 108

C14º.3.- Paz con Dios 109

C14º.3.1.- Dos personas: Dios y el hombre 109

C14º.3.2.-El camino del “hombre”: 110

C14º.3.3.-La morada de Dios: 111

C14º.3.4.- La paz es un don de Dios. 112

C14º.3.5.- La paz de Dios y la paz del mundo 112

C14º.4.- UNA OBLIGACIÓN: 113

C14º.4.1.-La Historia demuestra lo contrario: 113

C14º.4.2.- Construyendo la paz 114

















C: VALORESY CREENCIAS


C1º. 1.-¿Qué son los valores?

Los valores1 son conceptos con los que emitimos juicios sobre la realidad que nos circunda.

El ser humano tiene la“capacidad de emitir juicios sobre la bondad o maldad de las personas, de las cosas y de las realidades de su entorno”. Los valores, en sí mismos, no son buenos o malos. La bondad o maldad está en la realidad, el ser humano descubre esa realidad y le da una valoración, positiva o negativa. Las valoraciones son múltiples porque las cosas y las situaciones también son múltiples.

Un mismo valor puede conducir a dos individuos a situaciones completamente diferentes. El valor “poder” llevará a uno a servir, a buscar el bien común y a otro a buscar oportunidades de enriquecimiento económico personal.

C1º. 2.-¿Qué son las creencias?

Las creencias son convicciones que consideramos verdaderas, con existencia de pruebas o sin ellas. Suelen estar relacionadas con la religión, aunque no siempre. Todas las religiones tienen sus propias creencias.

Las creencias suelen derivar en valores. Por ejemplo: Si creo que Dios existe, esa creencia derivará en múltiples valores religiosos: culto, alabanza, oración etc. Otro ejemplo: Si creo que todas las personas tienen los mismos derechos y obligaciones, esa creencia derivará en el valor de igualdad de trato sin diferencia por el sexo, la raza, la religión, la edad, el oder económico, etc.

C1º. 3.- Antivalores

C1º. Así como hay una escala de valores, la hay también de antivalores. La persona que se rige por los antivalores es una persona sin escrúpulos, fría y calculadora, merecedora de la desconfianza y el rechazo de los demás.

C1º. 4.- Nacimiento y desarrollo de las creencias y los valores

Vivimos en sociedad, en ella nos movemos, vemos, escuchamos, estudiamos, juzgamos y pensamos. Así desarrollamos una opinión, que al considerarla verdadera y preferible, la denominamos creencia o convicción.

De nuestras creencias se derivan unos valores, válidos para nosotros, aunque pueden no serlo para los que tengan otras opiniones. Los valores provocan en el individuo la actitud de comportamiento de acuerdo con los mismos.

Este es el resumen del proceso: Juicio, opinión, creencia o convicción, valor, actitud de comportamiento y acción.

Las creencias y los valores pueden fortalecerse o cambiarse, a lo largo del tiempo, por nuevas evidencias, nuevas experiencias o nuevos estudios.

C1º.4. 1.- La jerarquización de los valores

La multiplicidad de valoraciones obliga al individuo a hacer una jerarquización, un orden, una escala de valores que será la guía de su conducta. El hecho de “hacer una escala” indica que, siendo todos valores, unos son más atractivos que otros. Por ejemplo, “el poder”, debe servir al bien común de las personas y no al propio enriquecimiento; en la realidad, unos se inclinan por el bien común y otros por el enriquecimiento personal.

Hay valores cuyo destino es ser sacrificados en beneficio de otros vaores más altos; por ejemplo. El dinero debe servir a la persona, no la persona al dinero.

Tanto la valoración de una realidad concreta como la formación de la escala personal de valores están siempre en función de las circunstancias del sujeto. Un billete de veinte euros es más valorado por un mendigo que por un millonario porque son distintas las necesidades de uno y otro.

En la valoración de las cosas intervienen no solo la razón y el sentimiento sino todo el ser porque todo él está afectado por su propia guía de conducta.

La jerarquización de los valores indica la talla moral de cada individuo. La educación de los hijos dependerá de la “escala moral” que hayan interiorizado en la convivencia con sus padres y educadores.

Los valores más importantes para cada persona son los que le dan su identidad y personalidad.

Los valores humanos y los religiosos guardan su propia jerarquía. Para los creyentes, Dios es el valor supremo por razón de su propia entidad; pero, por razón exclusivamente temporal, los valores humanos anteceden a los religiosos, es decir, antes somos personas y después creyentes. Esto implica que para ser un "buen" creyente, antes se debe ser una buena persona. Los valores están reñidos con la simple apariencia.

C.4.2.-La escala de valores

La escala de valores se empieza a formar desde la infancia por imitación de la conducta de los padres y educadores, y se va haciendo más y más consciente, propia y personal a medida que avanza la adolescencia.

La escala de valores, una vez interiorizada, refleja la personalidad de cada individuo y expresa los valores morales, culturales, afectivos y sociales adquiridos por el educando y que se han convertido en guías de su conducta coherente.

La escala de valores es la luz que ilumina nuestros tiempos obscuros y nuestros dilemas. Constituye la guía para tomar las decisiones más importantes y encontrar soluciones a los problemas cotidianos.

La escala de valores ordena, mediante su jerarquización, las metas a conseguir, da sentido y coherencia a las acciones diarias y crea el ambiente propicio para que el individuo se relacione con los demás, aportándole el sentido de pertenencia a la comunidad, sea ésta familiar, grupal, política o religiosa. Hablar de valores es hablar de nuestra vida, de lo que somos o queremos ser, como individuos, como miembros de una familia o de una sociedad.

Los valores no son simples formas de pensamiento, etéreas e inmateriales, son mucho más, porque la forma de pensar se constituye en valor cuando se concreta en la forma de actuar, en formas de vivir.

Cada persona elige la suya y se hace responsible de la misma al escoger los valores que la identifican.

La escala de valores define el objetivo de nuestra vida, nos ayuda a comprender quiénes somos, aceptarnos como somos y a comprender y estimar a los demás, facilitando las buenas relaciones con nuestro entorno. La escala de valores ayuda a y encontrar el camino a seguir.

La carencia de una escala de valores propia abandona en el vacío al individuo y, cual veleta, propicio a merced de vientos y criterios ajenos.

No todos compartimos la misma escala de valores, cada ser humano se forma la suya según los avatares de su vida. La coincidencia entre dos escalas de valores hace que se identifiquen sus propietarios. La no coincidencia supone que hay diferencias y menor identificación, lo que no debe ser impedimento para la mutua comprensión en un marco de tolerancia y de respeto.


C: LA FAMILIA EDUCA CON SUS VALORES

La familia es considerada como la célula fundamental de la sociedad. Su importancia se debe a que la familia es formadora de personas. En su seno nacen y crecen una serie de valores que dan forma a la identidad propia de cada familia. Estos valores son las raíces familiares que heredarán los hijos, un tesoro a conservar y del que sentirse orgullosos.

C2º.1.- La mejor herencia

Los valores son nuestras raíces. Somos lo que somos por los valores heredados de nuestros mayores; nuestros hijos serán lo que hayan de ser por los valores que nosotros les dejemos en herencia. Nuestras palabras y nuestras acciones constituyen un ejemplo, una lección viva y permanente. Los padres somos (o debemos ser) los referentes idóneos de nuestros hijos.

Los valores heredados de nuestra familia e interiorizados plenamente en nuestra edad adulta, unidos a los adquiridos por nuestra cuenta, serán nuestra aportación a la construcción de una sociedad mejor.

C2º.2.- Los valores se aprenden

La familia es el lugar privilegiado para el aprendizaje de los valores. En la familia se nace, se crece y se camina hacia la realización personal en una relación intensa, fruto de los valores y metas comunes.

Los padres transmiten los valores y los hijos, imitan y copian de todas las personas que significan algo en su vida, las que dejan huella, como son los padres, los educadores o los líderes sociales.

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Los valores familiares son válidos para todas las familias; pero, no producen en todas los mismos efectos porque, al enjuiciar esos valores y ponerlos en práctica, cada familia lo hace desde su óptica particular.

Hablando de valores familiares, hemos de tener en cuenta que “hay varias formas de familia” y, es más, dentro de cada forma “cada familia es diferente”. No es que “la familia” esté en crisis, es una determinada modalidad de familia la que sufre la llamada “crisis de crecimiento” al abrirse a otras formas de familia.

La familia, en sí misma y en todas sus formas, es un gran valor que tiene una enorme importancia para cada ser humano, precisamente por la función educativa de los padres.

El matrimonio estará en crisis si los padres no quieren adaptarse; la ausencia de valores que configuren patrones de comportamiento acaba desintegrando la vida matrimonial y familiar. Son, por tanto, los padres quienes deben adaptar los valores matrimoniales y familiares a su situación concreta, sabiendo que la familia educa más por lo que “hace” que por lo que “dice”. La familia es el ámbito donde el valor del ejemplo adquiere su dimensión más profunda.

La familia abierta a las nuevas formas debe abrirse a nuevos valores, alejados del fundamentalismo excluyente, capaces de adaptarse a los nuevos tiempos, de superar los prejuicios y de favorecer el papel fundamental de la familia en la construcción de la personalidad de los hijos y su integración en la sociedad.

C2º.3.- La familia educa en valores para ser personas

Educar en valores para que los hijos sean personas implica una serie de características:

Considerar a cada hijo como un ser único, especial e irrepetible que es aceptado, valorado y querido por ser lo que es y como es.

Reconocer y respetar la dignidad de todos los seres humanos. Aceptar a cada persona como el valor supremo de las realidades humanas. La convivencia y la paz entre los pueblos se fundamenta en el reconocimiento general de los valores que conforman la dignidad humana.

Acompañar y guiar a cada hijo en su trayectoria vital para que descubra el lado bueno o malo de las personas y de los acontecimientos e interiorice, libre y razonablemente, su propia escala de valores.

Contemplar para cada hijo su educación integral, que potencie todos sus valores y desarrolle todas sus posibilidades.

Los hijos, antes de tomar una decisión, deben aprender a sopesar y asumir las consecuencias de la misma. Para bien o para mal, todas las decisiones humanas tienen sus consecuencias.

6ª Educar para lograr personas libres es llevar a los hijos a su propia madurez. Para lo cual hay que respetar su personalidad, la forma de ser de cada uno; escucharlos y atenderlos en un clima de cálido afecto; poner normas, no de forma autoritaria sino que ayuden en cada momento a descubrir el camino mejor y asumirlo con responsabilidad.

Formar personas es educar para vivir en apertura hacia los demás. El ser humano es un animal social. Los padres deben educar a sus hijos en una comunidad (la familia) abierta y solidaria para ayudarlos a adquirir la capacidad de vivir en otra comunidad (la sociedad), llena de oportunidades y, también, de peligros y trampas.

Frase para recordar: “Educar es formar personas aptas para gobernarse a sí mismas, y no para ser gobernadas por otros”.


C3º: VALORES PERSONALES

Los valores personales son los que atañen a la forma de ser de la persona.

La vida es el valor humano fundamental y la supervivencia del ser humano es la finalidad última de los valores humanos, como prueba el instinto de conservación. Todos tendemos a mantener y desarrollar nuestros valores en la búsqueda de un creciente bienestar propio e, incluso, de la comunidad a la que pertenecemos, lo que nos catapulta en la dimensión de la universalidad de los valores.

C3º.0.- ¿Se puede vivir sin valores?

No, si se quiere vivir como personas.

Los seres humanos, aunque en grados muy diversos, reflexionan, piensan y planifican su vida, es decir, emiten juicios sobre la bondad o maldad de las personas, de las cosas y de las realidades de su entorno; así establecen sus valores y su guía de conducta.

Gran parte de los problemas del hombre de hoy radican en que muchos ponen como guía práctica y real de su vida los antivalores, aunque pretendan en su interior conservar una escala de valores. Se cumple el principio: “El que no obra como piensa, termina pensando como obra”.

Tanto los valores como los antivalores se aprenden, fundamentalmente, en el ámbito de la familia y se incrementan en el social.

Es frecuente y habitual observar conductas egoístas en los niños de uno a los seis años, que quieren satisfacer sus necesidades de modo inmediato, sin tener en cuenta las de los demás (porque no están todavía capacitados).

Esta conducta egoísta forma parte del normal desarrollo evolutivo para afianzar el yo personal; más tarde, el mismo desarrollo evolutivo permite refinar las habilidades sociales y crear empatía con sus semejantes.

Esta maduración iniciada en la niñez, continúa en la infancia y la adolescencia hasta culminar en la edad adulta con la interiorización de sus valores personales, jerarquizados en su propia escala.

Hay valores personales que perduran toda la vida y otros que cambian apara adaptarse mejor a las necesidades de cada momento.

El conjunto de valores de un individuo puede resultar atrayente a otros. Surge así la afinidad y, a veces, la coincidencia en la búsqueda de un objetivo común, lo que puede dar pie a la formación de grupos: parejas, amigos, grupos deportivos o políticos.


C.1.- La alegría

La segunda acepción del Diccionario define la alegría como el “estado de ánimo habitual del que se siente bien en la vida”.

Alegría de vivir es amar la vida y reflejar esta emoción en todas nuestras acciones. Es un valor a adquirir e incorporar a nuestra manera de ser, a nuestra personalidad.

El sentido de la alegría, de la fiesta y de la esperanza son el mejor antídoto contra el desencanto, la frustración y el escepticismo; los atacados por estos antivalores “están de vuelta de todo” y “pasan de todo”; vivir el desencanto es vivir en la tristeza y carecer de alegría.

El sentido de la alegría no es escabullirse de las responsabilidades y dificultades de la vida, sino afrontarlas con entusiasmo, ocuparnos en buscar soluciones y no vivir amargados por lo que no depende de nosotros.

Ocúpate con alegría en todo lo que de ti dependa y despreocúpate de lo que no dependa de ti. Vivir con alegría es sembrar optimismo y positividad, ver siempre el lado bueno de las cosas.

La familia es el ámbito adecuado para que los padres vivan en alegría y la contagien a sus hijos. ¡Felices los padres que saben hacerlo!

Frase para recordar: “Gran ciencia es engendrar alegría porque, sin ella, toda existencia es baldía”.

C.2.- El autocontrol

El autocontrol es la capacidad de la persona para controlar sus emociones e impulsos.

Los seres humanos queremos llevar las riendas de nuestra vida, lo que implica poseer un elevado índice de autodominio.

C3º.2.1..- El autocontrol se adquiere

Es un valor que adquiere forma a medida que el ser humano crece en edad y en inteligencia y se hace más responsible, autónomo y maduro.

Al autocontrol se accede por dos sendas:

1ª Senda: El conocimiento objetivo de uno mismo

Para lograr un conocimiento realista y objetivo de uno mismo es imprescindible la autorreflexión. Vivimos abocados al exterior, siempre mirando hacia fuera, con olvido de nuestra realidad interior.

La reflexión sincera y profunda escudriña los sentimientos, los valores y las actitudes, da paz al espíritu y nos hace conocer nuestra propia realidad que, contemplada desde nuestra escala de valores, servirá de referencia para nuestra conducta.

A veces nos quejamos de la ausencia de valores en el mundo de hoy, pero olvidamos que esa carencia se debe a que no se cultiva la vida interior, la autorreflexión. Nos conocemos mal o no nos conocemos porque preferimos engañarnos a nosotros mismos antes que enfrentarnos a nuestra realidad interior.

Preferimos seguir sin valores, sin convicciones, cual veletas fáciles de manipular movidas por los antivalores de la ambición, las riquezas, la fama o el afán de aparentar.

La reflexión permite descubrir las cualidades relevantes, las que refuerzan la autoestima e impulsan a la realización de nuestros sueños, las que nos libran del desánimo y la autocompasión al contemplar nuestras limitaciones.

Permite averiguar lo que podemos y lo que no podemos hacer para nuestros ideales, apoyados en los valores que vamos descubriendo.

Permite también descubrir los contravalores, las carencias y limitaciones, y posteriormente, analizarlas y canalizarlas para lograr que no sean un obstáculo.

2ª Senda: El poder de la mente sobre los impulsos.

Es cuestión de ejercitarse. Pensar antes de hablar y actuar, no permitir que los sentimientos excitados te saquen de quicio. Con voluntad firme y decidida se puede lograr.

Si se logra una vez, se puede lograr otra y otra...hasta convertirlo en hábito. Se trata de convertir los posibles fracasos en peldaños para subir la próxima vez, y no usarlos para bajar.

La serenidad, la calma y el poder mental, activados por la relajación, harán posible la objetividad y el juicio sereno. Contra la ansiedad, el nerviosismo y la tensión, activemos la relajación física y mental, que es el antídoto natural más efectivo.

Frase para recordar: “Si estás disgustado, antes de hablar, cuenta hasta diez y hasta cien si estás colérico”.


C3º.3.- La autoestima

C.1.- Definición

Se define como la valoración que hace la persona de su valía personal y de sus cualidades y defectos.

La autoestima se manifiesta en lo que pensamos y sentimos sobre nosotros mismos.

Desde la más tierna infancia vamos edificando nuestra imagen, el sentido de nosotros mismos, sirviéndonos de los mensajes de nuestros padres, hermanos, familiares y educadores. Creemos que somos tal como ellos nos consideran.

La base de la autoestima es una gran cantidad y variedad de pensamientos, sentimientos y, experiencias acumuladas durante toda la vida, en especial durante la infancia y adolescencia. Ese conjunto da al individuo el concepto de su valía o la percepción negativa de su realidad.

C3º.2.- Importancia de la autoestima

La autoestima afecta a todas las facetas de la vida, como el motor de un coche afecta al rendimiento del mismo.

Necesitamos estar a gusto con nosotros mismos para desarrollar el potencial que encierran nuestros valores positivos y afrontar los retos denuestros antivalores.

Todos los especialistas están de acuerdo en que la autoestima se apoya en estas creencias:

Sentirse querido incondicionalmente. En la familia hay que lograr que los hijos sientan este amor, con independencia de que tengan mejores o peores aptitudes, corportamientos o calificaciones escolares.

El mensaje frecuente de los padres debe ser: “Te quiero, hijo, y creo en ti”. El corazón se esponjará cada ves que lo oiga.

Sentirnos dignos del amor que recibimos, simplemente, por ser quienes somos, hijos o hermanos. Este sentimiento da equilibrio a la propia personalidad y tiende a ser reproducido sobre los demás.

El sentimiento de la propia valía. Brota directamente del amor incondicional recibido y de sertirnos dignos de él. Todo junto construye el valor de la seguridad, tan importante para todos, en especial, para los niños.

C3º.3.- Autoestima alta o baja

Depende de la escala de valores de la persona

Es determinante que la escala sea de valores personales positivos, que impliquen crecimiento, desarrollo y plenitud personal.

Depende de cómo se sienta la persona, de cómo se vea con esos valores. El estado interior de la persona indica si los valores que rigen su vida son los correctos, los que le hacen feliz o desgraciada.

Elevar la autoestima de cualquier persona es una tarea muy noble, un regalo muy valioso, la forma más segura de contribuir a su felicidad.

Sugerencia: Haz tu lista de valores con los que creas que son los más indicados para sentirte bien y ordénalos según la importancia que des a cada uno. Trata de ponerlos en práctica y tu autoestima estará alta.

Autoestima a cero

No me resisto a escribir algo sobre la autoestima a cero, caso desgraciadamente muy frecuente por la injerencia de una tercera persona. Me refiero a la pareja que convive con un maltratador.

Para el maltratador la pareja es un objeto de su posesión, al que hay que controlar, manipular y hacer que dude de su memoria, su percepción de los acontecimientos e, incluso, de su propia cordura.

La pareja de un maltratador presenta un cuadro lamentable: Se siente denigrada, dependiente, anulada, culpable e insegura. Su autoestima está a cero.

Frase para recordar: “Tú vales mucho, no lo olvides; puede que alguien no lo olvide y quiera anularte. ¡Lucha, no lo permitas, porque vales mucho!”.


C3º.4.- La coherencia

C3º.4.1.-¿Qué es la coherencia?

Se puede definir como “cualidad de las cosas cuyas partes se relacionan unas con otras sin contradicciones”. Aquí tratamos la coherencia como un valor personal, por tanto, una persona es coherente cuando no hay contradicciones entre su conducta y sus principios o valores.

Las contradicciones se manifiestan de muy diversas maneras:

C.4.2.- En el ámbito privado

No soy sincero consigo mismo. Sé lo que siento y lo que realmente soy, pero no quiero admitirlo y busco falsos argumentos para engañarme. Es un falso engaño, pues, en lo profundo de mi ser, sé quién soy, no me puedo engañar.

C.4.3.-En el ámbito social,

Muestro una forma de ser distinta de la verdadera. Mis hechos contradicen a mis palabras. No digo la verdad, la oculto y trato de engañar a los demás, a veces, sólo por quedar bien con mi interlocutor.

Es frecuente en las personas públicas prometer lo que saben que no pueden cumplir, mentir descaradamente y ocultar la realidad. Todo vale, ¡qué desgracia!, con tal de conseguir unos cuantos votos que aúpen al puesto deseado en el que puede seguir mintiendo, engañando y a veces, robando.

C3º.4.4.- En el ámbito religioso

Hay quien es cobarde para manifestar en público su fe religiosa. Hay quien separa su vida religiosa y su vida pública, como si fuesen dos personas distintas. Hay quien dice: creo, pero no practico; si lo pensamos bien, concluiremos que tampoco cree.

C3º.4.5.- Beneficios de ser coherentes

La persona coherente consigo misma por ser honesta y fiel a sus valores goza de paz interior.

Sus relaciones con otras personas son firmes y sólidas, pues están basadas en la confianza y en la sinceridad.

De la coherencia surge la libertad para mostrarnos tal cual somos, surge la autoestima por la verdad interior manifestada. La coherencia muestra el grado de madurez de la persona.

La coherencia en la vida de una persona aumenta su prestigio personal, profesional y moral y garantiza la estima, el respeto y la confianza de los demás. Se convierte en un ejemplo a seguir.

C3º.4.6.- Perjuicios de la incoherencia

La incoherencia es una falta de respeto hacia uno mismo y hacia los demás.

La incoherencia muestra la debilidad de carácter por avergonzarse de cosas que interiormente se consideran correctas.

La incoherencia, a veces, está camuflada en un falso reconocimiento social de unos supuestos talentos que no aparecen en la vida privada, pero con el tiempo se manifestará su carencia y mezquindad.

La incoherencia produce desconfianza. Es un mundo en el que nadie se fía de nadie.

C3º.4.7.- Aprendiendo a ser coherentes

Así como el mar es la suma de pequeñas gotas de agua, la coherencia es la suma de actos de pequeña importancia que rezuman fidelidad a sí mismo, que ayudan a conocerse, a buscar y seguir el sentido que cada cual quiere dar a su vida.

Toda persona necesita unos argumentos, unas razones para perseguir los proyectos y metas que llenen de contenido su existencia. Al finalizar la adolescencia, esto debe estar ya bastante definido y saber si lo que se propone hacer le acerca o aparte de esa meta, le facilita o dificulta ser fiel a sí mismo.

Los valores se aprenden y se refuerzan a lo largo de toda la vida. Es cuestión de conocimiento de los valores y de fuerza de voluntad para adquirirlos. Las personas deben marcarse metas y, para conseguirlas, tratar de conocerse a sí mismos y apoyarse en los valores positivos, los que dan sentido a su vida.

A continuación practicar esos valores y seguir el sentido marcado, tanto en las pequeñas como en las grandes cosas y así, practicando la coherencia, lograr que la vida merezca la pena de ser vivida.

Frase para recordar: “El incoherente funciona como una escopeta de perdigones: piensa una cosa, siente otra y sus actos se dispersan sin dirección”.


C3º.5.- La pertenencia

Es la satisfacción de una persona por sentirse integrante de un grupo. Es un tipo de amor y respeto, cuidado y servicio, hacia aquello que reconocemos importante para nuestra identidad y arraigo.

La pertenencia está relacionada con la identidad (¿quién soy? ¿de dónde vengo?) y con la autoestima (me siento orgulloso de quién soy y de dónde vengo), con la seguridad y la aceptación de sí mismo.

La pertenencia supone el desarrollo por el individuo de una actitud consciente respecto a otras personas, a las que considera sus pares, en las que se ve reflejado por identificarse con sus valores, creencias o costumbres.

La identificación con los valores de una familia o de un grupo es la que genera la pertenencia.

La familia da identidad al darnos los apellidos que nos conectan con las raíces familiares, con la historia de nuestros padres, abuelos y antepasados, con los lugares donde vivieron y los trabajos que desempeñaron.

La pertenencia hace que, entre los miembros de la familia o del grupo, puedan surgir la generosidad, la empatía y la reciprocidad.

La familia gana cuando todos y cada uno de sus miembros se sienten “en su casa”. Padres, hijos y abuelos contribuyen al proyecto común, nadie es anulado.

Sentirse “de casa” es asumir todos las alegrías y las penas de cada uno; es asumir que, incluso las peleas, no serán motivo de separación sino de futura reconciliación.

La frase: “Sentido de pertenencia significa amar el sitio en el que vivimos y nos realizamos”.


C3º.6.- La responsabilidad

¿Qué es la responsabilidad?

Entre las diversas acepciones tomamos la guiente: "valor que permite a las personas reconocer y asumir las consecuencias de sus actos".

El ser humano tiene libertad de elección en cada uno de sus actos: hacer o no hacer; hacerlo bien o hacerlo mal. Todo acto libre produce unas consecuencias, ser responsible es asumir esas consecuencias. Así entendida, la responsabilidad es el complemento necesario de la libertad.

La responsabilidad se enseña desde la infancia. Tanto en la familia como en el colegio, se busca educar en valores. Una de las frases que todos los niños y adolescentes (ellos y ellas) han escuchado es “tienes que ser responsable”.

En cada etapa de su vida, ellos y ellas deben aprender los valores e incorporarlos a su personalidad. ¿Cómo enseñar a los hijos a ser responsables?

C3º.6.1.- Beneficios de ser responsables

A) El primer beneficio que obtiene cada adolescente y adulto es poder definir la dirección de su propia vida, los objetivos y metas a conseguir y el camino a emplear.

B) El que es responsable adquiere, día a día, mayor confianza en sí mismo y en su toma de decisiones.

C) El que es responsable tiene mayor facilidad para la práctica de los valores, sean éstos personales, familiares, cívicos o religiosos.

D) El que es responsable se gana la confianza de los padres, educadores amigos y conocidos. A todos nos gusta y nos da seguridad rodearnos de personas responsables.

C3º.6.2.- Responsabilidad y culpabilidad

Son dos cosas muy distintas. Con frecuencia nos sentirnos responsables de algo y, al mismo tiempo, sentimos que “no es culpa nuestra”. Sólo somos responsables de las decisiones, resultados o situaciones que podemos controlar. Si, pudiendo controlarlas, no lo hacemos, es natural que nos sintamos culpables.

La misma regla hay que aplicar cuando se trata de culpabilizar a otra persona. Antes hay que preguntarse si obró de forma intencionada o no, si hizo todo lo que pudo o no para cumplir con su responsabilidad.

Frase para meditar: “Cuando un hombre señala a otro con el dedo debe recordar que cuatro de sus dedos le apuntan a él”.


C: VALORES FAMILIARES

Dada la cantidad de valores familiares, es imposible reflexionar sobre todos en un único artículo, en éste lo haré únicamente sobre seis valores familiares.

C4º.1.- El amor

Sin amor la vida se hace insoportable. El matrimonio sin amor no es matrimonio, es otra cosa.

Los antiguos griegos tenían la palabra "storgé" para designar el amor entre los miembros de la familia.

El amor es el motor que mantiene unida a la familia, es el ingrediente principal de la relación de pareja, del crecimiento y del desarrollo integral de los hijos. Amar es aceptar sin condiciones.

Todos necesitamos amar y ser amados.

Amor o utilitarismo es la disyuntiva del matrimonio. El amor se manifiesta en la vida afectiva de los esposos, en la amistad conyugal y en la educación de los hijos.

C4º.1.1.- Gratuidad del amor:

Estamos inmersos en un sociedad de consuma masivo, todo se compra y se vende, todo tiene un precio. Oferta y demanda.

Las multinacionales dictan la ley. Gracias a Dios, sigue habiendo ámbitos en los que las cosas no se valoran por lo que cuestan, ni por su rentabilidad sino por su gratuidad, por lo que conlleva darlas sin esperar nada a cambio.

La familia es un ámbito privilegiado de gratuidad.

En la familia no solamente se actúa con la cabeza, se dan muchas situaciones, las que más calan, las que más van a perdurar, que brotan directamente del corazón, del amor sin límites.

C4º.1.2.- La gratuidad respecto a los hijos

¿Cuánto vale una caricia? ¿Cuánto vale el cuento o el beso antes de dormir? ¿Y el tiempo de ayuda para hacer los deberes? ¿Y las horas de desvelo cuando está enfermo? ¿Y los permanentes cuidados? ¿Y los consejos? ¿Y cuando un nietecito dice “te quiero” al abuelo? Etc., etc., etc..

Los hijos, al principio por su edad y después porque no piensan en ellas, no tienen presentes estas cosas. Las tendrán muy presentes cuando sean ellos el padre o la madre.

C4º.1.3.- La gratuidad respecto al cónyuge

Cuando decidieron unir sus vidas, cada uno aportaba su historia, sus costumbres, su forma de ser y ambos hicieron un esfuerzo “de ajuste y de encaje”. De dos historias individuales crearon una común; parecida, pero distinta a las anteriores.

Para ese encaje y ajuste fue necesaria mucha gratuidad y mucha generosidad. Las mismas que mutuamente se regalan para darse espacios de libertad, o para no forzar la entrada de la privacidad, o para dialogar con afecto y sinceridad, o para….

En el fondo, no es cierto que la gratuidad sea dar algo sin recibir nada a cambio”. No es tal, sí se recibe algo a cambio, y mucho más de lo que se da.

La gratuidad es un manifestación de amor y, ya sabemos ...”amor con amor se paga”. Lo recibido supera con creces lo dado.

Bien se comprueba esto diariamente en el ámbito familiar y en los numerosos voluntarios de las ONGs que prestan tantos servicios. Siempre dicen que “reciben mucho más de lo que dan”.

Frase para recordar: "Tener un lugar para ir es tener un hogar. Tener alguien a quien amar es tener una familia. Tener ambas cosas es una bendición".

C4º.2.- El diálogo

Aprender a dialogar tiene gran importancia en la familia. Los hijos aprenden a dialogar “viendo” cómo dialogan sus padres: hablan los dos, pero no se interrumpen, ni gritan (los gritos imponen pero no convencen); se miran a los ojos porque son totalmente sinceros.

No se puede hablar de diálogo cuando no hay sinceridad, cuando se miente o se oculta la verdad. De cara a los hijos es sumamente importante “cómo enseñarles a decir la verdad”.

El diálogo debe estar siempre presente en la familia, entre otras razones, porque favorece la comunicación, la tolerancia, el conocimiento del otro y de sus circunstancias.

El diálogo familiar no es un monólogo de uno de los padres y el silencio del otro; tampoco es un monólogo del padre o de la madre y el silencio de los hijos.

Los hijos necesitan que los padres les hablen y que les escuchen. En muchas circunstancias esperan más ser escuchados. Es primordial que la familia tenga todos los días un tiempo reservado para conversar.

En familia se puede y debe hablar de todo; pero, sin olvidar la máxima: “Debate las ideas, pero respeta a las personas".


C4º.3.- La seguridad

Para que se produzca el desarrollo integral del niño es imprescindible que viva en un ambiente de seguridad psicológica, es decir, en un ambiente donde, interiormente, él se sienta querido y aceptado tal como es, donde se le escuche, respete y valore.

La seguridad genera autoestima hacia sí mismo y confianza hacia los demás. El niño seguro corresponde con sentimientos de afecto hacia los seres por los que se siente querido; vive feliz y confiado.

El adolescente inseguro necesita buscar fuera del hogar la aceptación que se le niega en su hogar, necesita llenar su vacío de autoestima. Corre el riesgo de caer en compañías poco o nada recomendables.

Es labor imperiosa de los padres procurar que su hogar sea un espacio de seguridad y de aceptación.

Una frase para meditar: “La seguridad de la familia no está en el depósito de la cuenta bancaria sino en los pequeños depósitos de afecto y atención en la cuenta del amor”.


C4º.4.- El sentido crítico

C4º.4.1.- ¿Qué es el sentido crítico?

El sentido crítico es aprender a pensar, analizar, comprender e interpretar el mundo que nos ha tocado vivir.

En toda la historia de la humanidad, nunca ha habido un acceso tan inmediato a la información; los adolescentes disponen de dispositivos informáticos en los que pueden recibir todo tipo de información de cualquier parte del mundo. ¡Para bien o para mal, es el gran logro de la ciencia de la comunicación!

Ante tal avalancha de información, se impone la actuación prudente de los padres para que sus hijos reciban una información que coopere a su crecimiento integral como personas y de la que no resulten perjudicados. Hay filtros de control parental al efecto, pero, en este momento no me refiero tanto a elllos cuanto a la educación del sentido crítico, como tarea fundamental de los padres y educadores.

C4º.4.2.- Importancia del sentido crítico

Hoy todo se imita, todo se copia. La radio y la televisión traen a nuestro salón y a los dispositivos electrónicos de nuestros hijos todo lo que acontece. Por eso, hoy resulta imprescindible que toda persona adquiera el sentido crítico.

El sentido crítico abre los ojos a la realidad, ayuda a contrapesar las opiniones, a discernir entre lo verdadero y lo falso, lo importante y lo accidental, lo necesario y lo superfluo. Ayuda a no dar como verdadero todo lo que leemos, oímos o vemos y, ante las divergencias, escuchar a unos y a otros e indagar la verdad.

La educación del sentido crítico proporciona a los niños y adolescentes una herramienta muy poderosa contra los comportamientos imitativos tan en boga en esta sociedad, frente a los que son tan vulnerables.

Tener sentido crítico es una condición “sine qua non” de todo el que quiera valorar la realidad personal, familiar y social para asumirlas honestamente.

C4º.4.3.- Desarrollo del sentido crítico

Todas las personas tenemos la capacidad de pensar, pero el sentido crítico es un valor que debe aprenderse.

Los padres deben enseñar a sus hijos a que se planteen la fiabilidad y la veracidad de las fuentes de la información que reciben. Son los hijos los que deben aprender a diferencias lo que es fiable y lo que no, lo que es una información completa y la incompleta, sesgada o malintencionada. Hecho esto, podrán emitir su propio juicio sobre la misma.

C4º.4.4.- ¿Cómo enseñar a adquirir el sentido crítico?

A) Ante múltiples situaciones, pregunta a tu hijo: ¿tú qué opinas? ¿de dónde has sacado esa información?

B) Comparte tu forma de pensar con tus hijos desde que éstos tengan capacidad para entenderte.

Comparte con argumentos, con razones ordenadas expresadas de forma indicativa y no imperativa. Analiza con ellos películas, noticias, anuncios publicitarios, etc. Propón nuevos puntos de vistas, nuevos ángulos para enfocar la realidad. Procura llegar al fondo del tema; quedarse en lo anecdótico y superficial no contribuye a la creación del sentido crítico.

Comparte y ellos compartirán contigo, es la enseñanza insustituible del ejemplo.

C) Respeta su espacio, su entorno, su forma de expresión. Es imprescindible que el adolescente se sienta cómodo para poder compartir e, incluso, debatir.

Frase para meditar: “Cuando se dice que todos piensan igual, lo que sucede es que uno piensa y los demás acatan”


C4º.5.- Ser frente a tener

Los miembros de la familia se valoran por lo que SON, no por lo que tienen. Vivimos en una sociedad en la que para muchos el valor fundamental es el TENER y, en consecuencia, valoran a las personas más por lo que tienen que por lo que son.

En el ámbito familiar, los padres deben resaltar el valor de la persona y su dignidad; resaltar el ser frente al tener. En su tarea educativa diaria, presentar a sus hijos el valor del ser y expresarlo tanto con sus palabras y juicios como con sus ejemplos.

La mejor inversión es la hecha en la formación intelectual de los hijos y en su educación en los valores que los hagan más y mejores personas.

Siempre he pensado que la mejor herencia que se puede dejar a los hijos es un buen bagaje de valores positivos. Estos valores son la verdadera riqueza de las personas, los que expresan lo que realmente son y cuya conservación y aumento depende de uno mismo y no de los avatares de la sociedad. Así la familia es formadora de personas.

No sucede lo mismo con los valores económicos que, por depender de variables que el individuo no puede controlar (la bolsa, el clima, las decisiones de los gobiernos, la economía global, etc.) lo mismo suben que bajan, van bien o mal, ganan o pierden.

Frase para meditar: No es verdad aquello de “tanto tienes, tanto vales”; mejor sería decir: “tanto eres, tanto vales”.


C4º.6.- La solidaridad

En esta sociedad tan egoísta y agresiva las personas tendemos a refugiarnos en el individualismo como sistema de defensa.

La familia está entre el individuo, al que debe educar y defender, y la sociedad en la que está integrada y con la que debe ser solidaria.

La mejor manera de obtener ambos cometidos es destacar ante los hijos el sentido solidario de la existencia humana, que los problemas y necesidades de los demás son nuestros problemas y necesidades.

La familia solidaria se abre a los demás, se comunica con ellos, comparte con ellos lo que es (su escala de valores) y lo que tiene (amistad, tiempo, conocimientos y bienes).

Cuando toda la familia participa en acciones sensibles hacia las necesidades de los demás (paro, hambre, injusticias, marginación, violencia, etc.), está poniendo en valor la solidaridad y, como consecuencia, haciendo que los hijos se eduquen en ese valor.

Frase para recordar: “El mayor logro de una persona es aliviar el peso de sus semejantes”.


C5º: VALORES CÍVICOS

La agrupación de los valores en personales, familiares, cívicos y religiosos, es un tanto artificial, pues todos ellos, en la medida en que contribuyen al desarrollo integral de la persona lo hacen al de la sociedad.

La peculiaridad de los valores cívicos es que tienen como finalidad el desarrollo integral de la comunidad a la que pertenece.

C5º.0.- Fundamento de los valores cívicos

El fundamento es:

1º La conciencia de la dignidad de toda persona.

2º La pertenencia a una comunidad local y global.

3º El compromiso activo para conseguir una sociedad más justa.

Entre los muchos valores cívicos, hago mi reflexión sobre estos seis:

C5º.1.- La convivencia

Remito a mi artículo: La convivencia matrimonial, familiar y social.


C5º.2.- La igualdad


C5º.2.1.- Fundamento de la igualdad

La igualdad se fundamenta en el reconocimiento de la igual dignidad de todos los seres humanos, por el hecho de ser humanos, lo que confiere una serie de derechos fundamentales inviolables.

La dignidad de la persona es un valor superior a cualquier ley e inalterable por razón de las circunstancias.

C5º.2.2.- La igualdad entre mujeres y hombres

La creencia generalizada por todos los pueblos era que “la mujer es por naturaleza inferior al hombre”. Hasta mediados del siglo XIX no se produce la revolución en cuanto a las ideas sobre la mujer y su papel en la sociedad. Comparada con los largos siglos y hasta milenios de sumisión de la mujer al varón, puede decirse que la historia de la búsqueda de la igualdad entre ambos apenas ha comenzado.

John Stuart Mill, en su obra “La esclavitud de las mujeres”(1869) abordó el tema de la desigualdad entre mujeres y hombres como “uno de los principales obstáculos para el progreso de la Humanidad”, obstáculo que debe ser superado mediante “una perfecta igualdad, sin privilegio ni poder para un sexo ni incapacidad alguna para el otro”.

En lo que se refiere a nuestro país, se puede decir que en los últimos cuarenta años, las mujeres españolas han protagonizado el mayor avance de toda su historia.

C5º.2.2.1.- El principio de igualdad

El principio de igualdad es la garantía general de un trato igual y no discriminatorio de las personas por parte de los poderes públicos. Esta garantía se despliega en dos niveles: igualdad a la hora de establecer una disposición fijando los derechos y obligaciones, y a la hora de aplicar esa disposición.

El principio de igualdad supone el reconocimiento a cada persona de su derecho individual a la igualdad de trato y a la no discriminación. Los poderes públicos deben ser garantes del principio de igualdad y atender a la mejora de las condiciones de vida de todos, en especial de las personas y grupos más desfavorecidos social, económica o culturalmente.

C5º.2.2.2.-La discriminación

Es una situación en la que una persona o grupo es tratada de forma desfavorable a causa de prejuicios raciales, religiosos, ideológicos, políticos, sexuales, laborales, o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

C5º.2.2.3.-La discriminación positiva

Dadas las desventajas tradicionales de la mujer frente al hombre, el principio de igualdad exige “una discriminación positiva en favor de la mujer”.

La igualdad no implica uniformidad total. Todos somos diferentes por constitución biológica y porque ésta ha tomado perfiles diferentes en los procesos de crecimiento, culturales y sociales.

La igualdad implica “un trato igual entre iguales” y por tanto, “un trato desigual entre desiguales”. Esto quiere decir que, mientras que las mujeres por sus desventajas tradicionales sean desiguales a los hombres, deberán tener una discriminación positiva, hasta lograr la igualdad entre ambos como personas.

C5º.2.2.4.- Iigualdad e identidad de sexos.

Se trata de una igualdad respetuosa con la diversidad e integradora de lo específico de mujeres y hombres, que corrija la tendencia a la imposición generalizada del modelo masculino. La igualdad tiene como raíz y fundamento la dignidad como persona, del hombre y de la mujer.

Esa dignidad exige la igualdad de trato en cuanto a derechos y obligaciones, e incluso un trato más favorable cuando las condiciones personales sean un obstáculo para la igualdad real de oportunidades. No obstante, esa igualdad no permite ignorar la diferencia entre sexos, no sólo de carácter físico sino también psicológico.

Las diferencias entre hombre y mujer no derivan solo del contexto cultural en el que se han desarrollado sino que tienen un fundamento genético. Reconocer este planteamiento ayuda a remover las barreras que impiden la plena integración de la mujer en la sociedad, sin renunciar a ser ella misma. La integración no puede interpretarse como asimilación de ambos sexos.

C5º.2.3.- Igualdad de derecho

Son muy numerosas las directivas y manifestaciones existentes de diversos organismos europeos y nacionales para promover la igualdad de derecho entre las mujeres y los hombres.

He aquí algunos de los temas más significativos:

C5º.2.3.1.- En el ámbito laboral:

Igualdad de oportunidades de acceso al empleo, igualdad retributiva para puestos de trabajo de igual valor, igualdad de acceso a la formación y formación profesional, igualdad en las condiciones de trabajo, lucha contra el acoso sexual, participación equilibrada de mujeres y hombres en la toma de decisiones, etc.

C5º.2.3.2.- En la vida familiar

Combatir la violencia ejercida sobre mujeres, niños y adolescentes. Esta violencia ha llegado a cotas tan altas que, no sólo a las mujeres sino también a los hombres se nos hace insoportable. Mujeres y hombres hemos de unirnos y gritar muy fuerte:

¡Basta ya! ¡No queremos más asesinatos!

Los hombres maltratadores de mujeres, que son los futuros asesinos, merecen toda nuestra repulsa y desprecio porque tratan a las mujeres comos una posesión. Deberían entender que ninguna persona es posesión de nadie. Lo contrario es salir de la civilización y volver a la selva.

Conciliación de la vida laboral y familiar. La mujer ha conquistado su derecho al trabajo fuera del hogar y en muchos casos (por desgracia, no en todos) lo ejerce. Es intolerable que muchas mujeres, si quieren seguir trabajando, tengan que renunciar o aplazar la maternidad. Los legisladores deberían favorecer una perfecta conciliación de la vida laboral y familiar de las mujeres; sería, además, la mejor manera de aumentar el índice de natalidad, que es muy bajo en nuestro país.

Reparto equitativo de las tareas del hogar.

Cuando las mujeres permanecían en el domicilio, era lógico que ellas hiciesen las tareas del hogar. La situación,por suerte, ha cambiado y ahora tanto la mujer como el hombre puede trabajar fuera. Si es así (lo digo porque la tasa de paro es muy grande), si los dos tienen trabajo, justo es que los dos se repartan las tareas del hogar.


C5º.2.4.- Igualdad de hecho

Por desgracia, se cumple lo del refrán que dice: No es igual predicar que dar trigo. No es igual legislar que aplicar las leyes. Queda mucho, tanto para legislar todo lo que necesitan las mujeres como para llevarlo a la práctica. ¡Hay que seguir remando!


C5º.3.- La libertad

El diccionario de la RAE define la libertad, en su primera acepción: “Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos”.

La libertad, considerada como facultad de DECIDIR es un valor definitorio de la persona, que le permite alcanzar su máxima grandeza o su mayor degradación. Es el don más valioso, el que le hace verdaderamente humano, pues toda persona es libre en lo más profundo de su ser.

La facultad de decidir está emparejada con la RESPONSABILIDAD, es decir, la persona que toma una decisión se hace responsable de la decisión y de sus consecuencias.

El ser humano es un ser en desarrollo que se construye y conforma a sí mismo en cada una de sus decisiones. Todas las decisiones dejan su huella en el interior del ser humano, más o menos profundas según la importancia de la decisión.

C5º.3.1.- Conquista de la verdadera libertad interior

Es ley de vida que el ser humano quiera liberarse de lo que bloquee su desarrollo normal e impida dar sentido a su vida. Descubrir en qué consiste la verdadera libertad es un proceso de la formación humana, un descubrir que, incluso en las circunstancias externas más adversas, el ser humano dispone en su interior de un espacio de libertad que nadie puede arrebatarle.

C5º.3.2.- Libertad exterior

C5º.3.2.1.- Primer nivel: “Poder moverse ”.

El bebé, en su cuna, tiende a moverse y se frustra si no puede hacerlo. El niño perfecciona sus potencias y la pone en acción; se frustra si no puede hacerlo. El adolescente exige cada día una cuota mayor de libertad de movimientos. El adulto desea desplegar su libertad en espacios ilimitados de tiempo y lugar para llevar a cabo sus proyectos, ilusiones y sueños.

De ahí proviene la angustia de los encarcelados, los cuales carecen de libertad para ejercitar sus potencias naturales. La cárcel se convierte en un encierro asfixiante.

La primera forma de libertad es la capacidad de ejercitar, sin trabas, las potencias naturales: caminar, ver, oír, hablar, pensar, proyectar, etc.

C5º.3.2.2.- Segundo nivel: “Que el objetivo sea posible ”.

El ejercicio de las potencias naturales está sujeto a “la libertad de lo posible”. Un objetivo es posible:

1º Cuando se tienen los conocimientos científicos y técnicos necesarios.

2º Cuando se dispone de medios económicos suficientes.

3º Cuando se puede elegir una de las diversas formas de llegar a dicho objetivo.

4º Cuando el uso de la libertad no limita las libertades de los demás.

En caso contrario, el objetivo es imposible.

C5º.3.2.3.- Tercer nivel : “El logro de la libertad interior”

El filósofo Diógenes dijo al emperador Alejandro Magno: “Sois el siervo de mis siervos”. ¿Qué quería decir? Alejandro había conquistado gran parte del mundo, pero no había conquistado su mundo interior, porque era siervo del miedo, la lujuria, el poder, la soberbia y la ira, cosas de las que Diógenes se había liberado.

Una persona que, como Alejandro Magno, pueda disponer de total libertad de movimiento (nivel 1º) y de todos los medios (lo cual es harto difícil) para que su objetivo sea posible (nivel 2º), podría pensar que ya es totalmente libre, pero, ¿lo es, de verdad? En el interior de cada persona pueden cohabitar los más altos valores y las miserias más profundas.

C5º.3.3.- No serás totalmente libre

Hasta que te liberes de tu mochila negativa repleta de miedos, dudas, represiones, manipulaciones, ansiedades, nerviosismos y tensiones. Recomiendo meditar lentamente lo dicho en Autocontrol ”.

C5º.3.4.- Serás totalmente libre cuando te centres en tu escala de valores positivos, veas qué valor ocupa el primer lugar porque es el que te entusiasma y da fuerza para realizarlo en tu vida.

Ecuerda lo dicho en el capítulo 1º, Nº 1 sobre la jerarquización, la escala y la carencia de valores .

Tu escala de valores debe ser motor y guía de tu vida, la que le dé pleno sentido y te lleve a la madurez como persona.

Para recordar: “Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En ese espacio está nuestro poder de elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta yace nuestro crecimiento y nuestra libertad”


C5º.4.- El respeto

Es un sentimiento de admiración, aprecio y reconocimiento hacia sí mismo o hacia los demás.

Hacia sí mismo: Se manifiesta cuando es uno mismo quien guía su vida, sus pensamientos y acciones.

El que se respeta a sí mismo se acepta tal cual es, con sus defectos y sus virtudes; ama la propia vida y las múltiples posibilidades que ésta ofrece. El respeto a sí mismo va unido a la aceptación y a la autoestima.

El que no se respeta a sí mismo se hace incapaz de respetar a los demás.

Hacia los demás: Se manifiesta cuando sentimos admiración, aprecio y reconocimiento por alguien con quien coincidimos en valores e ideas o, lo que es más difícil y meritorio, tener el mismo sentimiento a pesar de la no coincidencia.

Este segundo sentido nos lleva a ser tolerantes, a respetar a los que profesan una religión distinta a la nuestra o tienen un estilo de vida diferente al nuestro. Es el respeto a la persona diferente aunque puede darse el caso de no estar de acuerdo con las diferencia.

El respeto tiene que ver con la autoridad familiar, si se trata de hijos y padres o con la autoridad legal si se trata de los ciudadanos y los gobernantes.

C5º.4.1.- El respeto se aprende, se gana y puede perderse

Es un valor que se aprende en la familia desde los más tiernos años. Los padres no pueden exigir a sus hijos que los respeten sólo porque son sus padres. El respeto nace de forma natural cuando los hijos sienten admiración y aprecio por sus padres, porque los padres se lo ganan con su forma de proceder.

Exigir respeto conlleva una humillación o un castigo y termina en miedo. Ter miedo no es respetar.

Frase para el recuerdo: “Es un deber respetar las ideas de los demás, también es un deber mantener las propias.”


C5º.5.- La solidaridad

Prima hermana de la colaboración, la gratuidad y la generosidad. Es dar sin recibir nada a cambio. La familia solidaria es una piña, tanto en los tiempos felices como en los adversos. “Ser piña” no significa que todos tengan siempre las mismas ideas, sino que, aunque sean distintas, son capaces, por el amor que se profesan, de debatirlas con tranquilidad.

En palabras del Papa Francisco, “ de la fraternidad vivida en la familia nace la solidaridad, que no consiste únicamente en dar al necesitado, sino en ser responsables los unos de los otros”2

Responsables del crecimiento como personas, responsables de que todos reciban una buena formación y educación que les abra un futuro con esperanza de oportunidades reales para todos.

Los padres tenemos mucho que decir y enseñar a nuestros hijos en este campo de la solidaridad.

La solidaridad es inclusiva, se extiende también a los jóvenes desocupados, los llamados “ni ni”, porque ni estudian ni trabajan, los que tiene como único horizonte las adicciones, la depresión y la tristeza.

La solidaridad es un compromiso moral y de dignidad humana para todos los que disponen de suficientes recursos; no es una obligación; es una forma de combatir las carencia de unos y el egoÍsmo de otros. La generosidad solidaria es un puente que une y destruye los muros y barreras de la separación.

C5º.5.1.- Solidaridad es compartir:

Todos para todos en todo. Solidaridad es ayudar a cualquier ser humano en todo momento, en especial, en situaciones de desamparo.

Las solidaridad es uno de los grandes valores de nuestro tiempo. Abundan las necesidades y abundan las personas solidarias.

La solidaridad engloba otros muchos valores, como la bondad, el amor, la empatía. Ayudar a otros para que puedan educarse en valores es la mejor forma de construir un mundo mejor.

Para recordar: “Llevadera es la labor cuando muchos comparten la fatiga” (Homero)


C5º.6.- La tolerancia

C5º.6.1.- Tolerancia individual

Es la capacidad de un individuo para aceptar a una persona o a un grupo con valores diferentes a los suyos; reconocer, respetar y aceptar que hay diversas maneras de ser y actuar en las diversas razas, culturas y religiones.

Tolerar es escuchar al otro, comprenderle y respetar sus valores. El tolerante tiene conciencia de que el otro es un ser humano como él y, por tanto, establece una relación de diálogo con él.

C5º.6.1.1.- No es compartir ni claudicar .

El tolerante mantiene sus valores y principios como guía de su propia conducta y, al mismo tiempo, respeta los valores y principios diferentes a los suyos.

La tolerancia implica aceptación del diferente y capacidad de diálogo con el mismo. La tolerancia es la base de la buena convivencia entre personas diferentes por cultura, raza, religión o sexo.

C5º.6.2.- Educar para la tolerancia

La educación recibida en la familia es la puerta de entrada de la tolerancia y de todos los demás valores.

Educar para la tolerancia implica dar a conocer el mundo en que se mueven las personas consideradas diferentes. Conocer para educar, educar para ser tolerantes.

Educar para la tolerancia implica dotar a cada persona de unos valores fundamentales para su vida en sociedad, como son la responsabilidad, la capacidad de diálogo y de espíritu crítico.

C5º.6.3.- La tolerancia social

Es el conjunto de normas establecidas por los poderes político y social que son aceptadas, en mayor o menor grado, por el conjunto de la sociedad, para fijar el nivel de tolerancia hacia las personas que expresen actitudes diferentes.

La tolerancia social es una fuente de progreso entre los pueblos diferentes que comparten y desarrollan los conocimientos científicos ya adquiridos y se unen para nuevas investigaciones.

La tolerancia social es un valor básico para la convivencia pacífica entre personas de diferentes culturas, credos, razas y formas de vida. Debe ir acompañada de un fuerte espíritu crítico de las estructuras sociales para que amparen a las personas en cuanto a su libertad de pensamiento y libertad de conciencia.

C5º.6.3.1.-La tolerancia entre la Religión y el Estado

La práctica de la tolerancia social implica la separación de poderes entre la Religión y el Estado, cuyas estructuras sociales y políticas han sido en el pasado, y en diversos países siguen siendo, fuentes de intolerancia.

Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Estas palabras evangélicas reivindican la separación. A la regulación estatal pertenece la búsqueda del bien común de los ciudadanos, preservar sus vidas, libertades y propiedades. A la autoridad religiosa pertenece la regulación del culto y sus múltiples manifestaciones en la vida de los creyentes.

Ni las Religiones ni los Estados pueden coaccionar a las personas para que practiquen una determinada confesión religiosa, como hizo la Inquisición y como hacen actualmente los países islámicos.

La fe no cae en el ámbito del poder político o eclesial. La fe es un don de Dios, no una imposición de los hombres. A la fe se llega por el convencimiento y la aceptación personal. Los tormentos no producen fe sino miedo, terror y falsas conversiones.

Los Estados que admiten los Derechos Humanos deben ser aconfesionales y las confesiones religiosas deben aplicar entre ellas la tolerancia y el mútuo respeto para llegar al diálogo interreligioso.

C5º.7.- La intolerancia

Es el antivalor del que sólo admite su propia opinión y no acepta las de los demás. La intolerancia, en todas u cada una de sus esferas, está en la base de múltiples fricciones y conflictos.

El intolerante pasivo es el que simplemente ignora al otro, pasa del otro y de todas sus circunstancias.

El intolerante activo es el que pasa a la acción para contrarrestar (y, a veces, eliminar) al que no piensa como él.

La historia de la humanidad está llena de persecuciones y conculcación de los derechos humanos.

Se ha derramado mucha sangre por intolerancia. Hay muchos fanáticos políticos y religiosos que pretenden resolver los conflictos mediante la guerra y/o los atentados.

Los países civilizados tienen que reconocer los derechos individuales como origen, fin y limitación de la actividad estatal y tratar de desterrar toda clase de intolerancia.

Una buena frase: “Cuando conozco a alguien no me importa si es blanco, negro, judío o musulmán; me basta con saber que es un ser humano”. (Walt Whitman)


C5º.8.- Las formas del amor

La palabra amor (en latín, amor,-oris) abarca una gran cantidad de sentimientos diferentes basados en dos formas: La concepción egoísta, relacionada con el cuerpo y el mundo material y la concepción altruísta, relacionada con el mundo espiritual, la compasión y la colaboración.

El amor actúa como factor importante de las relaciones interpersonales. Los antiguos griegos tenían cuatro palabras que recogían cuatro formas del sentimiento del amor: ἀγάπη agápē, ἔρως érōs, φιλία philía y storgē.

C5º.8.1.- Amor a sí mismo:

Es un requisito para la autoestima y el desarrollo personal e indispensable para las buenas relaciones interpersonales.

C5º.8.2.- Amor incondicional (ἀγάπη agápē):

Es el amor altruista, que se profesa sin esperar nada a cambio. Es el amor espiritual predicado por diferentes religiones. Suele nacer de la educación recibida desde la infancia, y se basa en la fe. Se considera a Dios como la fuente de todo amor.

El amor-agapé supera el egoísmo, no se busca a sí mismo, sino que, una vez que ha descubierto al otro, se ocupa del otro y se preocupa por el otro, aunque eso conlleve renuncias y sacrificios.

Este amor-agapé abarca a toda la persona, en su cuerpo y en su espíritu, con una cota de nobleza de la que carece el amor puramente físico o corporal.


C5º.8.3.- Amor familiar (στοργή, storgē):

El amor-storgé se desarrolla principalmente entre los miembros de la familia. Los lazos de sangre, origen de este amor-storgé, llevan a los miembros de la familia a la práctica de una serie de valores familiares: la entrega, la gratuidad, la comunicación, la solidaridad, etc., etc. El amor familiar abarca dos formas:

Filial que se da entre padres e hijos y viceversa (y, por extension, entre descendientes y ascendientes). En el AT, el Libro de Rut es un cántico al amor entre Rut y su suegra Noemí.

Fraternal: El que se da entre hermanos; puede extenderse a otros parientes, excepto a los padres y descendientes. Nace del sentimiento de gratitud y reconocimiento de la familia y se manifiesta en la convivencia, la colaboración y la pertenencia.

En el NT, en Juan 11,1-44, se expone el amor profundo que existía entre Lázaro y sus hermanas, Marta y María.

C5º.8.4.- Amor de amistad:

Los antiguos griegos llamaron φιλία philía al sentimiento propio de la amistad.

En el AT, vemos el amor-amistad existente entre David y Jonatán (1 Samuel 18,1-4); que se robusteció en la adversidad (capítulos 19 y 29 del libro 1 Samuel) y duró hasta la muerte; David cantó en la elegía por Jonatán: “Angustiado estoy por tí, Jonatán, hermano mio carísimo. Tu amor era dulcísimo para mí, más que el amor de las mujeres” (2Sa 1,26).

En el NT, el mismo Jesús es protagonista de este amor-amistad: Lázaro está enfermo y sus “hermanas enviaron a decirle: Señor, el que amas está enfermo” (Jn 11,3). Llama “amigos” a sus discípulos y comparte con ellos los secretos de su Padre (Jn 15,15). El apóstol Juan, amigo fiel hasta la cruz, es “el discípulo a quien amaba Jesús” (Jn 13,23).

C5º.8.5.- Amor romántico:

Se funda en la expectativa de que un ser humano complete a uno y le colme de satisfacción y felicidad. Suele idealizar a la persona que ha de llenar la expectativa.

C5º.8.6.- Amor confluente:

Amor entre dos personas capaces de establecer relaciones de pareja. No tiene por qué ser único, ni para siempre, ni incondicional. Cada persona es completa en sí misma. Pretende la igualdad de la mujer y el hombre en las relaciones de poder y en cuanto al dar y recibir emocional. Da mucha importancia a la satisfacción sexual. La monogamia pasa a ser un acuerdo interno de la pareja que puede admitir la relación abierta. La heteosexualidad deja de ser conducta única. El matrimonio (legal o religioso) no es el objetivo ni la forma de legitimar la relación.

C5º.8.7.- Amor erótico (ἔρως érōs):

Es la unión del amor romántico y el amor confluente. El amor-eros aparece al principio de la relación de pareja.

La mitología griega consideraba el eros como un arrebato, una "locura divina" que hace estremecerse al hombre y le conduce a un alto grado de dicha. Eros representa el amor erótico, la pasión, el deseo y la atracción sexual. Es un amor que, idealizado, puede ser muy profundo por el ímpetu de la pasión y el deseo carnal.

El eros, en al campo de las religiones, se reflejó en el culto a la fertilidad y a la práctica de la prostitución "sagrada" que se ejercía en muchos templos, como forma de comunión con la divinidad.

El Antiguo Testamento (AT) combatió la perversión de la prostitución "sagrada" de los gentiles que diviniza falsamente al eros, lo deshumaniza y lo priva de su verdadera dignidad divina, el amor que Dios pone en los corazones.
Las prostitutas de los templos paganos no eran tratadas como personas sino como instrumentos para suscitar la "locura divina"; no eran diosas, sino mujeres abusadas.

El AT usa dos veces la palabra eros: en Gen 24,67: “Isaac tomó a Rebeca por mujer y la amó” y en Gen 29,18: “Amaba Jacob a Raquel y dijo a Labán (el padre de Raquel) “ Te serviré siete años por Raquel”.

El Nuevo Testamento no emplea nunca la palabras eros.

C5º.8.8.- Amor platónico:

Vulgarmente se conoce así a una forma de amor carente del elemento sexual o que éste se da solo en la imaginación.


C5º.8.9.- Los símbolos del amor

Las flores, el color rojo, ciertos perfumes o la música romántica son símbolos universales del amor. Los más característicos de la cultura occidental son la figura de Cupido y el símbolo del corazón.

C5º.8.9.1.- La figura de Cupido

La forma más común de Cupido es la de putto, palabra italiana que significa niño con alas y angelote; putto procede de la palabra latina putus, “niño”. Se le suele representar con los ojos vendados, un arco y unas flechas para disparar sobre las personas y producirlas el enamoramiento.

En la mitología griega toma el nombre de Eros, dios responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo.

C5º.8.9.2.- El corazón

El origen del símbolo del corazón es incierto.

En la India, China y Japón, hace varios milenios, apareció el concepto “chakras”, como centros de la energía vital; el centro que se encuentra a la altura del corazón se manifiesta en forma de amor y compasión.
Los antiguos filósofos, entre ellos Aristóteles, creían que el corazón es el órgano contenedor de todas las pasiones. El dibujo del corazón es un símbolo que goza de gran popularidad y puede encontrarse en los ámbitos más diversos.

En la Iglesia católica apareció el símbolo del corazón tras las apariciones de Jesús a Santa Margarita Mª de Alacoque en Paray le Monial, en 1675. Desde entonces proliferan en todo el mundo católico las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús con un corazón en el pecho.


C6º: COINCIDENCIAS Y DIFERENCIAS EN LAS RELIGIONES


C.1.- Existencia de diversas religiones

Cada persona pertenece a un pueblo que tiene su historia y su forma de vida, ambas distintas a las de otros por razas, culturas, lenguas, religiones, etc.

C.1.1. Importancia del factor religioso

El ser humano siempre se ha hecho estas preguntas:¿Por qué existo? ¿Para qué existo? ¿Hay vida después de la muerte? Las religiones han dado sus respuestas: unas en el sentido de trascendencia, otras en mitos, ritos y normas. Cada pueblo ha llegado a su propio enfoque, en general, coincidente con el de su religión mayoritaria.

C.1.2. Las religiones según su lugar de origen

Usamos “religión” en un sentido muy amplio, incluyendo sectas, cultos y pseudoreligiones. Pasamos por alto las religiones antiguas de Egipto, Mesopotamia, aztecas, incas, mayas, animismo africano, etc. Las citamos porque, aunque muy lejanas en el tiempo, hay personas a las que les atrae alguna de sus manifestaciones.

C.1.2.1.- Nacidas en Oriente Medio y Próximo:

El zoroastrismo fue la religión oficial del Imperio Persa.

El judaísmo es la religión basada en las revelaciones de Dios a Abraham, Moisés y demás profetas de Israel. Sus enseñanzas están recogidas en la Torá y en los profetas. El judaísmo es predominante en Israel y en las comunidades judías de todo el mundo.

El cristianismo es la continuación del judaísmo, perfeccionado y corregido por Jesús. La fe cristiana presenta a Jesús como el Hijo de Dios hecho hombre para redimir a toda la humanidad y revelar los misterios de Dios.

La encarnación del Hijo de Dios, su revelación con hechos y palabras y su resurrección tras la muerte muestran la exclusividad del mensaje cristiano y el punto de partida para proclamar como falsas a las demás religiones, excepto al judaísmo al que considera una “preparación” para la revelación plena obrada por Jesús.

El islam es la religión predicada por Mahoma.

El bahaísmo es la religión monoteísta fundada por el profeta Bahá’u’llah en Persia (hoy Irán)

Nacidas en India: Hinduísmo, budismo, jainismo y sijismo.

Nacida en Japón: Sintoísmo.

Nacidas en China: Taoísmo y confucionismo.

C.1.3.- Las religiones según su visión trascendente

Todas las religiones se ofrecen como caminos para percibir la “realidad trascendente y profunda”, a la que cada una da su nombre: Dios, Alá,Tao, Logos, Nirvana, Gran Espíritu, etc. Según esta visión trascendente, las religiones se clasifican en: cósmicas, vivenciales y teístas.

C.1.3.1.- Religiones cósmicas:

Consideran la Tierra como “algo sagrado” que provee de todo lo que necesita el ser humano. En correspondencia se le ofrece lo mejor de la cosecha o el primogénito de los animales. Es la religiosidad del animismo que pervive en algunos lugares y del politeísmo de las culturas antiguas: egipcia, mesopotámica, griega, romana, azteca e inca.

C.1.3.2.- Religiones vivenciales:

Perciben la realidad “como un todo” en el que está fundido el yo personal, como una gota de agua está fundida en el océano: monismo hindú, budismo…

C.1.3.3.- Religiones teístas:

La realidad trascendente es un “tú personal” que, de alguna manera, se relaciona con el ser humano: el zoroastrismo, el judaísmo, el cristianismo, el islam, el sijismo y el bahaísmo.

Como conclusión de este apartado, hay que indicar que tanto las religiones cósmicas como las vivenciales son muy limitadas y subjetivas. En cambio, las religiones teístas surgen a partir de unos educadores espirituales (Zoroastro, Moisés, Jesús, Mahoma, Gurú Nanak y Bahá’ulláh).


C6º.2.- Coincidencias entre las religiones

Coinciden en la fe como “algo trascendente”: “Lo siempre permanente” del budismo; “el Gran Espíritu” del dualismo hindú; el “Dios personal” de las religiones monoteístas: judaísmo, cristianismo, islam y bahaísmo.

Coinciden en la realidad espiritual del ser humano que, de una u otra forma, va más allá de la muerte física: por sucesivas reencarnaciones (en el hinduísmo, budismo), por la resurrección (zoroastrismo, judaísmo, cristianismo e islam), y por el progreso espiritual del alma (bahaísmo).

Son semejantes en leyes sociales, morales y rituales: La norma “No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a tí” es comúnmente aceptada. Se asemejan las formas de oración3, el ayuno y las abluciones.

C6º.3.- Tolerancia de las religiones entre sí

Entre las religiones que han perdurado hasta nuestros días sus relaciones de tolerancia han sido muy diversas. Veamos el grado de tolerancia de las cinco con mayor número de adeptos:

C.3.1.- El cristianismo:

Los cristianos fueron muy perseguidos por el Imperio romano durante los tres primeros siglos de nuestra era por negarse a rendir culto al emperador. El emperador Constantino se convirtió al cristianismo y en el año 313 promulgó el Edicto de Milán permitiendo a los cristianos practicar su fe.

El año 380 el emperador Teodosio el Grande, con el Edicto de Tesalónica, elevó el cristianismo a religión oficial del Imperio.

Durante los siglos posteriores, el cristianismo pasó de ser perseguido a ser perseguidor. El cristianismo se convirtió en una religión excluyente y agresiva. El emperador cristiano Justiniano introdujo en su Codex (529) la condena de los herejes al fuego por considerarlos enemigos del Imperio. Dentro de la Iglesia católica se usó el brazo político de la Inquisición para perseguir, encarcelar y condenar a los sospechosos de no practicar el culto católico.

La historia da fe de las guerras religiosas, tanto entre católicos y protestantes como entre católicos y musulmanes.

C.3.2.- El Islam.

Mahoma, el viernes 16 de julio del año 622 d.C., marchó de La Meca a Medina y la convirtió en su centro de operaciones contra las tribus bárbaras e idólatras de Arabia. En general, la norma de Mahoma fue de respeto a los creyentes judíos y cristianos.

La rápida expansión del islam por todo el mundo se debió a que los sucesores del profeta practicaron la llamada Yihad Menor4 cuyo objetivo es la expansión y defensa del estado islámico. Esta yihad fue aplicada contra muchos países que sucumbieron ante la crueldad de la “guerra santa(¿?)”.

Un ejemplo paradigmático es la invasión islámica de La India. El genocidio de hindúes y sijs a manos de los invasores árabes, turcos, mongoles y afganos, desde el 800 d, C. al 1700 d. C., adquirió proporciones tan enormes que se puede calificar como “el mayor holocausto del mundo”: Hay abundantes escritos que lo confirman. Decenas de millones de hindúes masacrados, violaciones masivas de mujeres, conversiones forzadas, secuestros de mujeres y niños para el mercado de esclavos, destrucción de miles de templos y ciudades enteras arrasadas por el fuego.

Una cosa es clara: La mayor parte de los musulmanes quieren vivir en paz y practicar su religión libremente allí donde se encuentren. Esto constituye un derecho de todo ser humano y, por tanto, nada censurable sino, al contrario, debe ser defendido por toda persona de buena voluntad.

Otra cosa muy distinta son los grupos u organizaciones salafistas o musulmanes fundamentalistas radicalizados que han adoptado la yihad, (la guerra santa), como camino para imponer por la fuerza el Islam.

Si antes y durante la Edad Media era considerado normal y hasta honroso imponer por la fuerza las creencias religiosas, a las alturas del siglo XXI todos los países y personas civilizados rechazamos esta práctica totalmente contraria a uno de los derechos humanos más fundamentales: la libertad religiosa.

El cristianismo defiende la libertad religiosa, no así los que defienden y practican la guerra santa del islam.

Nadie puede cometer crímenes en nombre de Dios. Quien lo hace no es una persona religiosa sino un criminal fanático.

No nos engañemos ni nos dejemos engañar, si algo hemos de aprender es que “la religión no puede imponerse”. Toda imposición religiosa, además de provocar una profunda infelicidad, está avocada al fracaso, porque la religión afecta a lo más íntimo del ser humano y todos, aunque estemos sujetos con grilletes en una sucia mazmorra, seguimos siendo libres para pensar y sentir lo que deseemos.

C.3.3.- El judaísmo:

La mayor parte de los judíos se identifican con su raza y su religión. Se sienten “el pueblo elegido por Dios” y respetan las religiones de los demás pueblos.

C.3.4.- El hinduísmo:

Nació en la India alrededor del 1500 a.C. Lo practican la mayor parte de la población de la India, Nepal, Isla Mauricio e isla de Bali. En diversas partes del mundo hay minorías importantes de hinduístas. Dentro del hinduísmo hay escuelas diferentes con muy diversas filosofías.

La no violencia (ajimsa), como la predicó Gandhi, era uno de sus principios básicos; pero actualmente existe una gran intolerancia entre los radicales hindúes y los musulmanes.

C.3.5.- El budismo:

Nació en la India alrededor del siglo VI a C. Según el DRAE es “una doctrina filosófica y espiritual”. Contiene gran cantidad de escuelas, doctrinas y prácticas. En general, el budismo se ha ido implantando en muchos países sin conflicto con las religiones autóctonas. No conoce el concepto de guerra santa (a diferencia del islam), ni el de conversión forzosa.

En los últimos tiempos, los budistas, caracterizados por su pacifismo, están mostrando un nacionalismo intolerante contra los hindúes tamiles, los musulmanes y los cristianos en Sri Lanca y contra los musulmanes en Birmania.


C6º.4.- Las religiones en la actualidad

Los seguidores de las principales religiones, a lo largo de la historia, han pasado del desconocimiento al menosprecio o al enfrentamiento. En los últimos tiempos ha surgido el deseo de conocerse, dialogar y colaborar. Se está implantando el mutuo respeto.

La Iglesia católica ha dado pasos significativos para subsanar la intolerancia religiosa del pasado:

* El Papa San Juan XXIII dialogó, por primera vez en siglos, con el Arzobispo de Canterbury (Iglesia anglicana) y con los líderes de las Iglesias Cristianas Ortodoxas. Él mismo convocó el Concilio Vaticano II que, en la declaración Nostra Aetate, estableció nuevas bases en la relación con las religiones no cristianas.

Visitó a Israel; se reunió con el líder budista, el Dalai Lama y participo en el diálogo interreligioso con judíos, musulmanes, budistas, hindúes y bahais. En 1986 invitó, en Asís, a los líderes de distintas iglesias cristianas y a representantes de religiones no cristianas para orar juntos por la paz del mundo. En 1988 fundó el Consejo Pontificio para el Diálogo interreligioso. En el Jubileo del año 2000, pidió perdón, en nombre de la Iglesia por la violencia religiosa, por la división de los cristianos, por las faltas contra las religiones no cristianas.

* A partir del Concilio Vaticano II, han surgido diferentes movimientos eclesiales que fomentan el diálogo entre las diversas Iglesias cristianas y las diferentes religiones.

Son gestos de comprensión y tolerancia religiosa que, algún día, darán sus frutos.


C7º: VALORES RELIGIOSOS

C7º.I.- El amor cristiano

Introducción: Antes de adentrarme en la reflexión sobre los valores religiosos, he de hacer notar que he intercalado dos temas: “Manifestaciones del amor” y Coincidencias y diferencias entre las religiones porque este sentimiento no solo se presenta como valor religioso (del que versará este artículo) sino que admite otras diversas manifestaciones y es lógico hablar de ellas porque hay muchas religiones (las trato en el artículo, aunque brevemente dada su importancia y trascendencia) y, antes de hablar sobre los valores religiosos, he creído conveniente hacerlo sobre las diversas religiones.

Dicho esto, reflexionaré solamente bajo el punto de vista bíblico sobre estos valores religiosos: amor, fe, esperanza, justicia, paz y perdón.

El abajamiento de Dios por amor

¿Cómo Dios, tan grande y poderoso, puede abajarse por amor al ser humano, tan pequeño e imperfecto? Si Dios se abaja de esta manera,¿cómo puede corresponderle el ser humano? ¿Qué relación hay entre el amor de Dios y el de los hombres?

La respuesta a estas cuestiones la encontramos en la Sagrada Escritura, donde vemos que Dios toma la iniciativa y entabla un diálogo de amor con el ser humano y, en nombre de este amor, le induce y enseña el amor de unos a otros.


C7º.1.1.- Antiguo Testamento (AT)

En todos y cada uno de sus libros, aparece el designio de Dios para salvar al ser humano que, creado libre, debe corresponder al amor que Dios le manifiesta.

Adán trastocó el plan de Dios y se apartó de Él, pero Dios manifestó su bondad y misericordia perdonando la ofensa y restableciendo el recorrido de su designio con sucesivas promesas de salvación.

Yavé, el Dios único en el que cree Israel, ama personalmente con un amor de predilección, por eso lo escogió entre los demás pueblos para que fuera su instrumento de salvación para toda la humanidad.

C.1.1.1.- Dios escogió a sus amigos y confidentes.

Eligió a Abraham, un pagano, “vuestros padres, Taré, padre de Abraham y de Najor… servían a otros dioses” (Jos 24,2); le hizo su amigo, “Tú, Israel, eres mi siervo, Yo te elegí, progenie de Abraham, mi amigo” (Is 41,8); le hizo su confidente, “¿He de encubrir a Abraham lo que voy a hacer?” (Gen 18,17).

Abraham correspondió al amor de Dios: siguiendo la llamada de Dios abandonó su tierra (Gen 12,1); su confianza en Dios fué tan grande que no dudó en sacrificar a su propio hijo (Gen cap 22) y Dios premió su fe haciéndole padre de un gran pueblo, Israel (Gen 22, 15-18).

Eligió a Moisés. Yavé le llamo en medio de la zarza ardiendo

¡Moisés! ¡Moisés! (Ex 3,4) y le expuso su plan para sacar de Egipto al pueblo de Israel. Moisés es el confidente con el que “Yavé habla cara acara, como habla un hombre con su amigo” (Ex 33,11).

Eligió a los profetas, “Yavé me tomó y me dijo: Ve a profetizar a mi pueblo Israel” (Os 7,15); les hizo sus confidentes: “No hace nada Yavé sin revelar su designio a sus siervos los profetas” (Os 3,7); a través de los profetas comunica al hombre lo que éste no puede descubrir por sus propias fuerzas: el designio amoroso de salvación que se cumplirá en Jesucristo.

C.1.1.2.- El mndamiento del amor

Yavé es un Dios personal que ama

Yavé se presenta como un Dios personal que ama al pueblo de Israel. “Cuando Israel era niño yo le amé y de Egipto llamé a mi hijo” (Os 11,1). “Porque Yavé os amó… os sacó de Egipto” (Dt 7,8). “Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo” (Jer 31,33). La historia de amor de Yavé con Israel le hace experimentar que la fidelidad al único Dios es la fuente de su alegría y felicidad. “¿No te tengo a ti en el cielo?; y contigo, ¿qué me importa la tierra?...Para mí lo bueno es estar junto a Dios” (Sal 73,25.28)

El amor de Yavé por su pueblo es un amor de entrega gratuita, sin ningún mérito anterior y es es un amor que perdona una y otra vez.

Yavé muestra su amor con diversas imágenes:

Como pastor fiel: “Así dice Yavé: Yo mismo iré a buscar a mis ovejas” (Ez 34,11). La imagen de la viña: “La viña de Yavé es la casa de Israel” (Is 5,7).

El amor de Yavé se extiende sobre todos los oprimidos y necesitados: “(Yavé) hace justicia a los oprimidos, da pan a los hambrientos, libera a los presos, abre los ojos a los ciegos, yergue a los encorvados, ama a los pobres, guarda a los peregrinos, sustenta al huérfano y a la viuda” (Sal 146, 7-9).

Incluso se extiende sobre la ciudad pagana de Nínive (Jon 4,11) y a los extranjeros, ”Amad al extranjero, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto” (Dt 10,19)

Yavé es un Dios personal que quiere ser amado

El amor de Yavé debe ser correspondido por el hombre:

Amarás a Yavé, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza” (Dt 6,5)

Sería prolijo indicar todos los versículos del AT en los que aparece la falta de correspondencia humana al amor de Yavé. En todo el AT se suceden permanentemente el amor de Yavé, la correspondencia de Israel seguida de la bendición divina o la no correspondecia del pueblo seguida del castigo de Yavé.

Yavé es un Dios personal que educa a su pueblo en el amor. Esta educación tiene sus pasos:

Primer paso:“El vengador de la sangre” (el pariente más próximo a la víctima) es una figura que aparece en el primitivo Israel nómada. “El vengador de la sangre matará (al asesino) cuando le encuentre” (Núm 35,21).

Israel, ya pueblo sedentario, conservó la costumbre del vengador de la sangre (2Sa 3, 27); pero, para prevenir los excesos, el vengador solo podía actuar en los homicidios voluntarios y tras un proceso en la ciudad refugio donde se hubiese acogido el asesino.

Dado el ánimo excitado de los parientes de la victima de un asesinato y la dificultad de determinar la culpabilidad del presunto asesino, se brinda a éste la posibilidad de refugio, ya sea ante el altar, “Joab se refugió en el tabernáculo de Yavé” (1Re 2,28) o en las ciudades refugio, “elegiréis ciudades de refugio donde pueda refugiarse el homicida” (Nú 35,11). “El homicida que allí se refugie tendrá salva la vida, si mató a su prójimo sin querer” (Dt 10,4).

Segundo paso: La ley del talión: Vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, cardenal por cardenal” (Ex 21, 23-24).

La ley del talión es un avance contra la venganza ilimitada de los tiempos del nomadismo. La legislación israelita suaviza la ley del talión admitiendo la compensación pucuniaria (Ex 21, 18-19).

Tercer paso: La prohibición de la venganza: A pesar de los esfuerzos, el deseo de venganza ocupa el corazón de los israelitas.

Yavé prohibe la venganza e inculca el perdón, ”No tendrás en tu corazón odio contra tu hermano...No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo”. (Lev 19, 17-18).

José no se vengó de sus hermanos que le habían vendido a los amalecitas (Gen 37,28), sino que los perdonó: “No os aflijáis y no os pese haberme vendido pues para vuestra vida Dios me ha traído aquí” (Gen 45, 5).

David no se vengó de Saúl, “llegaron David y Abisay y encontraron a Saúl durmiendo….David dijo: No le mates… Yavé me libre de poner la mano sobre su ungido” (1Sa 26,7.9.11).

En todo caso, el deber del perdón todavía quedaba restringido a los hermanos de raza, así vemos que el libro de los Jueces no critica la venganza de Sansón contra los filisteos (Jue 15,3.7).

Cuarto paso: El amor al prójimo

En el libro del Levítico se extiende a todos el deber del amor: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo, Yo, Yavé” (Lev 19,18). La palabra “prójimo” incluye a todos, sean judíos o gentiles.

El libro del Eclesiástico abunda en la misma idea. “El que se venga será víctima de la venganza del Señor… perdona a tu prójimo la injuria y tus pecados, a sus ruegos, te serán pedonados. ¿Guarda el hombre rencor contra el hombre e irá a pedir perdón al Señor?” (Eclo 28,1-3)

El libro de los Proverbios indica. ”No digas: Como me ha tratado a mí le trataré yo a él, y le daré lo que se merece” (Pro 24,29)


C7º.1.2.- Nuevo Testamento (NT)


C.1.2.1.- El amor de Dios a todos los seres humanos.

"Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que todos los que creen en Él tengan vida eterna".(Jn 3,16).

El amor de Dios hacia nosotros se manifestó en que Dios envió al mundo a su Hijo unigénito para que nosotros vivamos por Él” (1Jn 2,9)

La originalidad del NT es que el amor manifestado por Yavé, en el AT, a través de sus acciones, ahora, en el NT, lo manifiesta en la humanidad de Jesucristo, Dios hecho carne. La encarnación de Dios por amor al ser humano es la forma más insospechada e inaudita, pero más real, del amor.

Con la luz de esta abajamiento de Dios podemos entender las parábolas de Jesús:

La del buen pastor (Jn 10,1-16): que recorre valles y montes en busca de la oveja perdida.

La parábola de la misericordia (Lc 15, 11-32), el padre sale al encuentro del hijo descarriado y lo abraza.

Podemos calibrar el ser y actuar de Cristo que se entrega y muere en la cruz para dar nueva vida a la humanidad. Este es el amor en su forma más radical. Así podemos entender que San Juan diga que “Dios es amor” (1Jn 4,8).

Al instituir el sacramento de la Eucaristía, Jesús perpetuó su entrega. La Palabra, la Sabiduría eterna de Dios, se hizo hombre en las entrañas de la virgen María y se convierte en verdadera comida en la Eucaristía5, es una unión perfecta entre Dios y el ser humano. No es posible concebir mayor abajamiento de Dios ni mayor elevación del ser humano.

C.1.2.2.- El amor de los seres humanos a Dios:

Un antiguo aforismo escolástico dice: Nihil volitum nisi praecognitum (Nada puede ser amado si antes no es conocido). El amor a algo o a alguien presupone el conocimiento de ese algo o de ese alguien.

¿Cómo conocer a Dios?

A Dios, como a todas las personas, se le puede conocer por sus palabras y por sus obras. Las palabras, para ser creíbles, deben ser ratificadas por los obras. Jesús dijo a los judíos: “Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis; pero si las hago, ya que no me creáis a mí, creed a las obras” (Jn 10, 37-38).

En la Sagrada Escritura se narran las palabras y las obras de Dios que dan fuerza y valor a sus palabras.

Conoceremos a Dios meditando sobre diversos pasajes de la Biblia,meditando sobre las palabras y obras de Jesús, atendiendo a las enseñanzas de la Iglesia y a los ejemplos de los santos que tanto amaron a Dios. Por este conocimiento llegaremos a amar a Dios, bajo la acción de su Espíritu. Conocer a Jesús es conocer a Dios.

¿Quién es Jesús?:

A) Para los no creyentes de buena voluntad, Jesús es un hombre extraordinario, pero solo un hombre, un rabí fuera de serie por su doctrina y por la época cuando la presentó.

B) Para los judíos y musulmanes, Jesús es un profeta, un enviado de Dios que habla en su nombre.

C) Para los creyentes en Jesús, Él es la segunda pesona de la Trinidad que se hizo hombre en las entrañas de la Virgen María; en cuanto Dios, igual al Padre y al Espíritu Santo, por ser los tres un solo y único Dios; en cuanto hombre, igual a los demás hombres, excepto en el pecado. Un abismo que la razón humana intenta comprender en la reflexión, el estupor y la escucha; un abismo en cuyo fondo brilla el amor de Dios. Solo los ojos de la fe pueden ver a Jesús en su totalidad, aunque el misterio no pueda ser abarcado ni comprendido.

Moradas de Dios:

El amor a Dios convierte a los creyentes en moradas de Dios. "Jesús les dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará y vendremos a él y en él haremos morada" (Jn 14,23). Cultivar la presencia de Dios en uno mismo y en el prójimo es una espiritualidad propia de los creyentes.

Ver a Dios en el prójimo es socorrerle en sus necesidades: "Tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; peregriné y me acogisteis; estaba desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; preso y vinisteis a verme" (Mt 25,35). "Cuantas veces hicisteis eso a uno de mis hermanos menores, a mí me lo hicisteis" (Mt 25,40).

Y serán recompensados: "Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del Reino" (Mt 25,34)

El primer mandamiento

Cuando un fariseo pregunta a Jesús “¿Cuál es el mandamiento más grande de la Ley?” (Mt 22,36). Jesús le responde: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más grande y primer mandamiento.” (Mt 22,37-38).

Los seres humanos tenemos que amar a Dios:

* Por ser Él quien es: suma bondad, belleza y misericordia.

* Porque Él nos amó primero.

* Por agradecimiento a sus innumerables beneficios.

* "No me mueve, mi Dios, para quererte" es el primer verso de un famoso soneto.

C.1.2.3.- El amor de los seres humanos entre sí

El NT eleva el amor a Dios a la categoría de primer mandamiento y al amor al prójimo a la segunda (Mt 22, 37-39). “El segundo mandamiento, semejante al primero, es: Amarás al prójimo como a ti mismo” (Mt 22,39).

Son dos amores unidos e inseparables. “Si alguno dijere: Amo a Dios, pero aborrece a su hermano, miente. Pues el que no ama a su hermano, a quien ve, no es posible que ame a Dios, a quien no ve. Y nosotros tenemos de Él este precepto: que quien ama a Dios ame también a su hermano” (1Jn 4,20-21).

San Pablo, en el capítulo 13 de su primera Carta a los Corintios, escribe las palabras más bellas que se han escrito sobre el amor.

El amor a los enemigos:

En el AT regía la ley del talión. En en NT rige la del amor. “Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen, bendecid a los que os maldicen y orad por los que os calumnian” (Lc 6, 27)

Este es el amor perfecto al prójimo y también la dificultad máxima.

C.2. La fe cristiana.- LA FE CRISTIANA


¿Qué es la fe?

La fe es la firme seguridad de lo que se espera, la prueba de las cosas que no se ven” ( Heb 11,1)

La fe es la virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha revelado, y que la Iglesia nos propone, porque Él es la verdad misma”6

C.2.1.- La fe es un don de Dios y un acto humano

La fe es un don de Dios, una virtud infundida por Él.

Jesús preguntó:

¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?...Pedro dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Jesús le dijo: Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás, porque no es la carne ni la sangre quien esto te ha revelado, sino mi Padre, que está en los cielos” 7

Pedro dio esta respuesta de fe en Jesús por haber recibido la luz del Padre. Los creyentes en Jesús llegan a Dios por el don de la fe recibida el día del bautismo.

Los no creyentes sólo pueden llegar a Dios por la luz de la razón, la cual está “como en tinieblas” a causa de la maldad humana.

La fe es un acto humano que no es contrario ni a la libertad ni a la inteligencia. No es contrario a la dignidad humana creer lo que otras personas nos dicen, tampoco lo es someter nuestra inteligencia y nuestra voluntad a lo que Dios nos ha revelado.

El acto de fe es un acto libre y, por tanto, “nadie puede ser forzado a abrazar la fe contra su voluntad”8

El acto de fe es voluntario por su propia naturaleza, ya que el hombre para adherirse a Dios que se revela a sí mismo, debe rendir a Dios el obsequio racional y libre de la fe. “Dios llama a los hombres a servirle en espíritu y en verdad, en virtud de lo cual éstos quedan obligados en conciencia, pero no coaccionados, porque Dios tiene en cuenta la dignidad de la persona humana”9

El bautizado, al recibir el don de la fe, se abre a Dios y a su reino, “en verdad os digo: quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará enél” (Mc 10,15.)

C7º.2.2.- La fe se nutre del conocimiento del designio de Dios.

La fe implica un conocimiento basado en pruebas. “Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder y su divinidad(Rom 1, 20)

Descubrir el designio de Dios en los diversos libros de la Sagrada Escritura da veracidad a la fe cristiana que percibe, no solo la existencia de Dios, sino también las huellas de sus pasos a través de los tiempos. Así lo hicieron los cristianos del primer siglo, que “diariamente examinaban las Escrituras para ver si las cosas eran así” (Hch 17,11)

La fe trata de comprender lo que ha sido revelado porque es inherente a la fe que el creyente desee conocer cada día más y mejor a Aquél en quien cree; el conocimiento más profundo suscita mayor fe y mayor adhesión del creyente a Aquél en quien cree.

La fe se acrecienta con la oración frecuente: Creo, Señor, pero "aumenta mi fe" (Lc 17,5)

La adhesión a la persona de Jesús, Dios y hombre, es el núcleo de la fe cristiana, en la cual no es lo principal el conjunto de dogmas y doctrinas que deben conocer ls fieles cristianos; hay muchos perfectos conocedores de esta doctrina y admiradores de Jesús que no tienen fe; y es que la fe es, ante todo, la adhesión a la persona de Jesús.


C.2.3.- El fundamento de la fe

El fundamento de la fe no radica en el hecho de que las verdades reveladas aparezcan como verdaderas e inteligibles a la luz de la razón natural. Siempre podrán surgir las dudas sobre la fe.

El fundamento de la fe es la autoridad de Dios que revela y que no puede engañarse ni engañarnos porque “Él es veraz” (Rom 3,4). Jesucristo es la “luz del mundo” (Jn 8,12), “es la Verdad” (Jn 14,6), en Él se manifestó en plenitud la verdad de Dios.


C.2.4.- La coherencia entre la fe y la vida

Un cristiano coherente es aquél que sostiene con sus obras lo que cree y afirma de palabra. No hay diferencia entre lo uno y lo otro. Se descubre en él o en ella una estrecha unidad entre la fe que profesa con sus labios, la fe acogida en su mente y corazón, y su conducta en la vida cotidiana: su fe pasa a la acción, se muestra y evidencia por sus actos. Así los principios tomados del Evangelio orientan su conducta y su pensamiento cristiano, su piedad y afectos, y se reflejan en la acción práctica.

¿Qué le aprovecha, hermanos, a uno decir: Yo tengo fe, si no tiene obras? ¿Podrá salvarle la fe? Si el hermano o la hermana están desnudos o carecen de alimento cotidiano y alguno de vosotros les dijere: “Id en paz, que podáis calentaros y hartaros”, pero no les diereis con qué satisfacer la necesidad de su cuerpo, ¿qué provecho les vendría? Así también la fe, si no tiene obras, es de suyo muerta. ( Sant 2,14-17).

Sin coherencia el hombre se convierte en un fariseo e hipócrita. La coherencia hace creíble a la persona y la reviste de dignidad y respeto. Existen, por desgracia, cristianos “fingidos”, que convierten su pertenencia a la Iglesia en algo que no les compromete, un motivo de prestigio en vez de una experiencia de servicio hacia los más pobres. La religión cristiana no es una “religión de palabrería”, hecha de hipocresía y de vanidad.


C.2.5.- Los cristianos testigos de la fe

Este es el testimonio del apóstol San Juan: “Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida, lo testimoniamos y os lo anunciamos para que estéis en comunión con nosotros y para que vuestra alegría sea completa” (1Jn 1,11-4).

La sociedad contemporánea está ahíta de palabras y necesitada de testigos que, con sus obras, sean ejemplo de vidas llenas de coherencia y sentido. Ya lo decía el antiguo aforismo: "Las palabras mueven, el ejemplo arrastra". Los maestros enseñan y pueden mover a actuar de una forma u otra, pero, es el ejemplo el que realmente arrastra al convencimiento y la imitación.

La fe cristiana se expresa en el don de sí mismo a los demás, en la acogida fraterna y solidaria

La fe cristiana no pertenece solo a los cristianos. Hay una humanidad que está a la espera de que se manifiesten los testigos de Jesús. La profunda crisis de fe de esta sociedad necesita con urgencia el testimonio gozoso de la fe, el amor y la alegría de la esperanza.


C.3.- La esperanza cristiana ESPERANZA CRISTIANA


¿Qué es la esperanza cristiana?

La esperanza cristiana es el anhelo del encuentro definitivo con Cristo, mientras disfrutamos de los encuentros cotidianos con Él, en la oración, en la Eucaristía, en la meditación de la Palabra o en la acogida y ayuda a los necesitados.

C7º.- Esperanzas terrenales

La esperanza, en cuanto valor humano, responde al deseo de felicidad que anida en el corazón de todos los hombres y mujeres, impulsa sus actividades humanas para lograr las metas deseadas, protege del desaliento y preserva del egoísmo.

Toda esperanza terrena lleva en sí misma el sello de la caducidad. El poder, las riquezas, el trabajo, los honores, la belleza, la diversión, etc., pasarán porque son realidades fugaces que, en el mejor de los casos, solo duran mientras dura la vida. Pero, la precariedad no sofoca la esperanza, al contrario, la lanza hacia su consecución, como la cercanía de la meta impulsa al corredor a un mayor esfuerzo, a pesar del cansancio.

C.3.2.- La esperanza en el A.T.

C.3.2.1.-Yavé-rey

La realeza divina es una idea común a todas las religiones del antiguo Oriente. Dios es el rey y elrey humano ejercerá la realeza en su nombre. Yavé-rey no aparece desde el principio del AT. El Dios de Abraham, Isaac y Jacob no se presenta como rey; figurará como tal tras la conquista de Canaán. Tras la victoria de Gedeón contra los madianitas, las gentes de Israel quieren hacerle su rey y él les responde: “No reinaré yo sobre vosotros, ni reinará tampoco mi hijo, Yavé será vuestro rey” (Jue 8,23).

Empieza a nacer la idea monárquica en Israel. Las palabras de Gedeón no significan que rechace la realeza, sino que quiere ejercerla en nombre de Yavé.

La idea fundamental de Yavé-rey se expresa de diferentes maneras: “Yavé tiene su trono en el cielo” (Sal 11,4). “Su reino domina todo el universo” (Sal 103,19). “Yavé es el gran rey sobre toda la tierra” (Sal 47,3). Yavé reina sobre todas las naciones “Yavé, tú eres grande y poderoso es tu nombre, ¿quién no te temerá, Rey de las naciones? (Jer 10.6-79).

C.3.2.2.- Los reyes de Israel gobiernan en nombre de Yavé

En el AT Dios actuó directamente o por medio de sus enviados, a los que ungió previamente para que pudiesen realizar su misión como reyes, profetas o sacerdotes. Con la institución de la monarquía mediante la elección de Saúl (1Sam 10,24), el reino de Yavé adquiere un soporte temporal, un reino humano. El profeta Samuel ungió a Saúl (1Sa 10,1) y a David (1Sa 16,13); Jehú fue ungido por el profeta Eliseo (2Re 9,6) y Salomón por el sacerdote Sadoc (1Re 1,39). El rey es el “ungido” de Yavé, una persona sagrada a la que se le debe un respeto religioso (1Sa 24,7 y 26,9.11.16.23).

El gobierno de Israel es teocrático, sólo Yavé gobierna a su pueblo y, de cuando en cuando, suscita legados suyos a los que encomiendo funciones de gobierno. Yavé reside en Sión (Sal 48,3); desde allí les bendice (Sal 134,3), los guía, protege y reúne, como hace el pastor con su rebaño (Sal 80). Yavé reina sobre Israel, pero quiere que su pueblo reconozca su reinado de forma efectiva por la observancia de la ley.

Deben servir a Yavé, como el mismo David recomendó a sus hijos guardad y observad todos los mandamientos de Yavé, vuestro Dios” (1Par 28,8); así Yavé mira como hijos a los descendientes de David “Yo seré para él padrey él será para mí hijo”(2Sam 7,14)

A pesar de todo, la experiencia de la monarquía teocrática es un tanto ambigua: el reinado de Yavé no coincide con las ambiciones humanas de los reyes; los profetas insisten, una y otra vez, en la necesaria subordinación del orden humano al religioso, reprochan a los reyes sus pecados y les anuncian los castigos que han de venir, que culminarán con la caída de la dinastía davídica.

C.3.2.3.- El Mesías, el Ungido, el Hijo de David.

La felicidad que espera Israel, en cuanto pueblo, es terrenal y colectiva y se orienta hacia el“Ungido de Yavé”.

Cuando Jacob bendice a sus hijos, dice a Judá: “no faltará de Judá el cetro, ni el báculo de entre sus pies, hasta que venga aquel de quien es” (Gen 49,10). Es decir, hasta que venga aquel a quien está destinado por Yavé. Este versículo contiene la promesa de un Ungido, un Mesías vinculado a Judá.

Esta promesa mesiánica será vinculada después a David, de cuya dinastía perpetua saldrá el Mesías (2Sa 7,27). El profeta Miqueas indica el sentido mesiánico de esta promesa: “Y tú, Belén, tierra de Efratá, aunque eres la menor entre las familias de Judá, de tí ha de salir aquel que ha de dominar en Israel y cuyos orígenes son de antiguo, de días de muy remota antigüedad” (Miq 5,1ss).

Miqueas piensa en los orígenes de la dinastía del rey David que era de Belén. El evangelio de San Mateo (2,6) copia la frase de Miqueas y la aplica al Mesías, Hijo de Dios.

De Egipto llamé a mi hijo” (Os 11,1 y Mt 2,15). El profeta Oseas habla de Israel, pero San Mateo la aplica al Mesías, Hijo de Dios.

El Salmo 2, habla de la rebelión de las gentes contra Yavé y su Ungido, al que llama “su Hijo”(2,8), entronizado en Sión como rey universal, “se reúnen los reyes de la tiera y a una se confabulan los príncipes contra Yavé y contra su Ungido” (2.2)

La palabra “ungido”, en el AT, se aplica sobre todo al rey que es consagrado por la unción para la misión de lugarteniente de Yavé; el rey es “el ungido de Yavé” (2Sa 19,22), al que todo israelita debe un respeto religioso. Instaurada la dinastía de David, la esperanza de Israel se centra en cada uno de sus descendientes, considerados “mesías” por los que Yavé quiere cumplir sus designios sobre su pueblo elegido.

Israel tiene certeza de la protección de Yavé sobre el rey, su ungido “(Yavé) me libra de mis enemigos, me hace superar a los que se alzan contra mí” (Sal 18,49). Por eso, es grande su desconcierto cuando, en el año 586 a. C., Nabucodonosor II, atacó a Jerusalén, la capital del Reino de Judá, demolió sus murallas, quemó el Templo y el palacio real, tomó cautivo al rey Sedecías (2 Re 25,7), junto con lo más selecto de la población y los condujo a la ciudad de Babilonia,

Tras el cautiverio de Babilonia no volvió a haber rey-mesías a la cabeza del pueblo de Israel.

C.3.2.4.- Las consecuencias del exilio no se hicieron esperar

En el primer instante, los judíos sufrieron una inmensa tristeza por la pérdida de su reino y de su independencia.

Con el paso de los años, los exiliados se dieron cuenta de su situación: Estaban como estaban por haber desobedecido los mandamientos de Yavé.

Esto los llevó al arrepentimiento, a la aceptación de Yavé como único Dios y al rechazo de toda clase de idolatría. Tomaron conciencia de que esta es su identidad, la cual los convierte en un pueblo separado, distinto a sus vecinos politeístas.

Establecieron las sinagogas como lugares de culto, de oración, de alabanza y de estudio de la Thorá.

Creció un profundo anhelo por la llegada del Mesías, anunciado por los profetas, que establecería el reino judío sobre la Tierra.

C.3.2.5.- La esperanza de Israel

Derrumbada la dinastía real israelita, los guías religiosos miraron a los profetas que, en sus vaticinios, reservaron un lugar al rey futuro, el Mesías, Hijo de David.

Yo reuniré los restos de Israel, los congregaré como ovejas en el aprisco” (Miq 2,12). Yo, cual pastor fiel, “iré a buscar a mis ovejas y las reuniré” (Ez 34,11). En Sión será anunciada la buena nueva: “Tu Dios reina” (Is 52,7) y este reinado se extenderá progresivamente a toda la tierra“Reinará Yavé sobre toda la tierra” (Zac 14.9).

Aparecen los primeros indicios de una esperanza ultraterrena; la esperanza de los sabios se hace personal y orientada hacia el mundo venidero: la paz y la inmortalidad del justo (“El justo, si muriese prematuramente, estará en la paz” (Sab 3,7), (“su esperanza está llena de inmortalidad”(Sab 3,4).

A la llegada de Jesús, en Israel conviven diversas formas de esperanza: Se espera un porvenir a la vez material y espiritual, centrado en Dios y en Israel, temporal y eterno. Este porvenir será purificado y se realizará en Jesús de Nazaret.

C.4.- La esperanza en el N.T.

Los seres humanos siempre estamos a la espera de algo.Tenemos la esperanza de encontrar un buen trabajo, obtener resultados excelentes en los estudios, hallar la persona amada, alcanzar la plena realización de nuestras vidas, etc. etc. La persona que no tiene esperanza está psicológicamente muerta.

C.4.1.- ¿Quién es Jesús?

Sobre Jesús se han dicho muchas cosas, pero ¿sabemos quién es Jesús?

En Jesús se cumplen las promesas de Dios

En su nacimiento, es anunciado como el Mesías prometido a Israel: “Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador que es el Mesías” (Lc 2,11). El nacimiento de Jesús inaugura un Reino nuevo que da la esperanza de la vida eterna a la humanidad.

Vino a Nazaret... entró en la sinagoga... Le entregaron el volumen del profeta Isaías y ... halló el pasaje (Is 61,1) donde estaba escrito: El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor... Comenzó a decirles: Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy” (Lc 4,16-21)

Los discípulos de Juan el Bautista preguntaron a Jesús:

¿Eres tú el que ha de venir o hemos de esperar a otro? Jesús les respondió: Id y referid a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados y los pobres son evangelizados” (Mt 11,2-5)

El el momento de su bautismo por Juan “Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder” (Hch 10,38) “para que fuese manifestado a Israel” (Jn 1,31) como Mesías.

Fue llamado con el título mesiánico “Hijo de David”, por dos ciegos (Mt 9,27 y 20,30), por la muchedumbre (12,23), por una mujer cananea (15,22)

El mismo Jesús aceptó el nombre de “Mesías” hablando con la mujer samaritana (Jn 4,25-26 y con Marta, que le contestó: “Sí, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios” (Jn 11,27)


C.4.2.- Fases del Reino de Dios

El Reino de Dios se desarrolla en fases sucesivas: presentación, aceptación, testimonio y plenitud.

C.4.2.1.- Primera fase: Presentación del Reino

Jesús se presenta como el enviado del Padre: “El que me envió está conmigo”(Jn 8, 29); el que da conocer los secretos del Padre ”todo

lo que oí de mi Padre os lo he dado a conocer” (15,15); Jesús es “la luz del mundo” (8,12); “el camino, la verdad y la vida” (14,6); “ Yo soy la puerta, el que entre por mí se salvará” (10,9)

Jesús predica el Reino de Dios. “Reino de los cielos” lo llama San Mateo (5,3), y San Marcos usa la expresión equivalente de “Reino de Dios” (1,15).

El Reino de Dios se instaura por la predicación. Juan el Bautista predica: “Arrepentíos, porque está cerca el reino de los cielos” (Mt 3,2).

Jesús abunda en la misma idea: “Arrepentíos, porque se acerca el Reino de Dios” (Mt 4,17) y“recorría ciudades y aldeaspredicando el evangelio del Reino” (9,23)

Jesús predica en forma de parábolas: El sembrador (Mt 13,1-23); la cizaña (24-30); el grano de mostaza (31-32); el fermento (33-34); el tesoro y la perla (44-46); la red (47-52); la oveja perdida (Lc 15,3-7); el hijo pródigo (11-32).

C.4.2.2.- Segunda fase: La aceptacióndel Reino

Al ofrecimiento debe seguir su aceptación por cada persona. La aceptación del Reino de Dios es un acto libre y voluntario del ser humano.

Nadie puede ser forzado a abrazar la fe contra su voluntad”10. Dios llama a los hombres a servirle en espíritu y en verdad, en virtud de lo cual éstos quedan obligados en conciencia, pero no coaccionados, porque Dios tiene en cuenta la dignidad de la persona humana” 11

Cada persona, en uso de su libertad, puede aceptar o rechazar su adhesión al Reino de Dios.

¿Que implica la aceptación del Reino de Dios? Implica la conversión del corazón, mediante la cual la persona:

* Quiere entablar una relación personal con Dios como centro de su vida.

*Quiere adaptar su actuación a las exigencias del Reino de Dios. “Buscad,primero el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás se os dará por añadidura” (Mt 6,33)

Buscad las cosas de arriba” (Col 3,1)

La relación personal con Cristo

1º.-Se fortalece en la oración solidaria que es un diálogo íntimo en el que se experimenta la cercanía del Padre que escucha y manifiesta su voluntad a la conciencia humana. La lectura y meditación de las Sagradas Escrituras es una buena forma de oración solidaria..

2º.- Se purifica en el sufrimiento que es connatural a la existencia humana. San Pablo escribió: “Siento satisfacción en mis enfermedades, en los ultrajes, en las necesidades, en las persecuciones, en las angustias por amor de Cristo; pues cuando parezco débil, entonces soy más fuerte(2 , 10.) “Todo lo puedo en Aquel que me conforta” (Fil 4,13)

3º.- Se realiza a través de la actividad humana. La relación personal con Cristo unifica y ordena, asume y potencia las actividades terrenales que, al relacionarlas con Dios, son contempladas de un modo nuevo: Cristo en medio del quehacer humano.

La coherencia impide seguir a Cristo y dejarlo al margen de las actividades terrenas. Ser cristiano implica serlo durante las 24 horas de cada día.

Cristo es el único que puede colmar plenamente los anhelos del ser humano. “Nos creaste, Señor, para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti“ (San Agustín. Confessiones 1,1,1)

C.4.2.3.- Tercera fase: El testimonio

Daréis testimonio de mí porque estáis conmigo” (Jn 15,27), “Seréis mis testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaría y hasta el extremo de la tierra” (Hch 1,8). El apóstol Pedro habló de Jesús a los habitantes de Jerusalén, diciéndoles: “A este Jesús lo resucitó Dios, de lo cual nosotros (los apóstoles) somos testigos” (Hch 2,32)

Los creyentes en Jesús deben ser “sal de la tierra y luz del mundo” (Mt 5, 13.14); Él mismo les dice: “Id, predicad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y enseñándoles a observar todo lo que os he mandado” (Mt 28,19-20)

El encuentro con Jesús genera el encuentro con los demás.

El creyente en Jesús es fuerte, pero su fortaleza no viene de él, sino del Señor, él sólo es el canal que transporta los dones de Dios y así se convierte en “sembrador” de una esperanza, que comparte y pone al servicio de los débiles. «Nosotros, los fuertes, debemos sobrellevar las flaquezas de los débiles” (Rom 15,1).

El profundo deseo del creyente: “Ven, Señor Jesús” (Apo 22,20), se hace realidad en su acogida para caminar con Él y construir el futuro, hasta que llegue la plenitud de su Reino.

Abraham creyó contra toda esperanza” Rom 4,13 «No vaciló en su fe al considerar su cuerpo ya sin vigor y el seno de Sara igualmente estéril» (Rom 4, 19). La esperanza cristiana no se sostiene en razonamientos, previsiones y garantías humanas; se manifiesta allí donde no hay nada que esperar, porque no se funda en palabra humana, sino en la Palabra de Dios, que invita a“Vivir alegres con la esperanza” (Rom 12,12)

La esperanza no consiste en hacer ver lo que somos, sino lo que el Señor da y que libremente acogemos; y no se puede expresar en el encuentro con los otros si antes no ha sido generada por el encuentro con Jesús.

Todo lo que podemos vivir y hacer por los hermanos no es otra cosa que la respuesta a lo que Dios ha hecho y continúa haciendo por nosotros.

El desanimado, el débil, el necesitado, el abatido, el pobre, el arrinconado por la sociedad, son casos en los que la cercanía y el calor del creyente deben hacerse presentes, intensos y cariñosos y asumir padecer con el otro, sufrir con el otro y acercarse al otro con palabras y obras que le den esperanza y transmitan una caricia de corazón a corazón.

C.4.2.4.- Cuarta fase: La plenitud del Reino

Aquel que ha resucitado a su Hijo nos resucitará también a nosotros. La esperanza siempre está en camino y nos hace caminar en la luz y la alegría que se desprende de la muerte y resurrección de Cristo.

Abrir el corazón a la esperanza y Él hará el resto. Cuando Dios promete, cumple lo que promete. Nunca falta a su palabra. Y entonces la vida asume una luz nueva, en la conciencia de que nuestra esperanza es el Señor Resucitado, vivo y presente en nosotros y en nuestros hermanos.“Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con Él” (Rom 6,8)

Con el encuentro definitivo con Cristo resucitado, al fin de los tiempos, los que hayan puesto en práctica sus enseñanzas, recibirán su acogida: “Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del Reino” (Mt 25,34)

Esta misma esperanza manifiesta San Pablo, poco antes de su partida de este mundo.

He combatido en buen combate, he terminado mi carrera, he guardado la fe. Ya me está preparada la corona de la justicia, que me otorgará el Señor, justo juez, y no sólo a mí, sino también a todos los que hayan esperado con amor su manifestación” (2 Tim 4,7-8).

C.5.- Visión bíblica de la justicia

¿Qué es la justicia?

Como virtud social: Lo justo es aquello que debe hacerse de acuerdo a lo que es razonable y equitativo.

Esto supone el consenso social sobre lo que es razonable y equitativo (lo bueno) y lo que no lo es (lo malo).

Como virtud social inclina a la voluntad a dar a cada uno lo suyo, con objetividad.

Según el Derecho: La justicia es la organización judicial de un país para reprimir y castigar los delitos y dirimir las ofensas entre los ciudadanos, de acuerdo a la ley y el derecho.

Implica una determinada codificación en leyes escritas que son aplicadas por tribunales o jueces.

La ley debe ser:

Justa, es decir, encaminada siempre al bien común; auténtica, es decir, dictada por una autoridad legítima; general, es decir, que sólo busque el beneficio de todos y obligatoria para todos.

Todos iguales ante la ley; esto es lo que debería ser, lo justo; pero, no siempre es así porque los encargados de impartir justicia, en determinadas épocas o acontecimientos, han actuado según les convenía y en función siempre de quien era la persona que tenían que juzgar.

No se puede obviar que, en determinados países y tribunales, el aparato político en el poder sacrifica la justicia por fines políticos y legitima derechos injustos; así, en nombre del Derecho se encubre la injusticia. Por intereses propios se ignoran los derechos de los demás.

Símbolo de la justicia

Es una mujer que porta en la mano una balanza equilibrada y que tiene sus ojos tapados. Se intenta decir que “la justicia es ciega”, que actúa de manera equitativa y siempre tratando por igual a todos los ciudadanos con independencia de su raza, sexo, condición sexual, origen o clase social.

El jurista romano Ulpiano definió la justicia como “la continua y perpetua voluntad de dar a cada uno lo que le corresponde”.

Podemos distinguir la justicia distributiva que consiste en distribuir las ventajas y desventajas, según el mérito de los ciudadanos; y la justicia conmutativa que restaura la igualdad perdida, dañada o violada.

Ulpiano nos dejó tres máximas muy claras:

Honeste vivere” (Vivir honestamente): El derecho objetivo (las leyes) y el derecho subjetivo (la acción de los jueces para que un persona pueda exigir a otra que haga o deje de hacer algo) sirven para garantizar la pública honestidad y las buenas costumbres.

Alterum non laedere” (No dañar a nadie ): Eso es ser justo. La alteración del justo equilibrio que lesiona los afectos, las personas y sus bienes, es una lesión en sus derechos que obliga al restablecimiento del orden agredido.

“Suum cuique tribuere” (Dar a cada uno lo suyo): Esto es, cumplir los contratos, guardar los pactos y reconocer los derechos de los demás.


C.5.1.- La justicia de Dios en el Antiguo Testamento

No parece correcto distinguir entre una justicia “del AT” y otra “del NT” como si fueran dos cosas radicalmente distintas, o incluso opuestas.

El designio amoroso deDios sobre el ser humano tiene en la Sagrada Escritura una revelación progresiva. Dentro de ese designio está la justicia divina cuya comprensión es también progresiva hasta llegar a la justicia revelada en Jesús. Desde el principio de la revelación bíblica hubo dos términos que sirvieron para expresar al Dios bíblico: justicia y misericordia. No son términos abstractos, sino que indican una relación personal que se concreta en los actos de justicia o de misericordia que Dios tiene para con su pueblo.

Justicia de Dios significa que protege y libra a sus protegidos de sus calamidades. Muy gráficamente lo expresa el Génesis: Dios es el “Padrino de Isaac” (31,42), y “Jacob juró por el Padrino de su padre Isaac” (31,53). “Gustad y ved cuán bueno es Yavé, dichoso el que se acoge a El” (Sal 34,9).

El rey David expresa en un cántico sus sentimientos por haberle protegido: “Te amo, Yavé, fortaleza mía, eres mi roca, mi ciudadela, mi libertador, mi Dios a quien me acojo, mi escudo, mi fuerza salvadora, mi asilo” (Sal 18,2-3)

El profeta Isaías habla de la protección de Yavé sobre Jacob: “No temas...porque eres a mis ojos de muy gran estima, no temas porque Yo estoy contigo” (Is 43, 1.4.5)

C.5.1.1.-“El día de Yavé

El Día de Yavé no está cronológicamente fijado sino oculto en la voluntad de Dios.

En el Día de Yavé se harán atentes su justicia y su misericordia, para alegría de los creyentes de corazón y terror de los malvados. Este día es descrito por los profetas con crudas imágenes: batallas, tormentas, incendios, gritos, llantos y pánico.

Cuando estas imágenes eran recreadas en su mente por los judíos, llenaban de espanto a los malvados y de esperanza en la misericordia divina a los fieles cumplidores de la ley, porque el mismo Dios que lossacó de Egipto, los condujo por desierto, les prometió una tierra en la que ubicarse y los escogió como pueblo de su heredad, vendrá a ejercer su justicia y su misericordia.

La justicia está escondida a la espera del “Día de Yahvé”, cuando Él se revele del todo y dé a cada uno según sus obras; por ello la justicia humana, más que un conjunto de normas a cumplir es una preparación de toda la persona para llegar en condiciones al Día de Yavé. La preparación consiste en hacer ahora justicia al débil, al oprimido, al huérfano y a la viuda.

En el AT no está la caricatura de justicia religiosa que consiste sólo en “cumplir los mandamientos”, la idea del cumplimiento legalista está ausente, lo que cuenta es la actitud del corazón y el compromiso personal con Yavé y con los necesitados.

El día de Yavé en los profetas

Ante las constantes infidelidades del pueblo de Israel, surge en los profetas la idea de la manifestación de la Justicia de Dios porque, a pesar de las muchas oportunidades dadas a Israel, éste no cambia de vida.

El Día de Yahveh indica la intervención de Dios en la historia para destruir a los opresores de Israel, castigar a los israelitas infieles y restaurar el pueblo fiel. En definitiva el Día de Yavé implica la condena de los pecadores y la salvación de lé justos.

En el Día de Yavé, se pondrá en marcha el juicio contra los malvados; llegará como luz para romper el dominio de las tinieblas: “Ay de los que se esconden de Yavé para ocultar sus planes, y ejecutan sus obras en las tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, quién nos conoce?” (Is 29,15)

Isaías sitúa el “Día de Yavé” en dos ámbitos:

Por una parte, el Día de Yavé el Señor acabará con todo lo encumbrado y altivo (los habitantes de la ciudad santa, injustos e idólatras). “Llegará el Día de Yavé sobre todos los altivos y engreídos, sobre todo lo que se yergue para humillarlo” (Is 2,12)

Por otra parte, en el ocaso de Babilonia que fue conquistada por Ciro el Grande en el año 538 a.C. “Lamentaos que se acerca el Día de Yavé, que vendrá como azote del Todopoderoso….”(Is13,6ss)

Ezequiel sitúa la llegada del Día de Yahveh en la debacle que asolará Egipto llevada a término por Nabucodonosor II. “Se acerca el Día de Yavé….vendrá la espada sobre Egipto..cuando caigan sus muertos y sean apresadas sus riquezas y destruídos sus cimientos” (Ez 30,3-4)

Zacarías sitúa el Día de Yavé en la destrucción de Jerusalén y el cautiverio de Babilonia. “He aquí que viene el Día de Yavé en que serán repartidos tus despojos en medio de tí. Yo reuniré a todas las naciones en batalla contra Jerusalén, será tomada la ciudad, las casas saqueadas y las mujeres violadas. La mitad de la ciudad partirá al cautiverio, pero el Resto del pueblo no será extirpado de la ciudad” (Za,14, 1-3)

El Día de Yavé será un día de castigo

Por la infidelidad de Israel, Yavé castigará a su pueblo, ya sea a través de la invasión babilónica de Jerusalén o por la plaga de langostas descrita en Joel 2,1-11.

Amós insiste en el castigo de Yavé: “¡Ay de los que desean el día de Yavé! ¿Para qué queréis este día de Yavé? Será de tinieblas y no de luz” (Am 5,18)

Grande es el Día de Yavé, sobremanera terrible, ¿quién podrá soportarlo? Por eso, ahora dice Yavé: Convertíos a mí de todo corazón...rasgad vuestros corazones, no vuestras vestiduras y convertíos a Yavé que es clemente y misericordioso, tardo a la ira y rico en clemencia” (Jo2,11.12.13)

El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que venga el día grande y terrible de Yavé” (Jo 2,31).

Prevalecerá la misericordia de Yavé

Sobre la justicia de Dios predomina la misericordia, que perdona la infidelidad, recupera la amistad y colma de bendiciones. “ “He visto la aflicción de mi pueblo en Egipto, he oído sus clamores… conozco sus angustias...y he bajado para librarle de las manos de los egipcios” (Ex 3, 7-8)

Tú eres, Señor, indulgente y bueno...clemente y compasivo, magnánimo y de gran piedad y fidelidad” (Sal 86,5.15)

Yavé es misericordioso y clemente, tardo a la ira… y su misericordia es eterna” (Sal 103, 8.17)

Yo curaré su rebeldía y los amaré generosamente, mi cólera se ha apartado de ellos” (Os 14,5)

Todo el que invocare el nombre de Yavé será salvo, porque en el monte de Sión y en Jerusalén estará el resto de los salvados” (Jo 2,32)

El fundamento último de la justicia es el amor expresado con la elección personal y con elperdón ante la infidelidad. En la predicación de los profetas se hablará de relación amorosa de persona a persona: “ Cuando Israel era niño, yo le amé” (Os 11.1). El que os toca a vosotros toca a la niña de mis ojos”.“ Me has seducido,Yavé, y me dejé seducir.. Yavé está conmigo” (Jer 20, 1.11).

El profeta Daniel sugiere que el Día de Yavé sucederá al final de los tiempos: “La muchedumbre de los que duermen en el polvo de la tiera serán despertados, unos para la vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua” (Dan 12,2).

Daniel hace referencia a un día específico como el Dia de Yavé cuando dice: “Bienaventurado el que espere y llegue a mil trescientos treinta y cinco días” (Dan 12,12)

C.5.i2.- La justicia exigida a los hombres

La justicia humana que corresponde a esa justicia divina es “estar dispuesto”, “confiar” y“esperar contra toda esperanza”, es decir, plena entrega a los planes divinos. La justicia humana, más que un conjunto de normas a cumplir es una preparación de toda la persona para llegar en condiciones al Día de Yavé. Prepararse para el Día de Yavé es hacer justicia al débil, al oprimido, al huérfano, a la viuda.

C7º.5.1..3.-La Alianza del Sinaí

Concreta los lazos vinculantes entre Yavé y el pueblo: Yavé ofrece al pueblo el compromiso de la salvación y el pueblo asume la fidelidad al pacto.

La Alianza se vivía como un pacto social cuya ruptura atraía la ira de Yavé. Esto dio lugar a la alternancia característica de la historia de Israel: pecado, castigo, arrepentimiento y perdón.

La observancia integral de los mandamientos divinos es considerada como mérito ante Yavé. Será recompensado el justo, el piadoso, el servidor irreprochable y amigo de Yavé.

A este respecto es interesante la redacción de los 10 mandamientos: Nosotros traducimos habitualmente con un genérico “No matar”, "no robar", etc.; pero en la redacción hebrea es muchísimo más personal: “no mates”, “no robes”, etc.

C.5.1.4- La justicia como sabiduría y bondad

Al concepto de justicia como regidora de las relaciones entre los hombres se le añade un aspecto nuevo: la justicia es la sabiduría puesta en práctica.

Antes de la cautividad se hablaba del amor de Yavé a la colectividad, después se concretó que todo judío es amado, sobre todo el justo (Salmo 37, 25-29; 146,8) el pobre y el pequeño (Salmo 113, 5-9)

Los sabios subrayarán el carácter personal e interior de la unión entre Dios y el hombre realizada por el amor. Adquirir la sabiduría es el mejor camino para ser amigo de Dios (Sab 7,14), por eso, hay que buscarla, desearla y vivir con ella (Sab 7,28 y 8.2.9).

“Sabio es el que escribe las palabras verdaderas, acepta las enseñanzas de los demás y escucha sus exhortaciones, sabe manejar los sentimientos y emociones; es capaz de entrar en diálogo; es mediador de la paz; no es egoísta; comunica la sabiduría y está siempre abierto a la vida; evita toda injusticia; exige un respeto a Dios” (1).

Justo es el hombre bueno y caritativo. Ragüel bendijo a Tobías, diciendo: “Eres hijo de un varón bueno, buenísimo” (Tob 7,7). Esta es una de las últimas recomendaciones de Tobit a su hijo Tobías: “Guarda la Ley y los preceptos, sé misericordioso y justo y serás feliz” (Tob 14,9)

El amor de Diosal hombre debe ser imitado por éste: “Enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser amigo del hombre” (Sab 12,19); “la Sabiduría es un espíritu que ama al hombre” (Sab 1,6)

La fidelidad a la ley es fuente de méritos ante Yavé y de prosperidad material. “El que hace justicia y misericordia hallará vida y honor” (Prov 21,21)


C.5.2.--La justicia en el Nuevo Testamento

El Nueno Testamento no deroga al Antiguo sino que lo perfecciona: No penséis que he venido a abolir la Ley o los Profetas; no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento” (Mt 5,17). En cierto sentido podría decirse que en la predicación religiosa de Jesús no hay nada que no pudiéramos encontrar, con mayor o menor desarrollo, en el AT,

CI5.2.1. Sobre el tributo al César y el salario

Sobre si es lícito pagar tributo al César que, para tenderle una trampa, le proponen los fariseos, Jesús responde:“Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” (Mt 22,21)

Sobre el salario de los trabajadores: “El obrero es digno de su salario” (Lc 10,7)

Sobre la generosidad en el salario: “Toma tu salario y vete. Yo quiero dar a este postrero lo mismo que a tí: ¿No puedo hacer lo que quiera de mis bines? Mt 20,14-15)

Insistencia del apóstol Santiago: “El jornal de los obreros que han segado vuestros campos, defraudado por vosotros, clama y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor”(Sant 5,4)

Jesús no se presentó como reformador social o mesías nacional.

Denunció un mal específicamente religioso: el legalismo y la hipocresía de los fariseos.

San Pablo escribió: “(El magistrado) es ministro de Dios para el bien… Por tanto, pagadles los tributos. Pagad a todos lo que debáis; a quien, tributo, tributo; a quien aduana, aduana” (Rom 12, 4.6-7)

C.5.2.2.- Los fariseos

En tiempos de Jesús, la secta de los fariseos contaba con unos 6.000 miembros, a ella pertenecían la totalidad de los escribas y doctores de la Ley y un cierto número de sacerdotes. Un gran número de ellos se opuso a las enseñanzas de Jesús.

San Pablo, antes de su conversión, era un fariseo furibundo:

Saben que de mucho tiempo atrás viví como fariseo….Me creí en el deber de hacer mucho contra el nombre de Jesús Nazareno, y lo hice en Jerusalén, donde encarcelé a muchos santos...y cuando eran muertos yo daba mi voto… los obligaba a blasfemar a fuerza de castigos y, loco de furor contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extrañas” (Hech 26, 5, 9-11).“Circuncidado al octavo día, de la raza de Israel, de latribu de Benjamín, hebreo hijo de hebreos, y, según la Ley, fariseo: Y por el celo de ella perseguidor de la Iglesia; según la justicia de la Ley, irreprensible“ (Flp 3, 5-6)

Jesús admiró el celo de los fariseos: “recorréis mar y tierra para hacer un solo prosélito” (Mt 23,15)

Hay que felicitarlos por su adhesión a las tradiciones orales vivas, pero Jesús los acusa de haberlas convertido en preceptos humanos.

Habéis anulado la palabra de Dios por vuestra tradición….este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí; en vano me rinden culto, enseñando doctrinas que son preceptos humanos” (Mt 15, 6.8)

Jesús se enfrentó abiertamente con los fariseos, les llamó ¡hipócritas!, ¡insensatos y ciegos! (Jn 23,13.17) “sepulcros blanqueados” (Mt 23,27); “serpientes, raza de víboras” (Mt 23,33)

Enseñando en el templo, decía a la muchedumbre:

Guardaos de los escribas que gustan pasear con amplias túnicas, ser saludados en las plazas, ocupar los primeros puestos en las sinagogas y en los banquetes, mientras devoran la hacienda de las viudas so capa de largas oraciones” (Mc 12, 38-40)

San Esteban les dijo, poco antes de morir apedreado: “Duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos, siempre habéis resistido al Espíritu Santo” (Hech7,51)

San Juan escribió: “No amemos de palabra ni de lengua, sino de obra y de verdad” (1Jn 3,18)

C.5.2.3.-El Día del Señor en el NT

San Mateo traza una serie de figuras para anunciar la grandeza de la majestad con que vendrá el Hijo del Hombre a juzgar al mundo: “Se oscurecerá el sol, la luna no dará luz, las estrellas caerán del cielo y se conmoverán los poderes del cielo” (Mt 24,29)

Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el Rey a los de su derecha: “Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo”

Entonces dirá también a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles” (Mt 25, 31-34.41)

San Pedro: “El Día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas” (2 Pe 3.10)

Este vaticinio de Joel: “El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que venga el día grande y terrible de Yavé” (Jo 2,31) está recogido en los Hechos de los Apóstoles (2,20) y lo utiliza San Pablo: “Sabéis bien que el Día del Señor llegará como ladrón en la noche” (1 Tes 5,2).También escribe a los corintios: “Somos vuestra gloria, como vosotros sois la nuestra, para el Día del Señor Jesús” (2 Cor 1,14).

El libro del Apocalipsis, en alusión al juicio final, dice:

Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.(Apo 20, 11-12)

De acuerdo con estos pasajes, parece entonces que el día del Señor es un acontecimiento estrechamente ligado con la venida del Mesías para juzgar al mundo. En este contexto, el Día del Señor no se refiere al “primer día de la semana” el domingo, sino al día del Juicio final.


C: El perdón como valor psicológico y humano

Introducción

Sobre el perdón se puede hablar o escribir desde diversos ángulos: religioso, político, jurídico, del Estado con los ciudadanos y de éstos entre sí.

En algún momento de nuestra vida, todos hemos ofendido a alguien o hemos sido ofendidos por alguien. Ofendemos por muy diversos motivos que cristalizan en un sentimiento de ira contra el que consideramos nuestro enemigo; esta ira se transforma en un sentimiento de odio que aprisiona y destruye al ofendido en una larga cadena de dolor.

Es difícil considerar al que nos ha ofendido como la víctima de su propio odio, e igualmente difícil es aceptar que nuestro deseo de venganza proceda de nuestro odio, el mismo sentimiento que tuvo nuestro agresor.

Los sentimientos más comunes son la venganza, el ojo por ojo o tomarse la justicia por la propia mano. Estos sentimientos pueden estar presentes durante años, impidiendo que se cierre la herida y haciendo que la vida pierda alegría y el ofendido se vuelva hostil y amargado.

Para curar la herida y recuperar la paz es imprescindible abandonar los pensamientos voluntarios de venganza.

¿Quiere esto decir que no podamos sentir una profunda aversión y repulsa hacia la injusticia, la crueldad y la opresión? Claro que no; pero, una cosa es la ofensa y otra el ofensor; es imprescindible que no sucumbamos al odio y a la venganza hacia el mismo..

Aferrarse en ellos y contemplar reiteradamente las propias heridas, produce un efecto desastroso en el bienestar físico y psicológico que destruye la paz y la felicidad.

La elección es personal. El dolor y la decepción son inevitables, pero no deben controlar nuestras vidas. El perdón es la mejor forma de acabar con el propio sufrimiento.

C8º.1.-¿Qué es el perdón?

El perdón es disculpar a otro por una acción considerada como ofensa.

Perdonar es una conducta libremente elegida, un compromiso de evitar las conductas voluntarias destructivas dirigidas contra el ofensor e incluir conductas positivas.

El perdón no se ejerce en un único acto, en un momento dado, sino que es un proceso con diversas etapas.


C8º.1.1.-Etapas del proceso de perdonar

1ª.- El ofendido reconoce la ofensa sufrida.

Alguien ha ofendido a otro y éste, al conocer la ofensa, siente ira, odio y deseo de venganza hacia el ofensor. El reconocimiento de la ofensa por parte el ofendido debe ser lo más objetivo posible, de modo que le permita el distanciamiento emocional y le capacite para entender las motivaciones y circunstancias del ofensor.

2ª.- El ofendido elige la opción de perdonar.

La influencia de los valores personales influyen en el ofendido para disminuir el deseo o urgencia de venganza y abandonar toda conducta destructiva.

Por otra parte sabe que, si no perona, se coloca en una situación permanente de sufrimiento.

3ª.- El ofendido acepta y se compromete.

Acepta: Siente el sufrimiento, la ira y el deseo de venganza y cualquier pensamiento, sentimiento, sensación o emoción que surja asociado al daño recibido. La aceptación lleva al cambio; pero, su objetivo no es la extinción del sufrimiento, sino el compromiso.

Se compromete: A actuar en conformidad con los valores y beneficios del perdón.

Intentar cambiar los sentimientos negativos hacia el ofensor, tratando de entender su sufrimiento, dolor o ignorancia que le llevaron a herir.

El proceso del perdón no implica abandonar la búsqueda de la justicia, ni la defensa de los justos derechos, ni la reconciliación obligatoria.

Perdonar y pedir perdón son opciones personales que no necesitan la colaboración de la otra persona, otra cosa es la reconciliación en la que el ofendido y el ofensor deben actuar conjuntamente.

4ª.- El ofendido elige el perdón como protección propia.

Perdonar es tomar la resolución de acabar con el propio sufrimiento, fijando los límites que sean necesarios para que la ofensa no vuelva a repetirse. Es un proceso profundo del corazón, que puede ser largo y difícil, tanto cuando se trata de perdonar a otros como a sí mismo; pero, es un proceso que libera del odio y del deseo de venganza y, al mismo tiempo, capacita para seguir amando y vivir en paz consigo mismo.

5ª.- El ofendido expresa explítamente su perdón.

Esta acción explícita no es el final del proceso de perdón, sino la manifestación externa del mismo. Si fuese necesario habría que repetir todo el proceso, ya que el ofendido no está libre de que le aparezcan de nuevo los pensamientos, emociones, sensaciones y sentimientos asociados a la ofensa.


C8º.1.2.-Beneficios del perdón

En psicología, el perdón es asociado con el bienestar, la salud física y las buenas relaciones interpersonales.

El perdón hace que disminuya la ansiedad y el estrés, tiene efectos beneficiosos sobre el sistema cardiovascular, aumenta la satisfacción y es fuente de emociones positivas que incrementan la felicidad.


C8º.2.- ¿Qué no es perdón?:

El perdón no es olvido de la ofensa. El olvido es un proceso involuntario que se dará, o no, con el tiempo. Recordar la ofensa es un proceso automático ante estímulos que se pueden presentar en cualquier sitio y momento y que producen sentimientos que no se pueden modificar voluntariamente; las respuestas dadas ante esos sentimientos sí serán voluntarias.

El perdón no supone justificar la ofensa recibida, cuya valoración será siempre negativa.

El perdón no significa que el ofensor no sufra las consecuencias de su acto. La reconciliación precisa que el ofensor realice una restitución del daño que ha causado, si es posible, o cumpla la pena que la sociedad le imponga. Perdonar no es permitir que el ofensor vuelva a repetir la ofensa. Por ejemplo: Si un esposo o esposa continúa perdonando a su cónyuge sus frecuentes transgresiones, es probable que los malos tratos, transgresiones o comportamientos indeseados continúen y hasta empeoren debido a que no hayconsecuencias de sus actos.


C8º.3.- ETAPAS DEL PROCESO DE PEDIR PERDÓN

Ofensor y ofendido están enfrentados. Cuanto más cercano sea el ofensor o más grande sea la ofensa, más difícil será que el ofendido perdone.

La tendencia natural de los seres humanos es marcar distancia en tales situaciones. Es un acto de supervivencia emocional, no obstante, muchos ofendidos, en aras de valores personales más altos opersiguiendo su propia tranquilidad y protección, han logrado perdonar y gozan de los muchos beneficios del perdón.

Mucho más fácil es que el ofensor pida perdón, rectifique y desista de su conducta ofensiva.

Para pedir realmente perdón tiene que haber un arrepentimiento que incluye un dolor por el sufrimiento causado que no puede quedar solamente en palabras, sino que ha de concretarse en acciones que permitan que la ofensa no vuelva a ocurrir y que restituyan el mal realizado.

Pedir perdón es un proceso que tiene sus propios componentes:

1º El ofensor reconoce que hizo daño al ofendido.

No siempre el ofensor es plenamente consciente del daño causado y del sufrimiento de su víctima. El hecho de reconocerlo supone un acercamiento y una comunicación, que no debe emplearse para evitar las consecuencias de su ofensa.

Si el acercamiento y la comunicación son correctos habrá empatía entre ambos, y uno y otro podrán manifestarse plenamente.

2º El ofensor debe sentir, de verdad, el dolor del ofendido.

Solamente lo conseguirá si se pone en su lugar y se acerca a sus sentimientos.

3º El ofensor debe analizar su conducta. Debe saber por qué y cómo hizo lo que hizo. Para avanzar en el proceso de pedir perdón y llegar a la reconciliación, deberá compartir sus hallazgos con el ofendido.

No se trata de buscar excusas, ninguna de ellas sería aceptable para el ofendido, ni de quitarse la culpa y echársela a otra persona, sino de encontrar una base sólida para el siguiente componente.

4º El ofensor debe definir un plan para que no vuelva a suceder. No se trata de buenas intenciones, sino de acciones concretas y en tiempos concretos que mejoren y hagan desaparecer las propias debilidades.

5º El ofensor debe pedir perdón explícitamente al ofendido. Todas las etapas anteriores deben ser compartidas con el ofendido para que la petición de perdón sea explícita. No son palabras que se lleva el viento sino que encierran un plan y un compromiso.

6º El ofensor debe restituir el daño causado. Según el tipo de ofensa, no siempre será posible; pero, cuando lo sea, la restitución es garantía de sinceridad en la petición de perdón. No es de recibo pedir perdón y quedarse con las ventajas que se han obtenido con la ofensa.


C8º.4.- Importancia de perdonarse a sí mismo

C8º.6.1.-¿Qué es perdonarse a sí mismo?

Es un proceso de análisis profundo de las acciones y decisiones erróneas de nuestro pasado que, a pesar del tiempo transcurrido, nos siguen haciendo sufrir.

El pasado siempre nos acompaña y hemos de aprender a convivir con él, sea el que sea.

C8º.6.2.- La dificultad de perdonarse a sí mismo.

Todos hemos cometido errores y tomado decisiones equivocadas, tal vez, con consecuencias irreparables.

El pasado es el que es, no lo podemos cambiar; pero, sí debemos afrontarlo sin convertirnos en su víctima, sin permitir que nos siga esclavizando y haciendo sufrir.

El único camino para que nuestro pasado no nos haga sufrir es perdonarnos a nosotros mismos.

¿Por qué se nos hace tan difícil perdonarnos a nosotros mismos? Porque nuestro presente nos recuerda permanentemente que muchos de nuestros problemas actuales son consecuencia de las acciones o decisiones erróneas del pasado.

C8º.6.3.- ¿Cómo me perdono a mí mismo?

Todo perdón requiere un proceso, también perdonarte a tí mismo; reflexiona sobre estos pasos

1º.- Tú no eres una escepción. Todos los seres humanos arrastramos nuestras equivocaciones y errores del pasado. Seguramente ahora no repetirías esas conductas.

2º.- Acepta tus errores. Hagas lo que hagas, tu pasado no cambiará; eres tú el que debe cambiar. Tu cambio consistirá en perdonarte a tí mismo, si has ofendido a alguien pedirle perdón y aceptar las consecuencias de tus errores.

3º.- Tras la aceptación, analiza los sentimientos y pensamientos que ocupan tu mente;obsérvalos, entiéndelos y acéptalos. El sentimiento de culpa te hace sufrir y te resistes a aceptarlo; quisieras que desapareciese en un instante, pero es imposible; causar el daño fue cosa de un momento, curarte de las consecuencias requiere tiempo y voluntad.

Anclarte en el reproche te amargará la vida y te impedirá pedirte perdón por lo negativo que trajiste a tu vida con tus decisiones erróneas y trata de compensarte. Perdonarte es liberarte.

4º.- Comprométete a perdonarte a ti mismo.No te lamentes tanto y actúa;asume la responsabilidad de tu vida y de tu error. No te victimices. Todos los seres humanos pasamos por circunstancias adversas, pero lo que nos hace grandes es superarlas y seguir.

5º.- Observa el lado positivo de la situación.Todo error,toda circunstancia desfavorable siempre deja una lección importante. Los errores forman parte del aprendizaje, nos enseñan a conocernos, a mejorarnos y a extraer sabiduría para el presente y el futuro.

Deja de culparte por tu pasado. Date una nueva oportunidad. Eres merecedor de experimentar una vida plena y libre, tienes derecho a caerte y levantarte, a tomar decisiones equivocadas y aprender de ellas. Tus errores no te definen, lo hace la actitud que tomas ante ellos. Por eso, compréndete, perdónate, aprende y sigue adelante sin ese lastre de sufrimiento.


C10º: EL PERDÓN COMO VALOR CRISTIANO


C10º.1.- EL PERDÓN EN EL AT

Lo estudiaremos en dos vertientes: El perdón de Dios a los hombres y el de éstos entre sí.

C10º.1.1.- El perdón de Dios a los hombres

La historia de la salvación no es otra que lade las tentativas de Dios para arrancar al ser humano del pecado, de la iniquidad y de la injusticia.

En su relación con los hombres, Yavé aparece, por una parte. como justiciero, cruel y vengativo y por otra, como misericordioso y compasivo.

Yo decido arrancar, destruir y hacer perecer a un pueblo y a un reino, pero si este pueblo se convierte de sus maldades… también yo me arrepiento del mal que había determinado hacer” (Jer 18,7-8)

Yavé es el Dios de las venganzas” (Sal 94,1).

En la Biblia, el pecador es un deudor de Dios que le condona la deuda de forma totalmente gratuita, manifestando así su bondad y misericordia., ya que “es propio de Yavé tener misericorda y perdonar” (Dan 9,9)“no se complace en destruir” (Os,11,9) y, “no desprecia sino que colma de gozo al corazón contrito y humillado (Sal 51 19); “Yavé perdona todas tus faltas y sana todas tus dolencias” (Sal 103,3)“Tú eres el Dios de los perdones” (Neh 9,17):

El perdón de Yavé no solo atañe el pueblo de Israel, su pueblo elegido, sino que se extiende a todos los pueblos. “Tú tienes piedad de todos, porque todo lo puedes y disimulas los pecados de los hombres para traerlos a penitencia…. A todos perdonas porque son tuyos” (Sab11,24.27)

Yavé, Dios misericordioso y clemente, tardo a la ira, rico en misericordia y fiel…perdona la iniquidad, la rebeldía y el pecado, pero no los deja impunes “ (Ex 34,6)

C10º.1.2.- ¿Qué exige el AT para obtener el perdón divino?

La historia de Israel, en el AT, es la repetición constante de un ciclo de cuatro tiempos:

1º Fidelidad del pueblo a Yavé.

2º Infidelidad del pueblo a Yavé.3º Castigo de Yavé por su infidelidad.

4º Arrepentimiento de Israel y petición de auxilio a Yavé.

El arrepentimiento exige reconocer la infidelidad y enmendarse: “Si mi pueblo se humilla, ruega y me busca, si se aparte de sus malos caminos, yo perdonaré su pecado” (2 Par 7,14). El que confiesa sus pecados y se enmienda alcanzará misericordia” (Pro 28,13)

El arrepentimieo exige hacer penitencia: “Redime tus pecados con justicia y tus iniquidades con misericordia a los pobres” (Dan 4,24)

C10º.1.3.- El perdón de los hombres entre sí

El perdón es lo opuesto a la venganza, a castigar la ofensa devolviendo mal por mal. En el lenguaje bíblico está siempre prohibida la venganza por odio al ofensor, pero, se considera un deber vengar el derecho atropellado.

C10º.1.3.1- El derecho de venganza

El ejercicio de este derecho evolucionó a lo largo del tiempo:

En caso de homicidio, la sangre de la víctima clama venganza contra el asesino (Gen 4,10)

Yavé maldice a Caín por haber asesinado a su hermano Abel (Gen 4,11).

En la Alianza de Yavé con Noé se tiene por legítima la acción del vengador de la sangre: “El que derramare la sangre humana, por mano de hombre será derramada la suya” (Gen 9,6)

C10º.1.3.2.-“El vengador de la sangre”

(Goel) Es una figura que aparece en el primitivo Israel nómada. La ejerce el pariente más cercano a la víctima “El vengador de la sangre matará (al asesino) cuando le encuentre” (Núm 35,21).

Israel, ya pueblo sedentario, conservó la costumbre del vengador de la sangre (2 Sa 3,27); pero, para prevenir los excesos, el vengador solo podía actuar en los homicidios voluntarios y tras un proceso en la ciudad refugio donde se hubiese acogido el asesino.

Dado el ánimo excitado de los parientes de la victima de un asesinato y la dificultad de determinar la culpabilidad del presunto asesino, se brinda a éste la posibilidad de refugio, ya sea ante el altar, “Joab se refugió en el tabernáculo de Yavé” (1Re 2,28) o en las ciudades refugio, “elegiréis ciudades de refugio donde pueda refugiarse el homicida” (Nú 35,11). “El homicida que allí se refugie tendrá salva la vida, si mató a su prójimo sin querer” (Dt 10,4).

Se trata de evitar y dar reglas a la actitud de venganza ilimitada (Dt 19, 6-13). Poco a poco, el derecho a la venganza pasa del individuo a la sociedad. Se castigará con la muerte al asesino voluntario, no al accidental; además, tras un proceso en la ciudad-refugio que acogió al asesino.

C10º.1.3.3.- La ley del Talión

Vida por vida,ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por auemadura, herida por herida, cardenal por cardenal” (Ex 21,23-24)

La Ley del Talión es un freno a la venganza ilimitada y la misma ley queda suavizada cuando admite, en ciertos casos, la compensación pecuniaria (Ex 21, 18-19).

C10º.1.3.4.- Prohibición de la venganza

A pesar de los esfuerzos, el deseo de venganza ocupa el corazón de los israelitas.

No te vengarás y no guardarás rencor a los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lev 19,18). El deber del perdón queda restringido a los hermanos de raza. En el libro de los Jueces no se critica la venganza de Sansón contra los filisteos, “Ahora puedo hacer daño a los filisteos, sin culpa de mi parte” (Jue 15,3).

El libro del Eclesiástico extiende la prohibición de la venganza a todos e interpreta la palabra “prójimo” abarcando a todos los seres humanos. “El que se vengue será víctima de la venganza del Señor, que le pedirá cuenta exacta de sus pecados” (28,1)

C10º.1.3.5.- Yavé es contemplado como göel de Israel

El justo debe renunciar a la venganza y poner su confianza en en Yavé.

No digas: Devolveré mal por mal; confía en Yavé, Él te salvará” (Prov 20,22), porque “Mía es la venganza, dice el Señor” (Dt 32,35). Esta voluntad de justicia divina la expresa Job cuando dice: “Yo sé que mi defensor (mi göel) vive, que él, al fin, se levantará sobre la tierra” y hará justicia (Job 19,25).

Dios es el juez por excelencia que “escudriña los corazones… para retribuir a cada uno según sus obras” (Jer 17,1 )

C10º.1.3.6.-El Día de Yavé

“El Dia de Yavé” es una expresión privilegiada para designar la intervención de Yavé en la historia humana.

Yavé conduce la historia de Israel.Los profetas anunciaron el “Día de Yavé” como el día en el que Yavé intervenía en favor de Israel y derrotaba a todos sus enemigos.

Así la concepción del Día de Yavé se fundamentaba en su experiencia histórica y se afirmaba una fe: Yavé es el Señor que conduce la historia.

Al principio, el horizonte del Dia de Yavé se limitaba a Israel que, una y otra vez, se apartaba de los caminos de Yavé y los profetas le incitaban a convertirse (Sof 2,1-3) porque sólo “un resto” sobreviviría a la devastación tras el Día de Yavé.

Dejaré de vosotros entre las gentes unos restos que escaparán a la espada” (Ez 6,8)

Con el profeta Sofonías se amplía el horizonte; el Día de Yavé se extiende a las naciones enemigas de Israel (Sof 2,4-15)

Israel será vengado de sus enemigos:

Ese día es el Día de Yavé de los ejércitos, día de venganza contra sus enemigos” (Jer 46,10)

Vendrá la espada sobre Egipto….los de Etiopía, los de Put, de Lud, toda suerte de pueblos, las gentes de Cub y los hijos de los países aliados caerán con ellos a la espada” (Ez 30,4-5)

Porque es para Yavé un día de venganza” (Is 34,8)

El Día de Yavé es contemplado como el final de los tiempos, el día en el que Yavé actuará como “Juez de la tierra” (Sal 94,2); “Alégrense los cielos, regocíjese la tierra...ante la presencia de Yavé que viene a juzgar a la tierra” (Sal 96,11.13)

De esta manera el Día de Yavé marcará la victotia definitiva de Dios sobre sus enemigos.


C10º.2.- El perdón en el N.T.

C10º.2.1.-Jesús pecfecciona el AT

Tengo publicado un artículo titulado “Comentando el Padrenuestro”. Remito al lector a dos párrafos del mismo: Número 8.1 “Jesús perfecciona lo dicho en el AT” y número 9, “Como nosotros perdonamos”.

El Padre celestial no envió a Jesús como juez del mundo sino como salvador del mundo (Jn 3,17s; 12,47). Jesús revela que Dios es un Padre que se goza en perdonar. Recordemos las parábolas de la “oveja perdida”, la “dracma perdida” y la maravillosa del “hijo pródigo” (Lc15). Jesús ejerce el poder de perdonar (Mc 2,5s)

C10º.2.2.- Perdonar siempre

Un día Pedro preguntó a Jesús: “Señor, ¿cuántas veces he de perdonar a mi hermano si peca conta mí? ¿Hasta siete veces? Dícele Jesús: No digo yo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete” (lo que equivale a indefinidamente), (Mt 18,22).

Si tu hermano peca contra tí, corrígele, y si se arreepiente, perdónale. Si siete veces al día peca contra tí y siete veces se vuelve a tí diciéndote: Me arrepiento, le perdonarás” (Lc 17,3-4)

C10º.2.3.-Primero, perdonar; después, orar.

Cuando os pongáis en pie para orar, si tenéis alguna cosa contra alguien, perdonadle primero, para que vuestro Padre, que está en los cielos, os perdone a vosotros vuestros pecados. Porque si vosotros no perdonais, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas” (Mc 11,25-26).

San Pablo insiste en la misma idea:”Sed bondadosos y misericordiosos unos con otros, perdonándoos, como Dios os ha perdonado en Cristo” (Ef 4,31-32)


C10º.3.- El perdón como valor religioso

Todas las "religiones universales" recomiendan:

a) Solicitar el perdón divino de los pecados.

b) Pedir perdón por las ofensas a los demás.

c) Perdonar a los demás.

C10º.3.1.- El Judaísmo.

Celebra elYom Kippur, también conocido como Día del Perdón, el día más sagrado del año judío. Se inicia como todas las fiestas judías la tarde del día anterior. Se observa un ayuno riguroso, se dedica a la plegaria y al arrepentimiento por las faltas cometidas durante el año, esperando el perdón de Dios, que ha de perdonar a todos quienes se arrepienten sinceramente.

C10º.3.2.- El Islam.

Llama a Alá, El Clemente, El misericordioso (al-Rahman al Rahim). En su libro sagrado, el Corán, se recomienda muy frecuentemente “implorad el perdón de Alá, el Misericordioso” (2:199); “y os arrepintáis” (11.3); “quien obre mal o cometa iniquidad y luego pida perdón a Al-lah, encontrará que Al-lah es absolvedor y misericordioso” (4,110); “sabed que Al-lah recompensará al que sepa perdonar” 42:43).

En la llamada “Noche del Perdón” (Laylat al Barh) que se celebra el décimo día del octavo mes, pasan la noche en oración y se perdonan los pecados mutuamente.

C10º.3.3.- El Budismo

El Budismo concibe el perdón como práctica para prevenir los pensamientos que pueden alterar el bienestar mental. Los sentimientos de odio, rencor o deseo de venganza dejan efectos duraderos en el karma. No hay razón para buscar venganza, puesto que el agresor es, realmente, el más desafortunado.

Ante el resentimiento, la meditación budista se centra en la liberación del sufrimiento y el engaño.

El Budismo enfatiza los conceptos de metta (amabilidad), karuna (compasión), mudita (gozo compasivo) y upekkha (ecuanimidad), como medios para evitar el resentimiento.


C11º: LA PAZ COMO VALOR HUMANO


C11º1.- ¿Qué es la paz como valor?

Paz (del latín pax), en sentido negativo, es la ausencia de inquietud, violencia o guerra.

Paz en sentido positivo: En relación con la persona, es un estado de ánimo tranquilo, sereno e imperturbable frente a los sentimientos inquietantes, como la ira, el odio, la venganza, etc.

En relación con la sociedad es un estado de equilibrio y estabilidad entre sus miembros.

La paz es una forma de resolver los conflictos sociales y los intereses tan diversos de las personas. Antítesis de la paz es la violencia, el mecanismo más generalizado para resolver los conflictos en la historia de la Humanidad. En todos los tiempos y lugares se han dirimido y dirimen las diferencias apelando a la guerra. Desde siempre, la cultura de la violencia fue aceptada por una parte de los seres humanos, pensando que la ley del más fuerte hace avanzar a la sociedad.

A pesar del belicismo de la sociedad, la mayor parte de la misma piensa que la violencia no es el mejor camino para la resolución de los conflictos y que una sociedad en paz sería más beneficiosa para el bienestar propio y para el progreso de la humanidad.

C11º.2.- La paz inter e intra nacional

La violencia muestra una de sus caras más dolorosas tanto en las guerras entre naciones como en las guerras entre ciudadanos del mismo país. Ambas situaciones bélicas causan muchas muertes, mucho dolor y mucha pobreza. Esto debería mover a la sociedad a intentar implantar la cultura de la paz en sustitución de la cultura de la violencia.

En el inicio del año 2020, la aldea global de la humanidad está sometida a la pandemia del Covid.19. Se cuentan por miles los infectados y los que han sucumbido. Nadie osa predecir el futuro; pero, todos estamos convencidos que van a ser muchas las vidas perdidas y, además, que el panorama de la economía se presenta muy negro.

En todas las coyunturas temporales es necesaria una paz duradera; pero, es más urgente, si cabe, en la actual para dedicar todas las fuerzas y recursos a combatir el virus pandémico.


C11º.3.- Cultura de la paz o de la violencia

El ser humano se ve abocado a plantearse la disyuntiva: cultura de la guerra y la violencia o cultura de la paz y el diálogo como forma social de resolver los inevitables conflictos.

La paz no es sólo ausencia de guerras, sino la actividad de todos en la búsqueda de una sociedad más justa, en la que, respetando los derechos humanos, se emplean los mecanismos de comunicación, diálogo y cooperación en todos los ámbitos sociales: familiar, empresarial, político, local e internacional.

Los responsables de estas estructuras deben reflexionar sobre qué cultura están practicando en sus respectivos ámbitos.


C11º.4.-Educar en la cultura de la paz

Si queremos que nuestros hijos y nietos practiquen la cultura de la paz es necesario que seamos sus referentes. La familia, en su sentido más amplio, tiene mucho que decir y ofrecer.

Educar para la paz es un proceso permanente para implantar los valores de justicia, libertad, respeto, cooperación, solidaridad, actitud crítica, diálogo, compromiso, tolerancia, desarrollo social, etc. Educar es enfrentar los valores de la cultura de la paz con los antivalores de la cultura de la violencia.

Hay que ir a las raíces de la violencia y cuestionar los antivalores que fomentan las desigualdades económicas entre personas y pueblos, el afán de poder de los gobernantes autoritarios, las discriminaciones por cultura, sexo, color, etc.


C11º.5.-Construir la cultura de la paz

Educar es cooperar a la mayor interiorización posible de la cultura de la paz por todos los ciudadanos, empezando por las edades más tiernas y siguiendo el resto de la vida. Sólo así se arradicará la cultura de la violencia y de la guerra.

La cultura de la paz se centra sobre todo en los procesos y métodos para solucionar los problemas generados por la violencia estructural (pobreza, marginación,etc.) y por la violencia directa. Esta violencia estructural en la solución de los conflictos, debe ser sustuída por procedimientos no violentos.

La construcción de la cultura de la paz requiere un proceso evolutivo que, aunque lento, provoque el cambio en la mentalidad individual y colectiva.

Se trata de generar una conciencia colectiva sobre la necesidad de una cultura de la paz enraizada en la sociedad; siempre habrá personas, grupos o países gobernados por la violencia; pero, serán menos a medida que avance la cultura de la paz.

Se trata de que la cultura de la paz se extienda y genere tal cambio en los valores sociales que sea capaz de erradicar los factores estructurales y coyunturales que generan la violencia.

Se trata de que los gobiernos den facilidades para eliminar las situaciones de injusticia, distribuir más equitativamente la riqueza, eliminar la pobreza y facilitar el derecho a la educación en igualdad de condiciones, etc..

Se trata de aceptar la complejidad de la realidad social. Un mundo en que cada vez intervienen más elementos y factores de forma interrelacionada que se han de analizar para su comprensión. La educación para la paz ha de potenciar la aceptación y comprensión de esta complejidad y ha de redundar en ella mediante el diálogo, el respeto y la cooperación.


C12º: LA PAZ COMO VALOR RELIGIOSO


C12º.1.- ¿Las religiones son violentas por naturaleza?

La historia enseña que las religiones, en muchos lugares y tiempos, han sido represivas del hombre y de los pueblos; que, en nombre de Dios, se han promovido numerosas guerras, persecuciones y atentados; se han cometido crímenes horrendos y actos violentos que han acabado con la vida de millones de seres humanos.

No dede extrañar que una parte no creyente de la sociedad opine que toda religión genera fanatismo e intolerancia. Esto mismo sucede con toda clase de creencias, sean religiosas, políticas o económicas.

Por otra parte, las religiones han sido y son un factor esencial para dar respuesta a preguntas esenciales: el sentido de la vida, el problema del mal, del dolor, la enfermedad, la muerte, el más alla etc.

Las religiones monoteístas condenan de forma explícita los crímenes del pasado y del presente; por tanto, hay que buscar la causa de esta violencia no en las religiones sino en el fanatismo de los grupos extremistas nacidos en las religiones.

El fanatismo es una desviación puntual de la auténtica religión; de hecho, los más perseguidos y perjudicados por el fanatismo religioso pertenecen a su misma religión. El fanatismo musulmán ha creado un gran conmoción en el mundo; buscando su propio beneficio, y lo cierto es que han matado a muchos más musulmanes que a gente de otros credos.

C12º.2.- Tolerancia frente a fanatismo

La tolerancia es una actitud, basada en la libertad e igualdad de todos los seres humanos, para conseguir una convivencia pacífica y salvaguardar ls derechos humanos.

La actitud de tolerancia está en el comienzo de la civilización occidental y la libertad de conciencia es uno de sus pilares fundamentales. La libertad de conciencia lleva a la libertad de pensamiento y de opinión. Viene muy bien reflexionar sobre la célebre frase: “odio lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”.

Las diferencias personales en la concepción religiosa no pueden ser motivo de violencia, como han sido, a lo largo de los siglos, dando lugar a las persecuciones religiosas y las guerras de religión. ¡Es una enorme aberración perseguir y matar a seres humanos en nombre de Dios!

Las religiones han demostrado un gran potencial destructivo; pero también disponen de un inmenso poder constructivo, que deben aprovechar.

El mundo está globalizado y, por tanto, si son globales los problemas también deben ser globales las soluciones.

Las religiones tienen la enorme responsabilidad de unirse, de cara al futuro, en la defensa de la dignidad de la persona y ofrecer actitudes y horizontes que den sentido al vacío de la sociedad. Lo importante no es preguntarse si el que sufre tortura, maltrato o marginación es budista, cristiano, judío o hindú, nacional o extranjero, sino si es ser humano y se le ayuda y se es solidario con él. Sólo las unión y actuación conjunta de las religiones dará veracidad a sus palabras.

La Iglesia católica y las iglesias cristianas en su conjunto, aceptan la separación entre la Iglesia y el Estado y que la convivencia se base en un sistema de leyes humanas aprobadas de forma democrática.

Es un buen camino para contener los excesos que la interpretación fundamentalista produce en los países teocráticos cuyas leyes se basan en la ley religiosa, como en los países islámicos con la sharía.

El fanatismo fundamentalista es una actitud que pretende imponer por la fuerza su propia verdad: se creen poseedores de la verdad absoluta y postulan la aplicación literal de la doctrina contenida en los libros sagrados, tanto en la vida pública como en la privada, no admitiendo interpretaciones contextuales, actualizaciones o perspectivas modernas.

El fanatismo fundamentalista olvida que la religión para ser verdadera debe comprometerse a respetar y defender los derechos de todas las personas y no sólo los de las afines a su actitud.

El fanático actúa por un impulso ciego e irracional que le impulsa a ser intolerante con todo el que no camparte su opinión o creencia. El fanatismo empuja a cometer el delito sin remordimiento.

C12º.2.1.- Los tres supuestos del fanático islámico:

1 El Islam fue glorioso en tiempos pasados gracias a la observancia estricta de la sharia.

2 Occidente, paradigma de perversión y de corrupción moral, arruinó aquel esplendor del pasado.

3 La caída de Occidente permitirá que el Islam lo recupere.

La consecuencia más grave ha sido la guerra santa (la yihad menor), es decir, la cruzada histórica del islam por extenderse en todo el mundo y, desde su óptica, recuperar la parte del mundo que Occidente ha corrompido.

C12º.3.- Necesidad de reflexión

La verdad no es propiedad exclusiva de ninguna religión sino que todas la poseen, en uno u otro grado.

Los creyentes de las diverssas religiones (y también los no creyentes) estamos llamados a una profunda reflexión sobre la violencia que nos rodea.

Toda religión necesita hacer autocrítica porque ninguna está libre de culpa.

Toda religión necesita entonar el “mea culpa y pedir perdón” por sus hechos violentos del pasado.

Toda religión necesita dar carta de ciudadanía a los derechos y valores humanos: dignidad del ser humano, libertad de fe, de conciencia y de religión, igualdad del hombre y de la mujer en derechos y obligaciones, etc.

Toda religión necesita ser pensada, estudiada y conocida para ser asumida; de lo contrario será una religión más o menos practicada, pero, sin el convencimiento adquirido por la reflexión.

De la ayuda de Dios, solicitada en la oración, y de la reflexión saldrá la luz para conocer el devenir histórico de cada religión y cómo ha evolucionado pasando de la violencia a la tolerancia, mientras algunos de sus miembros siguen anclados en los modelos históricos violentos de los primeros tiempos. Quien pueda entender, que entienda.

C12º.4.- Necesidad de diálogo interreligioso

Los representantes más cualificados de las diversas religiones deben sentarse a dialogar para que todos se conozcan mejor, para que cada uno manifieste sus reflexiones y escuche las de los demás y para que todos puedan abandonar los mutuos recelos, las descalificaciones, el miedo, la desconfianza y el odio al que piensa de modo diferente.

Ninguna religión puede arrogarse ser poseedora de la verdad absoluta y tener derecho a juzgar a las demás. Todo diálogo serio debe buscar los puntos de coincidencia y no resaltar las diferencias.

El gran obstáculo para el diálogo interreligioso es, el fundamentalismo que eleva su religión a la categoría de verdad absoluta y, en consecuencia, pretende aplicar literalmente el contenido de los libros sagrados e imponerlo a todos los demás.

El cristianismo, como religión hegemónica en el mundo, debe tomar la iniciativa y buscar el encuentro con las demás religiones como base para el encuentro político. La paz religiosa debe servir de base a la paz política, a la paz mundial. Posiblemente, éste sea el camino adecuado.


C13º:LA PAZ EN LA BIBLIA


C13º.1.- En el AT

El AT emplea la palabra “shalom”. El saludo hebreo shalom y el árabe salam significan “paz” o “la paz esté contigo o con vosotros”. Se emplea en muy diversos sentidos:

Bienestar: La paz bíblica no es sólo el “pacto” que permite una vida tranquila, ni el “tiempo de paz” por oposición al tiempo de guerra, sino que designa el binestar de la existencia cotidiana, el estado del hombre que vive en armonía con la naturaleza, consigo mismo (1) y con Dios.

Felicidad: “Tener buena salud” y “estar en paz” son dos expresiones paralelas; para preguntar si uno se encuentra bien, se dice: “¿Está en paz?”

José pregunto a sus hermanos: “Vuestro anciano padre, ¿está bien? ¿Vive todavía” (Gen 43, 27)

Yavé dijo a Abraham“tú irás a reunirte en paz con tus padres” (Gen15,15) y “murió en una senectud buena, anciano y lleno de días” (Gen 25,8)

Seguridad, no temer a los enemigos, “ninguno de sus enemigos pudo resistirles” (Josué 21,44). En tiempos de paz se ejercerá la justicia, “de sus espadas harán azadas y de sus lanzas hoces” (Miq 4,3)

Concordia en la vida fraterna: mi familir, mi amigo, es “el hombre de mi paz” (Salmo 41,10)

Confianza mutua, confirmada con una alianza o un pacto de buena vecindad. “A tí y a tu pueblo paz, hijo de Isaí. Paz, paz a tí y a cuantos te ayudan, pues te ayuda tu Dios” (1 Par 12,17)

El “deseo de paz” abarca todos los bienes materiales y espirituales. Díjole Yavé: La paz sea contigo” (Jue 6,23); “El anciano le dijo: Sea contigo la paz, yo te proveeré de cuanto te sea necesario” (Jue 19,20)“Tuve envidia de los insensatos, viendo la paz (prosperidad) de los impíos” (Sal 73,3)

Los justos”prorrumpirán en acción de gracias: Paz, paz al que está lejos y al que está cerca” (Is 57,19); “los humildes poseerán la tierra y gozarán de una paz insondable” (Sal 37,11);“hay porvenir para el hombre pacífcio” Salmo 37,37).

Por el contrario, “no hay paz (tranquilidad) para los impíos, dice Yavé” (Is 57 21), “la posteridad de los malvados será extirpada” (Sal 37,38).

La paz no es sólo ausencia de guerra, es plenitud de dicha.

La paz es, ante todo, UN DON DE DIOS.

Si al principio la paz era concebida como felicidad terrenal, pronto aparece como un bien espiritual.

Gedeón construye un altar a “Yavé Salom” (Jue 6,24), “el que da la paz” (Is 45,7); “Ensalzado sea Yavé, que se complace en la paz de su siervo” (Sal 35,28);”en paz me duermo...porque Tú sólo, ¡oh Yavé!, me haces reposar confiadamente” (Sal 4,9). “Vivan en paz los que te aman” (Sal 122,6)

El profeta Isaías anuncia que “el príncipe de la paz… dará una paz ilimitada” (Is 9,5-6) ypagará el precio de la paz con su sacrificio.

Finalmente, el libro de la Sabiduría habla de la paz como retribución última: “Las almas de los justos están en las manos de Dios...a los ojos de los insensatos parecen muertos… pero están en paz” (Sab 3,1ss), es decir, en la plenitud de los bienes espirituales, en la bienaventuranza.


C13º.2.- En el NT

La esperanza de los profetas se hará realidad en Jesucristo, “el príncipe de la paz”.

En su nacimiento, un coro de ángeles canta ”Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad” (Lc 2,14)

En la antrada triunfal de Jesús en Jerusalén, poco antes de su pasión, la muchedumre canta: “Bendito el que viene en nombre del Señor, paz en el cielo y gloria en las alturas” (Lc 19,38).

Jesús, durante los años de su vida pública, predicó la paz: “Bienaventurados los pacíficos porque serán llamados hijos de Dios” (Mt 5,9)

Jesús dio la paz a la hemorroísa. “Hija, tu fe te ha salvado, vete en paz” (Lc 8,48) I a la pecadora arrepentida: “Tu fe te ha salvado, vete en paz” (Lc 7,50).

Jesús envió a los apóstoles y discípulos a predicar el reino de Dios y les hizo esta recomendación: “Al entrar en las casas, saludad. Si la casa fuere digna, vendrá sobre ella vuestra paz” (Mt 10,12-13). “En cualquier casa que entréis, decid primero: La paz sea con esta casa” (Lc 10,5)

Pero, Jerusalén no acogió el mensaje de paz y Jesús lloró ante la ciudad (Lc 19,41)

C13º.3.- Saludos de paz

El apostol Pablo saluda a los romanos:“la gracia y la paz sea con vosotros de parte de Dios” (Rom 1,7) y a los filipenses: “La paz de Dios guarde vuestros corazones y vuestros pensamientos” (Flp 4,7).

Lo mismo hace el apóstol Pedro: “La gracia y la paz os sean multiplicadas” (1 Pe 1,2) y el apóstol Judas Tadeo: “La misericordia, la paz y la caridad abunden más y más entre vosotros” (Jds 1,2)


C13º.4.-¿Cómo es la paz de Cristo?

Jesús da una paz diferente a la ofrecida por el mundo, “la paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como la da el mundo” (Jn 14,27)

El mundo del mal se hace visible en las personas que alzan su voluntad rebelde contra Dios; es un mundo de tinieblas (Ef 6,12); un mundo mentiroso que reduce al ser humano a servidumbre (Gal 4,3) “mirad que nadie os engañe con vanas falacias fundadas.. en los elementos del mundo” (Col 2, 8)

En el mundo del mal están los asesinos, los señores de la guerra, los tiranos, los traficantes de personas o de droga, los esclavistas, los corruptos, los pederastas, los ladrones con o sin guante blanco, los usureros, los que engañan con falsas promesas, etc.

El espíritu del mundo del mal se opone al Espíritu de Dios, “todo espíritu que no confiese a Jesús, ése no es de Dios” (1 Jn 4,3).

El mundo del mal no puede dar al ser humano ningún valor seguro porque cuanto le rodea es pura apariencia que sóĺo puede dar una felicidad transitoria

La paz que da este mundo del mal, hecha de prosperidad material, de seguridad engañosa y de tristeza mortal, acumulado todo ello desde sus orígenes, es la antítesis de la verdadera paz que sólo Cristo puede dar.

Lo trágico de nuestro destino es que, por nacimiento, pertenecemos a este mundo lleno de egoísmo, odio e incredulidad. Todos, de una u otra forma, en un grado mayor o menor estamos involucrados en este mundo. Nadie está libre de pecado.

Dios, como Padre, ama a todos sus hijos y detesta todas las maldades que cometen; como prueba de ese amor, envía a su Hijo Unigénito al mundo para que busque a los descarriados y les ofrazca la posibilidad de volver a la casa paterna, donde serán tratados no como malvados sino como hijos adoptivos del Padre.

La única condición es que se arrepientan de corazón de todas su maldades. Dios ofrece, no impone. El ser humano es libre para aceptar o rechazar. Para los que aceptan, existe otro mundo:


C13º.5.-El mundo renovado por Cristo.

Tanto amó Dios al mundo que le dió a su Hijo único” (Jn 3,16).

Cristo ofrece la paz al mundo convulso por la maldad que le corroe.

El mundo renovado se manifiesta en todos los que, arrepentidos de sus maldades, siguen la luz que el Hijo único de Dios ha traído al mundo.

Jesús “es la luz verdadera que, viniendo a este mundo, ilumina a todo hombre...pero el mundo no le conoció y los suyos no le recibieron. Mas a cuantos le recibieron les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios” (Jn 1,9-12)

Jesús no es de este mundo” (Jn 8,23), tampoco “su reino es de este mundo” (Jn 18,36).

El mundo del mal odia a Jesús, “si el mundo os aborrece, sabed que me aborreció a mí antes que a vosotros” (Jn 15,18), a pesar de que he venido para darle la vida (Jn 6,33) y la salvación (Jn 12,47).

El odio del mundo del mal hacia Jesús provocó su condenación a muerte, “los príncipes de los sacerdores y sus servidores gritaron, diciendo: ¡Crucifícale! ¡Crucifícale!” (Jn 19,6) y Jesús, en un acto de amor supremo, se entregó a la voluntad del Padre. “Jesús oraba diciendo: Padre, si quieres, aparta de mi este cáliz; pero no se haga mi voluntad sino la tuya” (Lc 22,42).

Y Jesús fue crucificado, entregó su vida para dar vida al mundo (Jn 6,51), muriendo “quitó el pecado del mundo” (Jn 1,29).

Jesucristo, ciertamente, es el príncipe de la paz. En la Sagrada Escritura, hay un texto que, tomado literamente, produce escalofríos, dice: “¿Pensáis que he venido a traer la paz a la tierra? Os digo que no, sino la disensión. Porque en adelante… se dividirán el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra” (Lc 12,52-53)

Para entenderlo hay que entender que los personajes en disensión pertenecen a mundos distintos, unos al mundo del mal y otros al mundo renovado por Cristo que vino al mundo a buscar a los pecadores y ofrecerles la salvación que ganó con su muerte en la cruz.

Los cristianos no somos del mundo del mal (Jn 15,19; 17,17), pero estamos en él, (11,11); “justificados por la fe en Jesucristo, estamos en paz con Dios” (Rom 5.1), que es “Dios de amor y de paz” ( 2Cor 13,11) y debemos dar testimonio y trabajar para que el amor y la paz se extiendan por el mundo. “El reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Por tanto, trabajemos por la paz” (Rom 14,17.19


C14º: LA PAZ INTERIOR


¿Qué es la paz interior? Es el sentimiento de bienestar y tranquilidad de ánimo que experimenta una persona cuando se siente bien consigo misma. Alguien la ha definido como “el silencio interno lleno del poder de la verdad, serenidad y ausencia de conflicto”.

Es superación del mal con el bien, de la falsedad con la verdad, del odio con el amor.

Lograr esto implica recorrer un largo y duro camino; pero, a caminar se empieza por un primer paso. Soñamos utópicamente con la desaparición de todas las guerras, la desaparición de toda violencia; pero, nos olvidamos que la paz del mundo comienza por la paz en el interior de cada persona. Aquélla es una utopía, ésta será una realidad según los pasos que demos cada uno.

La paz interior requiere paz consigo mismo, paz con los demás y paz con Dios.

C14º.1.- Paz con uno mismo

La paz con uno mismo empieza por conocerse a sí mismo.

¿Quién soy yo?

Alguien dijo: “En cada Cual hay varios Cuales: el que él cree ser, el que los demás creen que es, el que realmente es y solo Dios conoce, y el que él cree que los demás creen que es”. Parece un trabalenguas; pero, es una invitación a reflexionar sobre la propia identidad, sobre ¿quién soy yo?

El ser humano tiene múltiples deseos y tiene que elegir y renunciar a unos en favor de otros; no siempre acierta, pues, con frecuencia, hace lo que no quiere y deja de hacer lo que querría hacer, generando en su interior el desgarro, la división y la ausencia de paz interior.

El ser humano lleva consigo la historia de su pasado que le ha dejado su huella y que se hace presente, a lo largo de su vida, de forma consciente o inconsciente para darle alas o como pesada carga.

Cuando el pasado se muestra placentero, todo va bien, hay alegría y ganas de seguir el camino; pero, cuando el pasado ha sido tortuoso, con decisiones equivocadas, e incluso delictivas, se muestra en el presente como una carga insufrible e incompatible con la paz interior.

El ser humano pierde la paz interior por una pena que no sabe encajar; por el rencor, el odio, el deseo de venganza; por la angustia que causa no cumplir con una obligación; por los remordimientos de conciencia.

Entonces el que sufre se hace muchas preguntas: ¿Por qué hice aquello? ¿Por qué dejé de hacer lo otro? ¿Qué habría pasado si hubiese tomado una decisión diferente? Etc. etc.

C14º.1.1.-¿Cómo hacer las paces con uno mismo?

C14º.1.1.1.- Acepta tu pasado, sea el que sea.

Es fundamental reflexionar para llegar a aceptar la propia realidad. ¿Te equivocaste? ¿Hiciste algo que perjudicó a otra persona? Ya no puedes hacer nada para cambiarlo; pero, sí puedes y debes cambiar tú.

Es difícil perdonar a los demás; pero, es mucho más difícil perdonarse a sí mismo. Aprende a perdonarte. Asume tu pasado con honradez y sinceridad contigo mismo; a otros puedes engañar; a tí, no; tú conoces tu realidad.

Aceptar tus errores y arrepentirte de ellos, es la mejor actitud; por el contrario, los errores no asumidos seguirán golpeando tu mente, una y otra vez y reabriendo las heridas de tu corazón. Convierte tus errores en palancas para el éxito. Perdónate y haz la paz contigo mismo. Aprende de tus errores.

C14º.1.1.2.- Vive el presentee

Con voluntad y decisión. El pasado, pasado está; acéptalo y empieza de cero una nueva forma de vivir de la que te sientas orgulloso. Vive el día de hoy, céntrate en lo que vas a hacer hoy, sin anticipar al mañana; echa fuera los fantasmas y miedos del pasado. Practica el bien y tu alma se llenará de paz; no permitas que tu pasado equivocado gobierne tu vida. Gobiérnala tú.

No te derrumbes por tu pasado, ni por las dificultades del presente. Vive de tal forma que te sientas pleno y satisfecho. Si caminas por la senda correcta saborearás la miel de la paz interior.

No te autocompadezcas. Tu vida depende de ti y de las acciones que emprendas.

Tampoco te engrías ni sobrevalores. Todos solemos ser algo egocéntricos. El egocentrismo es un globo al que debes desinflar. No eres ni el más bueno, hay personas muchos mejores, ni el más sabio, hay especialistas en muchas materias mejores que tú y, además, los verdaderos sabios reconocen lo poco que saben y lo mucho que ignoran, al contrario del egocéntrico que se cree sabio y apabulla con su verborrea casi vacía. No te derrumbes ni te sobrevalores, te queda mucho por hacer y lo conseguirás si trabajas con humildad y sinceridad. Sólo así podrás estar en paz contigo mismo de forma plena. Decían los antiguos que "en el medio está la virtud".

C14º.1.1.3.- Aprovecha el tiempo (carpe diem)

Tu tiempo es valioso, disfruta de él y sácale todo el jugo. Pon orden en tu vida. Merece la pena que reflexiones. ¿Te has parado a pensar cuántas horas dedicas a actividades que no te aportan nada?

Si tu situación actual no te satisface, actúa para cambiarla, bien merece tu esfuerzo aquello que quieres. Mira lo que es realmente importante en tu vida, ponlo en primer lugar, haz tu escala de valores y desecha todo lo que te haga perder el tiempo. No aplaces tus decisiones, no dejes para un mañana incierto lo que puedas hacer en tu hoy.

C14º.1.1.4.-No te compares con nadie.

Nada te aporta que vivas en constante comparación con otra persona; cada cual vivirá su vida según sus circunstancias que, por supuesto, serán diferentes.

No estés pendiente de la opinión de los demás sobre ti. Tu vida es tuya y debes vivirla como tú elijas hacerlo. Valórate tú, porque si tú no lo haces difícilmente lo van a hacer los demás.

C14º.1.1.5.- Distingue lo que depende de tí y lo que no

Este es un principio básico para lograr la paz interior. ¿Hay algo que te preocupa y te hace sufrir? Ocúpate en ello. Haz TODO lo que puedas para solucionarlo.

¿El problema trasciende tus posibilidades? Acepta la situación y deja de sufrir por algo que no está en tus manos. Actúa para controlar tu mente, no entres en el círculo vicioso de la preocupación constante.

Es una preciosa utopía querer arreglar el mundo; será una preciosa realidad si empiezas por cambiarte a tí mismo.

Recomiendo mi artículo Ocúpate y despreocúpate” que escribi el 2 de Diciembre de 2015, en él trato este tema en profundidad.


C14º.2.- Paz con los demás

La paz interior implica reencontrarse con la armonía perdida en nuestro interior, es decir, es el camino que debe llevarnos a respetar, aceptar y tolerar a los demás. La conquista de la paz y la felicidad, está en el interior de cada persona y requiere apartarse del odio, la venganza, la ira y el deseo de dañar a los demás y sustituirlos por amor, tolerancia, bondad, comprensión y respeto.

Por la paz interior se escuchan las razones del que suponemos nuestro ofensor y se reparan las posibles injusticias cometidas, mostrando tolerancia, comprensión y clemente perdón.

Muchas veces, en las relaciones interpersonales nos falta buen trato, empatía, comprensión, diálogo, porque a veces no tenemos la paz con nosotros mismos y con Dios. Las personas que viven con paz interior son capaces de perdonar, dialogar y encontrar las mejores soluciones.

Vivir en paz ayuda a aceptar nuestros errores y reflexionar sobre ellos. En la relación con los demás el perdón es una condición clave para lograr la paz interior.


C14º.3.- Paz con Dios

Este tercer requisito indica que para tener paz interior el ser humano, que cree en Dios, debe estar en paz con Él. Por tanto, solo me dirijo los creyentes, aunque invito a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.

C14º.3.1.- Dos personas: Dios y el hombre

El camino de Dios: Dios creador, tan grande y santo, ¿puede abajarse hasta amar a una de sus criaturas, el hombre, tan pequeño y pecador? Y si lo hace, ¿cómo le corresponderá el hombre?

Dios toma la iniciativa y ofrece al hombre un diálogo de amor mútuo y en nombre de este amor le induce y enseña a amar a los demás hombres.

Todo el AT está plagado de hechos y acontecimientos que muestran el amor de Dios y su gran fidelidad.

En el NT, el apóstol San Juan ofrece la mejor definición de Dios, cuando dice: “Dio es Amor” (1Jn 4,8).

El amor de Dios se expresa en un hecho único: La llegada de Jesús que, como Dios y como hombre, encarna el diálogo de amor entre Dios y el hombre. El Padre se da a conocer a los hombres y les manifiesta su amor a través de Jesús, su Unigénito, que es uno con Él y Dios como Él. “Tanto amó Dios al mundo que le dio su unigénito Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca sino que tenga vida eterna” (Jn 3,16).

El que responde de corazón al amor de Dios siempre está dispuesto a cumplir su voluntad, rezamos en el Padrenuestro: “hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo” (Mt 6,10); “aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”, reza el salmista (Sal 40,8). No siempre será fácil, como no lo fue para Jesús, que oraba diciendo: “Padre mío, si es posible pase de mí este cáliz; pero, no se haga mi voluntad sino la tuya” (Mt 26,39).

Jesús, en su predicación, al dirigirse a la muchedumbre, nombra a Dios como “vuestro Padre” (Mt 5,48; 6,1); y enseña a orar diciendo “Así habéis de orar: Padre nuestro…” (Mt 6,9). A cuantos creen en Él les da el poder de llegar a ser hijos de Dios.

Ved qué amor nos ha mostrado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios y lo somos” (1Jn 3,1);

Los que son movidos por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios… han recibido el espíritu de adopción, por el que claman: ¡Abba! ¡Padre! (Rom 8,14-15)

El amor de Jesús es definitivo, se extiende más allá de su existencia terrenal, Él estará con nosotros “hasta la consumación del mundo” (Mt 28,29); y es un amor llevado hasta el extremo, entregó su vida para dar vida a los hombres.

C14º.3.2.-El camino del “hombre”:

Unas veces responde con amor al amor divino; otras, lo rechaza y otras lo olvida, acordándose de Dios sólo cuando le acosan las tribulaciones.

Leemos en el libro del profeta Jonás: “Cuando desfalleció mi ánima, me acordé de Dios” (Jon 1,8).

En el Salmo 31, el atribulado suplica a Yavé “yo en tí confío, oh Yavé, ¡Tú eres mi Dios! En tus manos están mis destinos… haz resplandecer tu faz sobre tu siervo y sálvame en tu piedad” (Sal 31, 15-17) (1)

En la parábola del hijo pródigo, parábola de la misericordia, leemos cómo un hijo, tras pedir a su padre la parte de la hacienda que le correspondía, abandonó la casa paterna, gastó la fortuna viviendo disolutamente “y comenzó a sentir necesidad ”(Lc 15,14). Pero, recapacitó, volvió en sí y se dijo:

Me levantaré e iré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra tí; no soy digno de ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tu criados” (Lc 15,18-19).

El padre sale al encuentro del hijo: Es la única respuesta que cabe esperar de un padre que ama a sus hijo. El hijo pródigo se encaminó hacia la casa paterna y “cuando aún estaba lejos, viole el padre y, compadecido, corrió hacia él, se echó a su cuello y le cubrió de besos” (Lc 15,20). El padre se olvidó de la ofensa, abrazó y besó a su hijo y organizó una fiesta de bienvenida. ¡Amor de padre!¡Amor de Dios!Dios ama a cada ser humano con un amor infinito a pesar de las ofensas que haya cometido. Por muchas que sean las ofensas, siempre serán finitas, limitadas, y no significan nada en comparación con la inmensidad de la misericordia y el amor que Dios le tiene. Elproblema radica en que el ser humano debe abrirse al amor de Dios, y dejar que entre en su mente y en su corazón.

El amor del Padre es brisa que calma los sudores del hijo arrepentido; las palabras del Padre son melodía que remueven el corazón del hijo; el abrazo del Padre es perfume que envuelve; los besos del Padre son caricias de bienvenida.

C14º.3.3.-La morada de Dios:

En el Antiguo Testamento Dios estableció una alianza con su pueblo como prueba de su amor de padre. “Estableceré con ellos un pacto de paz que será eterno… pondré mi morada en medio de ellos y seré su Dios y ellos serán mi pueblo” (Ez 37,26-27). La presencia de Dios en medio de su pueblo era considerada como el bien supremo de la paz.

En el Nuevo Testamento, Jesús dijo a sus discípulos:”Si alguno me ama, guardará mi palabra, mi Padre le amará, vendremos a él y en él haremos morada” (Jn 14, 23)

Jesús se ofrece para ser nuestro consuelo: “Venid a mí todos los que estáis atribulados y yo os aliviaré” (Mt 11,28). El Señor siempre acoge.

¿Puede existir mejor encuentro con Dios que ser su morada? ¿Puede existir mayor seguridad que saber que siempre somos acogidos por el Señor?

C14º.3.4.- La paz es un don de Dios.

Jesús, el príncipe de la paz, se aparece a sus discípulos cuando están angustiados y les saluda diciendo: “La paz sea con vosotros” (Jn 20,19) Un gesto que repetirá varias veces,

A través de la oración, la meditación y el diálogo con Dios se llega a la reconciliación con Él, con uno mismo y con las personas que nos rodean. La oración dispone el corazón a recibir el don gratuito de la paz, a perdonar a los demás y a perdonarnos a nosotros mssmos.

La paz interior es el fruto de abrir el corazón a la presencia del Señor. La comunión con Dios da la paz interior por ser manantial de serenidad, de alegría, de tranquilidad, es como entrar en un oasis de luz y de amor.

Cristo es nuestra paz” (Ef 2,14) y mora en el alma de los que le aman, (Jn 14,23); “Cristo es quien vive en mí” (Gal 2,20);

No temas, yo estoy contigo” (Hch 18,9-10)

Podemos decir con San Pablo: "No me avergüenzo, porque sé a quién me he confiado" (2Tim 1,12).

Mi paz os dejo, mi paz os doy; yo os la doy no como la da el mundo” (Jn 14,27).

C14º.3.5.- La paz de Dios y la paz del mundo

La paz del mundo de la que nos habla Jesús se funda en diversas cosas (salud, dinero, poder, fama, reconocimiento social, etc.) que no son malas para el ser humano; pero, si no están ordenadas según el plan de Dios, con frecuencia se vuelven contra la misma paz humana.

Hay abundantes ejemplos de personas que han logrado los sueños que anhelaban, y luego la situación se ha vuelto en contra de la propia persona, hasta la destrucción de su familia, y lo que a veces parecía ser muy bueno resultó no serlo. Y por el contrario, otras cosas que en un primer momento eran dolorosas, cuando pidieron ayuda al Espíritu Santo para comprenderlas y vivirlas según el plan divino, se revirtió la situación y se produjo una paz que nunca habían imaginado.

A veces una enfermedad, que Dios no quiere pero permite en la vida de una persona, hace descubrir la paz de Dios.

La paz interior no es exclusiva de los creyentes, toda persona que busque y practique el bien la puede poseer, porque, sin saberlo o reconocerlo, está buscando a Dios, sumo Bien y suma Verdad. La única condición es que la búsqueda sea hecha con rectitud de corazón, para que “el Espíritu Santo los guíe hacia la Verdad completa” (Jn 16,13)

Si no obramos con rectitud de corazón, se nos puede aplicar lo dicho por el profeta Isaías: “Este pueblo se me acerca sólo de palabra, me honra sólo con los labios, pero su corazón está lejos de mí” (Is 29,13)

C14º.4.- UNA OBLIGACIÓN:

Dar gratis lo que gratis hemos recibido.

Esta es la misión a la que somos llamados. Como nadie puede dar lo que no tiene, primero hay que llenarse, sentir en nuestro interior el amor y la paz y después, sólo después, podremos irradiar ese amor y esa paz.

La fuerza del amor: En el siglo primero antes de Cristo, el gran escritor, político y orador romano Cicerón dijo: Nihil difficile amanti, (nada es difícil para el que ama).

San Pablo escribió: “Todo lo puedo en Aquél que me conforta” (Fil 4,13);“si Dios está por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Rom 8,31) y “¿quién nos separará del amor de Cristo ? ¿La tribulación, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la espada?….En todas estas cosas vencemos por Aquel que nos ama” (Rom 8,35-37).

El amor que Dios nos da llena de paz nuestro corazón y nos impulsa a ser constructores de paz en todos y cada uno de los ámbitos de nuestra vida.

C14º.4.1.-La Historia demuestra lo contrario:

En 1844, Karl Marx escribió la famosa frase: La religión es el opio del pueblo.

La religión por medio del amor, su componente principal, mueve a millones de personas a dar, de palabra y de obra, testimonio del amor de Cristo y se entregan a sí mismas para construir el Reino de Cristo.

El mundo no siempre reconoce esta labor, como tampoco reconoció la del Señor, “ya que no me creéis a mí, creed a mis obras” (Jn 10,38).

C14º.4.2.- Construyendo la paz

La paz la construyen los que hacen leyes justas y los que las cumplen; los empresarios que buscan antes el bienestar de sus empleados y, en segundo lugar, aumentar el capital propio; los que trabajan no sólo para obtener un medio de vida sino para servir a la sociedad; los que emplean parte de su tiempo en ayudar, consolar y aliviar los dolores de las más necesitados, etc.etc.

¡Ojalá que este escrito sirva para que vivamos la paz interior y la reflejemos en nuestras obras!



O.A.M.D.G.










1He encuadrado los valores en cuatro grupos: personales, familiares, cívicos y religiosos. Haré una reflexión sobre algunos valores de cada grupo. Esto no significa que los valores escogidos sean los únicos de ese grupo, ni que pertenezcan solamente al mismo, pues, casi todos, podrían estar en otro distinto.

2 Discurso en Quito (Ecuador) el 7 de julio 2015


3 Como caso curioso tenemos la sarta de cuentas para repetir oraciones: El yapa de los hindúes tiene 112 cuentas; el de los budistas 108; el misbaha de los musulmanes 33 ó 99; el rosario cristiano 50 y el de bahá’ís 19 ó 95.
4 La yihad tiene un doble sentido: A) Yihad Mayor o de perfeccionamiento es el esfuerzo en la construcción del camino personal de Alá para construir una buena sociedad musulmana. B) Yihad Menor como deber religioso de todo musulmán de hacer la guerra santa para defender y propagar el Islam.
5 La palabra ágape conserva actualmente el significado de “comida”, tomado de las reuniones que hacían los primeros cristianos.
6 Catecismo de la Iglesia católica nº 1814.
7 Mt 16,13.16-17.
8 C. Vaticano II. Declaración sobre la libertad religiosa, nº 10
9 Ibidem, nº 11
10 C. Vaticano II. Declaración sobre la libertad religiosa, nº 10
11 Idem, nº 11