viernes, 29 de noviembre de 2013

32.- EUROPA CAMINA HACIA EL ISLAM



No es un título para llamar la atención, es algo real como la vida misma. Aunque no guste oírlo ni decirlo, en la viaja Europa, tiene más entidad el mundo islámico que el paganismo emprendido por muchos dirigentes europeos.
A lo largo de este artículo intentaré dar los argumentos en que se basa mi pronóstico: EUROPA CAMINA HACIA EL ISLAM. 



PRIMERO: La bajada de la población autóctona europea
¿Cómo será la población de Europa dentro de treinta años?
Para preveerlo se utiliza la llamada tasa de natalidad.
La tasa de natalidad estimada necesaria para mantener la población es de 2,1 hijos por mujer; pues bien, la media de la Unión Europea es de 1,4, es decir, SIETE DÉCIMAS MENOS. En España la tasa de natalidad es de 1,1; UN PUNTO MENOS.
¿Qué significa esto?
A.- Que la población autóctona europea no puede asegurar el relevo generacional.
B.- Que Europa necesitará, cada año, más mano de obra para cubrir los puestos de trabajo que no podrán ser cubiertos con población autóctona porque ésta no será suficiente.
C.- Que la bajada de población autóctona se compensará con la subida de población inmigrante procedente de Europa del Este, de Sudamérica y, fundamentalmente, de musulmanes del Norte de África, de Turquía, de Oriente Medio o Pakistán, con los que cubrirá los puestos de trabajo.

SEGUNDO: El crecimiento de la población musulmana  
Los inmigrantes musulmanes vienen a Europa, en una mayoría aplastante, por motivos económicos y algunos por motivos políticos. A los 44 millones que ya están aquí hay que añadir los que llegan todos los días, en número creciente y por todos los medios.
No se sabe, a ciencia cierta, el % que vienen para quedarse y el que lo hacen con intención de ganar un dinero y volverse a su país. Hoy por hoy, parece que en su gran mayoría vienen para quedarse.
Según datos de la oficina comunitaria de estadística Eurostat, los   países más receptores son Alemania, Francia, Suecia, Reino Unido y Bélgica, que recibieron al 70 % de los demandantes de asilo en 2012.
La comparación de las tasas de natalidad entre las poblaciones autóctona y musulmana es muy favorable a la musulmana.  He aquí una proyección comparativa, en seis países, hasta el año 2050.










  

TERCERO: El nulo interés de los musulmanes por integrarse en la sociedad europea.
Los inmigrantes musulmanes carecen de afecto hacia los países que los acogen. Desde su entrada en suelo europeo, son controlados por una red de imanes.
Cerrados en sí mismos, no aceptan las leyes de los países de acogida contrarias a la forma de vida impuesta por los imanes, opuesta, en muchos casos a los Derechos Humanos.
El Islam, en sí mismo, es una religión-política o una política-religión; tanto monta, monta tanto. En el Islam, no se puede, hoy por hoy, separar el Corán y la Autoridad Gubernamental, de ahí que, en los mismos países islámicos, incluso en los más moderados, sea imposible la secularización de la vida cotidiana.
Esta fusión entre la religión y la política hace que el musulmán nazca musulmán y muera musulmán, lo que no tendría mayor relevancia si no fuese por ser impuesto. El musulmán jamás se secularizará. Si alguno llega a renegar del Islam hasta puede ser condenado muerte.  
En el Cristianismo hay que bautizarse para adquirir la condición de cristiano y se puede renegar de las fe sin sufrir ninguna merma en los derechos civiles; en el Islam, basta con nacer de padres musulmanes para ser musulmán.

CUARTO: La conquista incesante de nuevos espacios por la población musulmana.
En todas las naciones europeas existen múltiples mezquitas, construidas con los petrodólares de Arabia Saudí.
En diversas partes de Europa proliferan las mezquitas ubicadas en antiguas iglesias cristianas, reflejando el auge del Islam como la religión de mayor crecimiento en Europa.
Este hecho va a seguir creciendo porque la población cristiana está envejeciendo a pasos agigantados y no se produce el relevo generacional porque la mayor parte de la juventud cristiana ha desertado de la Iglesia y, tal vez, de la fe.
Mientras tanto, los musulmanes a lo suyo: Iglesia vacía, iglesia convertida en mezquita.
En Alemania, unas 400 iglesias católicas y 100 protestantes ha cerrado en lo que va de siglo y otras 700 lo harán  en los próximos años. Por el contrario, hay unas 200 mezquitas oficiales, 2600 salas de oración y una cantidad no controlada de mezquitas no oficiales.
En Francia, hogar de la mayor comunidad musulmana de Europa, durante los últimos diez años, se ha llegado a 2.000 mezquitas. Dalil Boubakeur, rector de la Gran Mezquita de París, ha pedido que se debe llegar a 4.000 mezquitas para satisfacer la creciente demanda.
En Gran Bretaña. El Islam supera al anglicanismo como religión dominante, por lo menos en lo que se refiere a la asistencia al culto.
Según una encuesta, 930.000 musulmanes asisten semanalmente a un lugar de culto, mientras que los anglicanos lo hacen 916.000.
Mientras tanto, los musulmanes, los viernes ocupan barrios, plazas y calles para hacer su oración en público.  Es una forma sistemática de presionar a las autoridades para obtener licencias de nuevas mezquitas.
Han cambiado mucho las formas de actuar.
En tiempo del Imperio Bizantino, los diversos califas, apóstoles de Mahoma, no predicaron el Corán en calles y plazas, sino que cogieron sus espadas, subieron a sus caballos y cargaron contra los cristianos y los persas.
Así lograron la destrucción masiva de ciudades, naciones y civilizaciones. Su lema: “conversión al Islam o muerte”, funcionó a la perfección durante varios siglos, de tal modo que podemos afirmar que  el Islam sólo tuvo éxito por medio de la yihad.

QUINTO: El desinterés de los gobiernos europeos para profundizar en la identidad de Europa que contrapese la identidad musulmana. Los políticos, y especialmente los pensadores, tienen la gran tarea de pensar y redefinir la identidad europea.
Ver mi artículo La identidad europea

  
  






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