domingo, 18 de septiembre de 2011

18.- PRIMEROS DIOSES DE MUHAMMAD (*)

Las suras primeras revelan una concepción primitiva de la divinidad cuyo poder se invoca en nombre de la comunidad, y se espera salve y guíe, a cambio de expresiones de gratitud y promesas de culto. Así se establecen relaciones de proximidad y confianza con ella. Nada en estas relaciones puede desencadenar la confrontación con la religión tradicional de la comunidad.
En esta fase, no se encuentra, en ningún caso, la presencia de un monoteísmo.
El escritor del Corán (o los autores posteriores, como rapsodas, que componen en su nombre) ha vivido los cuarenta primeros años de su vida aceptando las normas de este sistema denominado “pagano”, en el cual ha plasmado los elementos de su doctrina, como su dios, y finalmente se ha levantado contra él, algunos años más tarde.
Por estas razones se encuentra en su Corán lo esencial de las potencias divinas, de las creencias y rituales anteriores, aunque modificadas de manera tan pequeña que sólo se encuentran las bases del sistema anterior. La cosa es indiscutible en cuanto a los ritos. Pero es necesario tener el valor de afirmarlo y admitirlo también respecto a las concepciones de lo divino.
Desde que se emprende, el esfuerzo de unicidad, queda invalidado por las letanías de las atribuciones, la delegación de poderes en otras potencias, los detalles de su aparición material y la duda en la terminología; testigo irrefutable es la vacilación, prolongada durante varios años, entre las palabras, ALLAH, RAHMAN, RABB.
En ese caso, la tesis que declara que el Islam, tal como Muhammad lo constituyó, es inmediatamente un monoteísmo, es una impostura, una cobardía y una sumisión a las conclusiones de autoridades teológicas lejanas, arbitrarias y autoritarias.
Tres divinidades - ALLAH, RAHMAN, RABB-, de naturaleza y de origen muy diferentes, se mencionan una tras otra.

Rabb: " El Señor".
El nombre de Allah está ausente, es sustituido por el más tradicional de “Señor”.
"Los Árabes llaman rabb, señor a aquel a quien se obedece un sayyid, es decir, un amo, un jefe o un príncipe. También Rabb es un hombre que arregla o mejora un asunto, alguien que posee una cosa y que es su dueño es también el Rabb de esta cosa". (Tabari, Tafsir de 1,1)

El sentido de la palabra “Rabb”.
"Rabb es el propietario que tiene toda autoridad sobre su propiedad. Rabb, a nivel lingüístico, significa que es el amo o el que tiene una autoridad. Todos estos sentidos son correctos para Allah. Cuando está solo, la palabra Rabb se utiliza solamente para Allah…"(ibn Kathir, Tafsir 1).

El señor de la casa
El señor de la Casa”(1), visto aquí como protector de las caravanas: este título es seguramente el más cercano a la realidad de culto. Se puede encontrar la confirmación en el tema general de este corto extracto coránico, y en su fecha muy antigua. Esta formulación se extiende a través de toda el versículo del Corán 20/65, la divinidad extiende su territorio hacia los alrededores de La Meca, el territorio sagrado.
 "… debido al pacto (2) de los Quraysh, de su acuerdo sobre las caravanas de invierno y verano. ¡Adoran al señor de este templo que los protegió contra el hambre y les puso al abrigo del temor!" (Corpus coránico d' Othman 106)

Rahman, el Misericordioso.
Es el nombre tradicional de Yahvé entre los Judíos de Arabia. No es pues popular en La Meca. En este extracto coránico, Muhammad cayó en una incongruencia teológica, dando la elección de honrar a dos dioses.
Dí: ¡Rogad a Allah o rogad a Rahman! A cualquiera que roguéis, posee los nombres más bellos. En tu rezo, no hables en voz alta ni en voz baja, busca entre las dos el justo medio.(Corpus coránico d' Othman 17/110).



(1) El templo es considerado como la casa de dios.
(2) Que garantizaba el paso a través de Arabia

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