Siendo muchos los países islámicos y encontrándose en situaciones bastante diferentes, no podemos hablar de una “situación general” de las minorías cristianas en los mismos. Para evitar toda generalización, me voy a limitar a exponer la situación en un país, Sudán, a título de ejemplo que ¡ojalá! no sea premonitorio de lo que puede suceder en los demás.
Situación de la minoría cristiana en el Sudán En Sudán, los cristianos provienen de las tribus negras del Sur, mientras que el Norte está poblado con árabes musulmanes.
En 1956 Sudán alcanzó su independencia y lanzó su eslogan:
Un país, un Sudán, una religión, un Islam y una lengua árabe. Fue un cambio radical.
En 1957 fueron clausuradas las escuelas cristianas y el descanso semanal pasó del domingo al viernes.
En 1962 se limitó la actividad de los cristianos en materia de libertad y de evangelización.
En 1964 fueron expulsados todos los misioneros extranjeros, considerados espías y comenzó la guerra civil contra el Sur, de predominio cristiano.
En 1989, los islamistas, ayudados por los iraníes, se hicieron con el poder en la capital, Jartún, y dio comienzo un fuerte proceso de represión del Sur.
En 1996, dos sacerdotes del Sur son detenidos, acusados de complot y torturados.
En 1998 es arrestado el arzobispo de Jartún, fue liberado tras pagar una multa de un millón de pesetas; 18 cristianos del Sur, entre ellos dos sacerdotes, son arrestados y torturados; 40 iglesias y centros de educación son destruidos.
Situación en otros países musulmanes:
No es sólo en Sudán, también en Argelia, recordemos los 19 religiosos y religiosas que servían gratuitamente al país y que fueron asesinados, víctimas del terrorismo islámico.
Indonesia, persecución de los cristianos y destrucción de sus iglesias; algo semejante sigue sucediendo en Senegal; en Egipto, los coptos cristianos, que suman unos ocho millones sobre 54, carecen de representación parlamentaria; en Irak, tras la hecatombe de la guerra preventiva, ilegal e inmoral, y en plena ocupación norteamericana, han sido atacadas varias iglesias cristianas.
La Sharia o Ley islámica es la única legislación válida en ciertos países musulmanes, ( Arabia Saudí, Irán, Senegal, Sudán)
La situación de las minorías cristianas en muchos países islámicos es sumamente frágil, no se respetan sus derechos y cada día son más vulnerables; están en situación de ahogo y sólo les queda resistir o emigrar. Ambas cosas son malas, ambas conducen a la eliminación, lenta y progresiva, de la presencia cristiana.
La emigración y la falta de libertad religiosa están vaciando de cristianos el Oriente Medio.
¡Ojalá no suceda lo mismo en el resto musulmán! ¡Ojalá los Gobiernos y las Autoridades religiosas de ambas comunidades tomen iniciativas de diálogo y logren una pacífica convivencia basada en la tolerancia y el mutuo respeto!
¿Es posible la convivencia entre una mayoría y una minoría?
Opino que sí, sea la mayoría musulmana, como sucede en los países islámicos, o sea la mayoría cristiana, como sucede en los países europeos. Los expertos se muestras cautelosos y divididos.
Monseñor Bernardini, obispo de Esmirna, opina que en los musulmanes hay que distinguir entre una minoría fanática y violenta y la mayoría tranquila y no beligerante; pero esta mayoría, ante una orden dada en nombre de Alá, hará lo que se mande.
El General de Brigada Leopoldo García, experto colaborador del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional, opina que el Islam es una religión que sólo puede crecer, ya que no admite la apostasía, delito castigado con la pena de muerte; tampoco la herejía, cualquier contradicción con lo que las autoridades consideren que viene de Alá, o que está contenido en el Corán, puede ser castigado, sin apelación, con la pena capital.
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